Psicosomática VII: La familia que enferma
por Rosemeire Zago em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:59
Traducción de Teresa - [email protected]
Aprendemos de niños nuestros sistemas de creencias, y después vamos por la vida creando experiencias que combinen con esas creencias.
La jerarquía familiar hasta hace pocos años era una estructura rígida, que seguía patrones matriarcales o patriarcales, cuyos hijos y nietos, fruto de esa estructura familiar y sus consecuencias, todavía encontramos hoy.
Cuando hay una familia disfuncional, o sea, conflictos, riñas, desarmonía, un miembro, al cual muchos llaman chivo expiatorio, tenderá a sintetizar la patología de la familia. Por lo regular es el más sensible el que enferma, como si representase a toda la familia, o su dinámica. Hay familias en las cuales, cuando un miembro solo no logra asumir toda la carga, otro también enferma, siendo alguien con el cual tenía un vínculo afectivo más fuerte, y los dos se ponen enfermos; o bien, cuando uno logra curarse, se enferma el otro. Todo ese proceso se verifica inconscientemente, como forma de mantener algún vínculo por medio de la enfermedad. Hay muchos casos en que, tras un fallecimiento, toda la familia se separa, como si la enfermedad fuese el único vínculo que los mantenía juntos.
No obstante, hay algunas características estructurales familiares que originan o pueden facilitar la psicosomatización:
- Familias en las cuales no se produce la verbalización de emociones y afectos, considerando que por el hecho de estar todos juntos no hace falta decir lo que se siente;
- Familias en las cuales los contactos corporales son raros o inexistentes, siendo que los intercambios emocionales y físicos solo se producen por medio de regalos;
- Familias que se deshacen en atenciones hacia alguien cuando se encuentra enfermo, o sea, se transmite el mensaje de que ponerse enfermo es bueno, ya que así se recibe atención;
- Cuando se dan en la familia mensajes contradictorios, incoherentes, o sea, el niño pregunta por qué la madre está llorando y ésta contesta que no está llorando, que es impresión suya;
- Cuando la rigidez y coerción son muy altas, y hay castigos, reproches, comparaciones;
- Cuando hay miedo:
- a demostrar sentimientos, emociones y deseos que se entienden como equivocados, vergonzosos, feos;
- a no corresponder a la muy elevada expectativa de los padres, pudiendo enfermar para ahorrarse la crítica;
- a no ser cuidado y amado suficientemente mientras se encuentra bien de salud, o sea, si no se pone enfermo puede ser abandonado;
- a ser castigado por estar bien, como si fuese pecado tener salud;
- a la muerte, mientras que, estando enfermo y cuidándose, siente como si tuviese a la muerte bajo control; (más frecuente en ancianos)
- Religiosidad: puede ser interpretada de forma extremadamente castradora y la persona se enferma como forma de purificación, o bien, la diseminación de la culpa que a menudo se relaciona con la cultura religiosa;
- Dependencia química: ésta en sí ya señala una desorganización familiar que al mismo tiempo favorece que surjan otras desorganizaciones.
Podemos ver que la dolencia puede ser la forma que se ha encontrado para que las personas de una familia estén cercanas y se demuestren afecto, pero podemos percibir con frecuencia que, durante la aparición de la enfermedad todos pueden acercarse, y a continuación se separan nuevamente. Pero ¿será verdad que necesitamos llegar a una enfermedad para estar cercanos?
Es importante resaltar en las manifestaciones psicosomáticas su correlación temporal con determinados acontecimientos o fechas. Los acontecimientos se refieren a una pérdida real como la muerte de un ser querido, o una situación equivalente, como mudanzas, divorcio, alejamiento de casa, desempleo, crisis, etc. Por ejemplo, es corriente que alguien enferme, años más tarde, en la fecha en que su padre falleció. Las fechas, o bien tienen significación universal, como Navidad, Año Nuevo, o bien son específicas, como el día del cumpleaños, o una fecha que marca repetidamente una situación traumática ocurrida anteriormente. Lo cual refuerza la somatización frente a situaciones de pérdida y al dolor que éstas implican.
Estas informaciones no tienen el propósito de buscar culpables, sino de comprender el origen de algunos conflictos con los cuales nos resulta difícil lidiar; así como revisar el modo en cómo muchos padres, todavía hoy, con tanta información, educan a sus hijos, pudiendo repetir patrones antiguos de educación sin darse cuenta de que están haciendo aquello que han prometido a sí mismos nunca más repetir.
