Proceder en sintonía con los pensamientos
por Conceição Trucom em STUM WORLDAtualizado em 01/06/2007 14:22:34
Traducción de Teresa - [email protected]
Tus actos son los mejores intérpretes de tus pensamientos
John Locke (1632 – 1704), filósofo británico
Algunas veces los mejores planes resultan en… nada. Algunas veces la mayor confianza en objetivos resulta en… nada. Algunas veces las más increíbles oportunidades resultan en… nada. Algunas veces los más profundos deseos resultan en… nada.
Planes, confianza, oportunidades y deseos o cualquier otro predicado que tengas, no son suficientes para empujar una canica – aquellas pequeñas esferas de vidrio ya olvidadas en algunas regiones del Brasil. A pesar de todo tu conocimiento en estrategia y táctica, a pesar de toda tu confianza en ti mismo o en todos los seres del Olimpo, a pesar de todo cuanto ofrezca la vida y a pesar de todo el deseo racional, emocional e instintivo de tu cuerpo, nada llegará a ocurrir si no haces una cosa – una única sencilla cosa: actuar.
Actuar – actuar siempre – y dar el primer paso de la jornada es lo que garantiza que los engranajes del Universo se pongan a funcionar.
Incluso una acción pequeña tiene efectos devastadores a lo largo del tiempo. Nada sucede antes de que una acción se ponga en funcionamiento En la Biblia, el libro más vendido del planeta, la primera frase es: Al principio Dios creó los cielos y la tierra. La frase no dice que al principio Dios reflexionó o tuvo auto-confianza, o vio una oportunidad, o estableció un objetivo, o esperó la suerte, o contó con su equipo de trabajo. Nada de eso. La frase usada contenía el verbo crear. Todo comienza con la acción.
Naturalmente, esto no significa que tú debas proceder ciegamente; significa que debes actuar en el momento de actuar. Muchos de nosotros construimos castillos perfectos en nuestras mentes, pero no hacemos nada para levantar ni una piedra siquiera. Imaginamos todo lo que podríamos hacer, pero no hacemos cosa alguna, siempre buscando óptimas razones para todo aquello que no hacemos. Queremos mejorar nuestras relaciones, siempre que la otra persona cambie, dejando la acción a su cargo. Tenemos por objetivo tornar superior la calidad de nuestros productos, siempre que los empleados hagan un trabajo mejor, dejando la acción a su cargo. Pensamos en mejorar nuestro trabajo, siempre que la empresa nos pague más, dejando la acción a cargo de la corporación. Soñamos con nuestra próxima casa, que será construida en el futuro, siempre que aquel décimo de lotería resulte premiado, dejando la acción a cargo de la suerte. Aunque todas esas cosas puedan suceder, el provocar cambios positivos en nuestra vida no es problema de otros. Es problema nuestro. Recuerda que las palabras “siempre que” no están marcadas en el calendario. Tu vida sí lo está.
Haz lo que puedas ahora, con aquello que ya tienes. Aunque parezca ser muy poco. Aunque sea solamente un gesto, una palabra, una mirada. Ninguna acción es demasiado pequeña, siempre que sea una acción. Si existe solamente barro, úsalo para construir ladrillos y los ladrillos para construir las paredes de tu sueño. Si no tienes siquiera barro, usa sapé. Pero haz algo.
Hoy es el día para que tomes de tus mejores o peores planos, tus probables e improbables proyectos y decidas dar un paso, haciendo aquella llamada de teléfono, visitando a aquel cliente, rediseñando tu producto o empresa, enviando aquel e-mail, dando aquella sonrisa y aquel abrazo, bajando hasta los-de-a-pie, asistiendo a una plática, llevando a tu hijo al parque, enviando una tarjeta por correo (sí, he dicho por correo, no por Internet) o incluso conversando contigo mismo, frente al espejo de casa.
Nada sucede sólo por estar en tu mente. Colma tus días con acción que obligue al Universo a devolver algún tipo de reacción, y ciertos resultados, tal vez incluso inesperados, siempre llegarán. Tus acciones son los mejores intérpretes de tus pensamientos, como dijo John Locke. Esta es, realmente la única diferencia entre quien hace y quien solamente observa, quien vive y quien desearía vivir. La Madre Teresa de Calcuta no pasó 50 años planeando cómo ayudar a las personas pobres. Ella simplemente ayudaba, y lo demás ocurrió normalmente.
Aldo Novak
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Ese es un excelente texto que he recibido por Internet y decidí compartir con todos.
¡Pues sí! Espiritualidad no es estar aislado, meditando y cantando mantras.
Espiritualidad es juntar sabiduría y esclarecimiento para auto-conocerse y colocar todo este equipaje en la práctica de la vida diaria, o sea, ACTUAR.
En estas condiciones: con estudio, esclarecimiento y conociéndose mejor, o sea, conociendo cada vez más tus verdades y valores internos, la acción tendrá más discernimiento y mayor asertividad.
Espiritualidad es acción. Acción inteligente, co-creadora de una realidad y futuro prósperos.
Para ello no olvides cuidar de tu cuerpo físico, emocional y mental, tus únicos aliados, dándoles una nutrición que aporte salud, vitalidad, lucidez e inteligencia para tu día-a-día.
Toma alimentos y practica ejercicios que sean tus cómplices en esta jornada.