Proceso de individuación
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 30/05/2009 13:52:29
Traducción de Teresa - [email protected]
Estudio de caso: Proceso de individuación afectando a la trama transgeneracional de la estructura familiar.
Como siempre, las historias aquí son verdaderas, aunque con los nombres cambiados, pacientes que si bien están de acuerdo con la exposición, saben que están totalmente protegidos y que situaciones y lugares son totalmente remodelados, pero no el tipo de ambiente emocional y el seguimiento evolutivo de los casos propuestos.
En este relato, la trama familiar se revela durante y después de un largo período de matrimonio cuando uno de los componentes conquista su proceso de individuación.
Rubén, de 39 años, fue criado en una familia oriental en un medio de moldes bastante austeros. Tuvo un padre (fallecido) extremadamente autoritario, una madre distante y pasiva, una hermana tres años mayor que él y un hermano cinco años más joven, que falleció atropellado por un autobús cuando volvía de la escuela con su madre. Suceso significativo, ocurrido al mismo tiempo en que otros acontecimientos penosos se produjeron en la trama familiar. Lo veremos en la secuencia de las explanaciones.
En sus relatos, Rubén cuenta que el padre abandonó la profesión de origen tan pronto se casó, en nombre de abrazar la profesión del padre de la esposa (madre de Rubén). Según sus relatos, probablemente, en busca de éxito material. Cuenta también que a los 10 años su padre pierde drásticamente todo el dinero acumulado en esos años de matrimonio y que la vida de la familia, antes con mucho dinero, cambia a la situación opuesta. En medio de estos avatares, la familia va para un barrio menos favorecido y todos después de este momento empiezan a vivir con serias limitaciones económicas. Y en el apogeo de todo este cambio de vida es cuando se produce el atropello y muerte de su hermano más joven.
El padre todavía tiene algunos emprendimientos, pero todos acaban por hundir más a la familia y, con el paso del tiempo, todos empiezan a ser ayudados económicamente por una pequeña herencia que el suegro había dejado, además de la ayuda de algunos familiares cercanos por parte de la esposa.
Aún en ese tiempo, el padre de Rubén tuvo que acoger a su madre porque ésta no lograba sostenerse por sí misma, y así, permaneció subyugado a los dictámenes de ella, hasta el día de su muerte. Augusto, padre de Rubén, siempre había querido demostrar a los hijos cuánto amaba a esa madre y, por modelo, cómo deberían proceder para con él.
Con la llegada de la abuela paterna, también con personalidad autoritaria, la hermana de Rubén se ve obligada a dormir con aquélla y él, por falta de espacio, pasa a dormir en casa de un vecino.
Augusto, padre de Rubén, mantiene una relación de idealismo hacia la hija mayor y de olvido en relación al ahora hijo menor Rubén. La madre sigue los pasos de comportamiento del padre en relación a los hijos.
En el transcurso de las consultas, se hace evidente cuánto tenía ese padre de sentimiento de impotencia y de odio no vivenciado contra su madre y cuánto idealizaba a la mujer perfecta en su hija.
Rubén recuerda que en cierta ocasión, habiendo enfermado, fue privado de ser tratado por un médico específico, en beneficio de las necesidades siempre más importantes de la hermana.
A lo que toda esta trama indica, Augusto veía y proyectaba a sí mismo en su hijo Rubén, o sea, alguien no visto por la madre autoritaria y que deseaba a toda costa ser visto. Augusto quería el amor de la madre y se pasó toda la vida con la sensación de que le debía favores. Como consecuencia, apenas miró para ese hijo cuando éste sobresalió un poco por la opción profesional que hizo. En la época en que Rubén se estaba formando en ciencias contables, el padre casi asume el lugar profesional del hijo invadiendo inadecuadamente sus espacios de estudio y de inicio de trabajo, avisando a todos de que Rubén era su hijo.
Rubén cuenta toda su historia familiar con gran dificultad para entrar en contacto con sus reales sentimientos. Como mecanismo de defensa, se presenta disociado de sentimientos de rabia, resentimiento, desamparo, etc.
Rubén viene de una familia técnica en saber lidiar con la realidad, pero con profundas grietas emocionales que son enmascaradas por la exactitud de la conducta austera y lineal.
Vamos a los ejemplos y desarrollos de esta trama familiar…:
- La hermana se casa con un muchacho prometedor y que más adelante se revela con una importante alteración emocional. Este muchacho tiene un hermano mayor que recibió todos los laureles y atenciones de los padres. El hermano es y fue el hijo idealizado y él siempre fue visto sin grandes pretensiones. Este chico, al contrario del hermano venerado por la madre, es rechazado por la misma y acaba teniendo una ligadura muy fuerte con la madre. El lugar para existir de ese chaval es el de no existir y como consecuencia se queda pegado a esa madre todo el tiempo, a la búsqueda de una mirada más significativa.
Del mismo modo que el padre de Rubén, este muchacho siente un odio no vivenciado por la madre, que en la relación a dos queda altamente proyectado en la compañera, la hermana de Rubén, hasta el punto de que ella corre riesgo de vida. Asustada con los hombres, ella decide separarse quedando protegida al lado del padre, en el reinado de la hija idealizada. Esta muchacha hizo algunas tentativas infructíferas con otros hombres a lo largo de su vida, pero siempre con la bandera de la idealización del padre, pero ocurre que nadie soporta a una mujer tan especial y ella acaba quedándose en el lugar seguro, que es al lado de su padre.
Para este padre, la esposa vive a su lado como una sombra sin mayores significados. Proyecta en ella mediante el desprecio, todo el odio que siente por las mujeres, o sea, por la propia madre.
Al tiempo previsto como correcto, Rubén parte a la búsqueda de una compañera y aunque no tenga consciencia plena de este hecho, ésta deberá estar en los moldes de los deseos y de los designios de esa trama familiar.
Rubén cuenta que, ya de entrada, se siente enamorar de Clarisa. Dice que fue como si ya la conociese. Pero tan pronto como se casa, entiende que ella era exigente como su madre… Y dice que nunca estaba satisfecha con nada, además de estar totalmente falta de preparación para ser una buena esposa o buena ama de casa.
La historia de Clarisa: Clarisa viene de un hogar emocional y afectivamente activo. Sinsabores y amores son constantemente revelados en la trama relacional. Al contrario de Rubén, antes del matrimonio Clarisa tiene una vida de construcción de patrimonio por mediación de su padre y de la dedicación de la madre. Clarisa tiene otros dos hermanos y es la benjamina.Cuando encuentra a Rubén en una fiesta del Instituto, considera que ha encontrado el amor de su vida. Un muchacho hablador, lleno de ideas y de verdades que, en fin, formaban sentido. Salieron durante cerca de 3 años y, durante este período, Clarisa cuenta que empieza a percibir actitudes en Rubén que la hacían cuestionarse si sería realmente feliz con él. Rubén decía que nunca admitía un error, porque a decir “verdad” (la de él) nunca se equivocaba.
Ambos se casaron y con el tiempo la historia personal de los dos se fue revelando en la relación. Rubén, sin opción, fue gradualmente demostrando su identificación con el padre. A su modo, poco a poco fue quitando el espacio vital de su esposa… Era mejor madre que ella, cocinaba mejor, etc. Además de todo esto, procedía como el padre… No la escuchaba. Desarrolló una relación perversa en la cual externamente vivía, para el mundo y para el padre una relación de apariencias afectivas y, en la intimidad de la vida de la pareja, siquiera conversaba con ella. Desde el comienzo, demostró poco interés por temas que generasen cualquier tipo de intimidad afectiva en la pareja.
Clarisa cree que por el hecho de no tener mucha consciencia sobre lo que podía estar sucediendo de hecho, se sentía triste y solitaria. Revela que no tenía forma de comprender claramente la situación de la trama en que estaba envuelta. Año tras año se engañó creyendo que todo cambiaría para mejor en las raras veces en que Rubén le ofrecía una mirada más directa o incluso un atisbo de afecto.
Con el paso del tiempo y por no soportar más la sensación de soledad y de incongruencia entre lo que sucedía dentro de su supuesta intimidad con el marido versus con el mundo exterior, Clarisa decide encarar un proceso terapéutico. Por fin, comprende que las personas no cambian así tan fácilmente cuando no existe un trabajo interior serio.
Rubén, tomado por sus asuntos inconscientes fue gradualmente exacerbando sus cuestiones emocionales mal resueltas. Clarisa llega a un punto en que todo le es extremadamente insoportable y decide el famoso “¡o arre o so!” Exige que ambos hagan una terapia de pareja para poder darse alguna posibilidad de ser efectivamente felices. Rubén, al principio, no comprende el motivo de la queja…
Ambos van a la terapia. Súbitamente, en la terapia de pareja, Clarisa cae en sí misma y entiende toda la trama relacional en que vive, el qué y el porqué. A partir de ahí, Clarisa definitivamente busca poner un punto final en aquel ciclo vicioso. Decide que no será como ha sido la suegra y que su historia de vida, a partir de este momento, será otra, o sea, la suya propia…
No conforme con que su personaje haya sido denunciado, Rubén usa de todas las manipulaciones posibles para mantener el status anterior. No sabe ser diferente de lo que le ha sido “enseñado”. Destila odio e intenta imponer miedo, caso su compañera osase salir del vicio emocional en el cual ambos estaban envueltos. Todo en vano. Clarisa ya había despertado y había decidido simplemente ser. Ser individua Indivisible y única.
Su decisión de cambio conmocionó toda su estructura interna y la de todos los miembros de la familia. – Una denuncia y un cambio sin vuelta atrás.
Y tú, compañero de jornada terrena, ¿tienes el coraje de revelarte a ti mismo la trama emocional en que estás envuelto, osando promover serios cambios existenciales en tu vida? ¿Tienes el coraje de desembarazarte y liberarte de algún tipo de vicio emocional enfermizo al que te ves atado?
Si tu respuesta es SÍ, no vaciles, tu vida es única y mereces salir de la anestesia, osando apostar por ti mismo. Osando diferenciarte para efectivamente nacer y ser uno. Sentirte vivo. Con la vida validada no tiene precio.
Piensa en esto y si fuese tu caso procede de inmediato buscando encontrarte contigo. Tú te debes esto a ti mismo si estás en alguna situación emocional claustrofóbica. Recuerda que tu existencia es sagrada. Ten coraje y si es necesario (la mayoría de las veces lo es) busca auxilio terapéutico.
