¿Por qué muchas terapias no curan?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 09/10/2013 10:00:10
por Nadya Prem - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Muchos acuden a la terapia holística y espiritual sólo después de que ya han pasado por la medicina y por la psicología occidental sin obtener los resultados esperados.
Esas personas tienen cierta tendencia a crear la expectativa ilusoria de que la terapia complementaria y la espiritualidad presentarán una fórmula milagrosa para transformar sus vidas. Cualquiera que sea la terapia que elijan, enseguida se muestran decepcionados por la falta de resultados y consideran ineficientes los recursos terapéuticos empleados.
Durante mi experiencia terapéutica, he podido observar con claridad el proceso que conduce a la persona de la expectativa a la frustración.
La terapia transpersonal y holística busca complementar los tratamientos convencionales y actúa en las dimensiones más sutiles, como el cuerpo energético, por ejemplo, que es la matriz del cuerpo físico.
Alterando la matriz energética se tiene la posibilidad de reestructurar el cuerpo físico. Esto, sin embargo, no impide que la causa de la enfermedad o desequilibrio continúe minando a la persona, que tras un período de "salud", vuelve a enfermar.
La sanación definitiva no ocurre mientras no se afronte y expurgue la verdadera causa del desequilibrio.
La causa de todo sufrimiento, sea en el cuerpo físico, energético, emocional, mental o espiritual, sólo será sanada definitivamente con la participación de la propia persona que está en desequilibrio, como agente principal de la curación.
Acudir a pases magnéticos, consejo espiritual y terapias alternativas es siempre muy importante, pero de nada servirán esos tratamientos si la persona está refractaria a ellos.
No existe ninguna fórmula mágica. El camino de la sanación es la capacidad interior que todos tenemos de transformarnos.
Al buscar un consejo espiritual, todos los consultantes traen en sus cuestionamientos una expectativa ilusoria. Ellos pretenden oír algo que apruebe sus conductas. Ellos esperan determinadas respuestas a sus cuestiones.
Pero cuando se trata de aconsejar de modo serio e imparcial, casi siempre se produce una enorme frustración en el consultante, que no había previsto una respuesta distinta a la que le gustaría escuchar.
No tenemos el poder de cambiar o transformar a nadie sin que la persona se mueva de su zona de confort. Sea cual fuere la terapia, sólo logrará el éxito definitivo con la participación integral de aquel que la recibe.
Si estuviésemos más atentos a nuestra vida diaria, a nuestros pensamientos y actitudes, no habría necesidad de acudir a terapias alternativas para ayudarnos en nuestros problemas.
Estar atento requiere voluntad propia y foco. Hay terapias y terapeutas maravillosos, pero desgraciadamente no son capaces de trasponer las entrañas de la persona por la fuerza.
Tanto el terapeuta como el cliente tienen que vivenciar el proceso terapéutico conscientes de la responsabilidad que incumbe a cada uno. El terapeuta es el ser compasivo que, provisto de una linterna, tiende la mano al cliente y le acompaña en el camino del autoconocimiento y de la transformación.
Hay dos tipos de terapias: la que únicamente escucha, no interfiere y acaricia la cabeza del paciente; y la otra, que sacude al consultante, le da un cachete ¡y le manda despertar!
La enfermedad y el sufrimiento tienen como objetivo alertar y hacer que la persona salga de ese estado de morbidez.
"Yo no estoy aquí para colmar tus expectativas. Si yo colmase tus expectativas, nunca sería capaz de transformarte. Yo estoy aquí para causarte un impacto. Y en esas experiencias impactantes tu mente va a parar. Tú no serás capaz de saber qué ha pasado, y ese es el punto en que algo nuevo entra en ti".
Osho
Om Shan
Nadya Prem
Orientación Metafísica y Terapia Transpersonal