¿Por qué no hago lo que sé que debo hacer?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 22/10/2009 11:27:11
por Andre Lima - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Es interesante observar la diferencia entre lo que sabemos que debe hacerse y lo que realmente logramos poner en práctica. No me refiero tan solo a grandes iniciativas. La mayoría de las veces son pequeñas cosas teóricamente fáciles y sencillas de hacer, pero que simplemente no las ponemos en práctica: evitar ciertos alimentos, no dejar nada revuelto, hacer cursos, hacer chequeos periódicos, arreglar lo que se ha roto, practicar ejercicio, descansar lo necesario, dormir a horas regulares, practicar meditación...
Si todo el mundo hiciese lo que sabe que es correcto hacer, lo que la mente racional dice ser lo mejor para nosotros, todas las personas estarían en su peso ideal, alimentándose bien, practicando ejercicio, nuestra casa y nuestro trabajo estarían siempre organizados, nadie dejaría atrás cosas pendientes, todo el mundo tendría muchos amigos, no habría drogadictos y la vida sería muy feliz.
Algunas veces no tenemos conciencia de que ciertas cosas son comportamientos negativos que debemos cambiar para vivir mejor. En esos casos, es preciso tomar conciencia primero para después procurar cambiar. Pero hoy no me refiero solamente a esos comportamientos inconscientes. Me refiero además a cosas de las que tenemos total conciencia y en las cuales podríamos simplemente proceder de modo diferente, pero de alguna forma no lo conseguimos.
Echando un vistazo a mis cosas personales, hay tantas que ya podrían haber estado resueltas... Camisas a las que faltan botones, ropa para donar, cosas por organizar. Con relación al trabajo, muchas ideas que ya podrían haber sido puestas en práctica pero aún no lo han sido, o lo han sido mucho más tarde de lo que debieran.
Teóricamente, sería muy fácil poner todo en práctica, pues no exige ningún esfuerzo sobrehumano. Pero hay momentos en que da pereza, uno se olvida, surgen otras cosas que hacer (muchas veces menos importantes y las anteponemos), o entonces, andamos en busca de otras actividades más placenteras y vamos dejando para más tarde lo que podríamos hacer hoy, va quedando para mañana, pasado mañana y a veces para nunca.
Si yo hiciese todo lo que sé que puedo y que estoy en condiciones de hacer diariamente, mi trabajo ya estaría marchando mucho mejor de lo que va hoy. No es que vaya mal, va todo bien, gracias. No obstante, tengo plena conciencia de que podría estar aún mejor adoptando unas simples actitudes. Estoy seguro de que gran parte de las personas va a identificarse con lo que he dicho ahora.
El objetivo de estas observaciones no es generar una auto-exigencia excesiva o sentimientos de culpa y perfeccionismo. Esto sería bastante perjudicial. El objetivo, verdaderamente, es tan solo tomar conciencia de que muchas cosas pueden mejorarse y procurar comprender por qué se producen estas trabas. Bueno, pero mientras no mejoro, yo me amo, me acepto y me perdono profunda y completamente... Lo ideal es procurar cambiar aceptándose al mismo tiempo.
¿Por qué a la gente le pasará esto? Sabemos que tenemos que poner un límite a determinada persona, pero no lo ponemos, que es preciso alimentarnos mejor pero no lo conseguimos, somos conscientes de que debemos cambiar determinadas relaciones pero seguimos de la misma manera...
Esto ocurre porque nuestros actos están guiados básicamente por nuestros sentimientos, y no por nuestra parte intelectual. Y lo que sentimos y pensamos en el día-a-día se ve enormemente influenciado por emociones bloqueadas que tenemos de cosas que ya han pasado.
Lo explicaré mejor. En la vida de cualquier persona, se producirá un gran número de experiencias negativas: disputas, pérdidas, frustraciones, situaciones de miedo, tristeza, rabia, culpa. Son varios acontecimientos que ocurren desde la infancia hasta la vida adulta.
¿Qué significa tener una emoción bloqueada? Significa retener una emoción negativa de algo que ya fue. Sentir algo negativo al pensar en un hecho determinado.
A veces una emoción bloqueada es bastante fácil de identificar. Basta recordar un hecho pasado negativo y estar atento a lo que sientes hoy al pensar en lo que ocurrió. Si te acuerdas de algo que pasó y aún sientes cierta desazón emocional, cualquiera que sea, acabas de identificar una emoción bloqueada. Esa desazón puede ser rabia, resentimiento, tristeza, miedo, culpa, frustración, pena, etc....
Estas emociones bloqueadas van sumándose, superponiéndose unas a otras. Ese material guardado afecta directamente al modo en cómo nos sentimos, pensamos y procedemos. Tener emociones bloqueadas genera sentimientos y pensamientos negativos. Causa pereza, irritación, incomprensión, cansancio, auto-sabotaje, postergación, ansiedad, puede causar depresión, vicios, obesidad, genera reacciones emocionales desproporcionadas frente a cosas que suceden en el presente, en fin...
La EFT (técnica para auto-limpieza emocional, véase cómo recibir un manual gratuito al final del artículo)* es una técnica excelente para limpiar emociones negativas bloqueadas, es ciertamente una de las más fáciles y eficaces. En el manual de la EFT se enseña el Procedimiento para la Paz Personal, que es precisamente una forma de hacer una limpieza profunda de los sentimientos guardados, utilizando la EFT.
La limpieza de los bloqueos mejora la forma en cómo sentimos y pensamos, aportando paz interior, claridad mental, disminución de los niveles de ansiedad. Todo esto se reflejará en nuestros actos y en la parte física.
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