Pensando como un Genio
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 25/11/2011 15:57:33
por Helena Gerenstadt - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
"Aunque no seas un genio, puedes utilizar las mismas estrategias de Aristóteles y de Einstein para tomar las riendas del poder de tu mente creativa y controlar mejor tu futuro”.
Las ocho estrategias siguientes te animan a pensar productivamente, en vez de reproductivamente, a fin de hacerte llegar a las soluciones para los problemas. “Estas estrategias son comunes a los estilos de pensamiento de los genios creativos en las ciencias, las artes, y en la historia del pensamiento industrial”.
1. Encara el problema de varias formas diferentes y encuentra nuevas perspectivas que nadie más haya examinado (¡o que nadie haya publicado todavía!).
Leonardo da Vinci entendía que, para adquirir conocimiento acerca de la forma de un problema, se empieza por aprender a reestructurarlo de muchas maneras diferentes. Él consideraba que la primera forma en cómo contemplaba un problema era demasiado parcial. Frecuentemente el problema reconstruido se convierte en uno nuevo.
2. ¡Visualiza!
Cuando Einstein meditaba sobre un problema, siempre consideraba necesario plantear su enunciado de tantas maneras diferentes como fuese posible, incluyendo el empleo de diagramas. Visualizaba soluciones y consideraba que tales palabras y números representaban un papel significativo en su proceso de pensamiento.
3. ¡Produce! Un distintivo característico de los genios es la productividad.
Thomas Edison tenía 1.093 patentes. Garantizaba su productividad estableciendo para sí mismo y para sus asistentes “cotas de ideas”. En un estudio con 2.036 científicos a través de la historia, Dean Keith Simonton, de la Universidad de California, en Davis, descubrió que los más respetados científicos no produjeron únicamente trabajos excelentes, sino también trabajos “malos”. Ellos no tenían miedo a fallar, o a producir resultados mediocres en la búsqueda de la excelencia.
4. Haz combinaciones originales. Combina y vuelve a combinar de diferentes formas, las ideas, representaciones y pensamientos, sin importar que parezcan incongruentes o poco comunes.
Las leyes de la herencia en que se basa la moderna ciencia de la genética, tuvieron sus bases puestas por el monje austríaco Gregor Mendel, quien combinó las matemáticas con la biología para crear una nueva ciencia.
5. Formula relaciones; establece conexiones entre asuntos desemejantes.
Da Vinci determinó una relación entre el sonido de una campana y el ruido de una piedra al alcanzar el agua. Esto le permitió establecer la relación de que el sonido se propaga en el agua. Samuel Morse inventó la estación de transmisión para señales telegráficas mientras observaba estaciones para caballos.
6. Piensa en opuestos.
El físico Niels Bohr entendía que, si mantienes juntos a los opuestos, elevas tu pensamiento y tu mente se desplaza hacia un nuevo nivel. Esta habilidad le permitió imaginar la luz como un dúo de onda y partícula conduciéndolo a la concepción del Principio de lo Complementario. Suspender el pensamiento (lógico) puede permitir a tu mente concebir nuevas formas.
7. Piensa de forma metafórica.
Aristóteles consideraba a la metáfora un dístico de los genios y tenía la creencia de que el individuo que poseía la capacidad para percibir semejanza entre dos áreas de la vida separadas y para concatenarlas una con otra, era una persona dotada de dones especiales.
8. Prepárate para el acaso.
No importa si intentamos hacer una cosa y fallamos, hemos acabado haciendo alguna otra cosa. Este es el primer principio del accidente creativo. El fracaso puede ser productivo siempre que no lo consideremos un desperdicio total en cuanto resultado. En vez de eso: analiza el proceso, sus componentes y de qué modo podrías modificarlo para llegar a otros resultados. No te preguntes: “¿Por qué he fallado?”, sino, mejor que eso: “¿Qué he realizado?”
“El arte dice lo indecible; expresa lo inexpresable, traduce lo intraducible”.
(Leonardo da Vinci)
