Psicoterapia Reencarnacionista: Una propuesta de liberación
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 11/02/2010 14:07:41
por Mauro Kwitko - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Una de las principales tareas del psicoterapeuta reencarnacionista, en las consultas, es ayudar a las personas a liberarse de las ilusiones y de los grilletes imaginarios, temporales, que crean las enfermedades físicas a través de la acción de los pensamientos y sentimientos negativos en los órganos y partes del cuerpo correspondientes. Debemos auxiliar a nuestro paciente a liberarse de sí mismo, del rótulo de su nombre y de su personalidad aparente (persona) y a conectarse con su Esencia. Yo considero actualmente a Mauro Kwitko uno más en la vida de mi Esencia, tan solo eso, y quedo realmente preocupado con el cortejo de personas en mi consultorio hablando de sí mismos y de sus afines como si todo aquello fuesen realmente verdades absolutas y eternas. Las personas actuantes, en ese cotejo diario con las otras personas, enfermándose mutuamente, neurotizándose y algunas veces psicotizándose, es un trágico desfile de ilusiones, demostraciones de un “amor” desvirtuado, posesivo, ilusorio.
Ruego que se me entienda bien. Los relatos de los pacientes son verdaderos, el resentimiento es realmente doloroso, la rabia es poderosa, pero son verdades desde el punto de vista de sus personalidades inferiores y no de sus Esencias. Es muy diferente la visión de esos dos aspectos nuestros: un determinado acontecimiento o vivencia que parezca altamente traumático y desagradable para nosotros, en cuanto personalidad encarnada, puede ser una necesaria oportunidad de crecimiento y de cambio (rectificación de camino), pero que no es contemplada así, debido a la visión miope e inmediatista de la persona, que raramente vislumbra las cosas con profundidad.
Puede ser una enfermedad, un accidente, un fracaso, una dificultad, en fin, alguna circunstancia que no le guste a la personalidad, pero, desde el punto de vista de su Esencia, en sus proyectos de evolución y de perfeccionamiento, ¿cómo es apreciada esa misma circunstancia? Y esto puede ser un rechazo intrauterino o en la primera infancia, un defecto congénito, una “pérdida” afectiva, un revés profesional, financiero, etc.
Frecuentemente, en el camino de la evolución espiritual, lo desagradable es tan solo inevitable y lo “injusto” es algo necesario, generalmente un retorno. Pero, tal como he dicho antes, la interpretación va a depender de quien encara el acontecimiento, o sea, de quien está al mando: la Personalidad terrena y su visión rastrera o la Esencia y su visión panorámica. Y entonces la crisis puede transformarse en oportunidad de crecimiento o no. Esto ha de ser motivo de conversación en consulta con un psicoterapeuta reencarnacionista, a fin de ayudar a los pacientes a contemplar las cosas “desde arriba”.
Es interesante, durante las consultas, escuchar al paciente e ir imaginando o intuyendo quién habrá sido éste en otras existencias terrenas, qué es lo que está haciendo aquí, para qué ha reencarnado, quiénes habrán sido, en su pasado transpersonal, su actual padre, su actual madre, su marido o esposa, sus hijos, etc. Es difícil para mí asistir a las verdaderas mareas de lágrimas y lamentaciones, al desgranar de quejas y resquemores, sin sentir compasión por el enfoque equivocado de aquel paciente, realmente un sufridor, pero de sí mismo, de su miopía terrena, de su auto-conmiseración, de su falta de libertad, de su cárcel de muros y rejas imaginarias. Todo enfermo es egocéntrico, por vivir en función de sus problemas y dramas. La Personalidad encarnada es egocéntrica, la Esencia no. Y la enfermedad proviene del egocentrismo, por tanto la cura de la dolencia es la cura del egocentrismo.
Mientras las personas se pierden en altos o bajos conceptos de sí mismas, en egolatrías o auto-depreciaciones, en celos, envidias, disputas, tristezas, resquemores, resentimientos, rabias, odios, indagaciones vanas, búsquedas inútiles de falsas recompensas, dinero, posición social, conquistas materiales, títulos, consagraciones, competiciones y otras pérdidas de tiempo, sus Esencias observan todo esto desde arriba…
Intentan enviar mensajes a la persona, pero ésta raramente los escucha, envuelta como está en sus razonamientos. Incluso las personas espiritualizadas, muchas veces, caen en la Gran Armadilla sin notarlo. El psicoterapeuta reencarnacionista debe ayudar a desvelar la engañifa de las ilusiones de sus pacientes y permitir a sus Esencias tomar el poder.
Las familias de Espíritus encarnados, estructuradas tal como están, bajo un prisma no reencarnacionista, con sus rótulos de padre, madre e hijo como estados reales y absolutos, son la mayor fuente inicial de competiciones y disputas, pues generalmente ahí están los reencuentros de Espíritus antagonistas, en busca de armonización. Nosotros creemos que somos esos rótulos ¡y el no darnos cuenta de estar viviendo esos papeles en esta encarnación, muchas veces hace que todo parezca pesado en demasía! Es realmente doloroso y poderoso un conflicto entre un padre y un hijo, entre una madre y un hijo, entre hermanos, pues el resentimiento, la rabia, la sensación de rechazo, de abandono, en esas interacciones, son las más fuertes que vivenciamos en una encarnación.
La necesidad de psicoterapia es imperiosa y auxilia bastante a los participantes en esos dramas, pero si esa psicoterapia analiza esas cuestiones desde el punto de vista reencarnacionista, además del auxilio, aportará una enorme ampliación en la comprensión de esos conflictos. La Psicoterapia Reencarnacionista trabaja sobre la finalidad potencialmente benéfica de las situaciones “negativas” en una encarnación, y se puede empezar cuestionando la razón de haber venido como hijo de aquel padre, de aquella madre, hermano de aquel desafecto, etc. La información de una posible necesidad de tener que pasar por esa situación, de haber previamente tomado parte en esa concertación familiar, de estar rescatando algo, en fin, la inclusión de los principios reencarnacionistas en la consulta psicoterápica, puede hacer que una postura de víctima se convierta en una actitud de interés por saber más sobre la reencarnación, en comprender por qué las cosas suceden y qué es lo que estamos haciendo aquí en la Tierra.
La Psicoterapia Reencarnacionista, creada hace cerca de 10 años, que actualmente se va difundiendo rápidamente por todo el Brasil a través de los Cursos de Formación, está indicada para terapeutas reencarnacionistas que ya no quieren trabajar solamente con la vida actual de sus pacientes y para las personas que desean aprovechar verdaderamente esta encarnación, saber para qué han reencarnado, y asimismo acerca de cómo van encaminados en su proyecto pre-reencarnatorio.
Véanse en el Sitio Web link de nuestra Asociación Brasileña de Psicoterapia Reencarnacionista más informaciones sobre esta revolución.
