¿Qué hago con el miedo a sufrir antes de morir?
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 12/06/2013 09:42:08
Traducción de Teresa - [email protected]
Está claro que todos deseamos llevar a cabo nuestro tránsito del mejor modo posible. Ya tuve pacientes que “¡soñaban morir durmiendo!” Otros que alucinaban con el solo pensamiento de pasar por el proceso de morir en sufrimiento. Ciertamente lo mejor es tener un ataque al corazón repentino y marcharse de una vez, me han dicho algunos.
Sea como fuere, no puedo dejar de pensar en el modo de morirnos como otro más de nuestros escenarios emocionales creando realidades. El miedo mayor quizá sea el de la revelación de nuestro inconsciente más profundo por la forma en cómo nos moriremos. Cuestiones implicadas en un posible sufrimiento tienen que ver con: si la vida ha valido la pena de ser vivida, o incluso sobre si ha valido para algo.
Siempre compongo mi percepción asociando las múltiples verdades que surgen en los momentos de cuestionamiento, y en ese intrincado tema también me atrevo a incluir algunas dudas como respuestas posibles. Me permito añadir a los escenarios situaciones totalmente desconocidas para todos nosotros y que literal y fatalmente van a matizar el postrer momento. En ello incluyo accidentes en el recorrido, o sea, morir en el momento equivocado, pero simultáneamente también pienso que nada es obra de la casualidad. Por otra parte, también creo que algunos tipos de muerte pueden ser karmáticos. Y, siendo así, ¿cómo sería lidiar con esas contradictorias vertientes? Vamos a enumerar posibilidades:
1 - Los escenarios emocionales más profundos revelándose en el proceso de morir. De ahí las muertes por enfermedades, y en el pack, aparte del sufrimiento físico, la posibilidad de experimentar situaciones de amparo, desamparo, acogimiento o no de los más cercanos. Todo ello como creación inconsciente de realidades en la tentativa de curación emocional de las carencias afectivas, de los odios y de los resentimientos mal resueltos durante el período de una vida.
Los sentimientos son exteriorizados por medio de enfermedades que pueden evidenciar enojo contra uno mismo, culpas, suicidio enmascarado. El propio miedo a morir puede originar un tipo de muerte dolorosa, a cuenta-gotas, ello porque, aparte de los apegos, también existe la creencia de que morir duele… Pero… ¿Será cierto? Todo es construcción de realidad en escenarios proyectados en el cuerpo y en el entorno.
2 - Accidente en el recorrido: Una vez vi, en un noticiero de Japón, una mujer que iba andando por una calle y al pasar por delante de cierto edificio un hombre se arroja de uno de los pisos altos cayendo sobre ella. Se mató, llevándosela con él como víctima. Una historia con una situación incógnita, puesto que jamás sabremos si fue obra del acaso, accidente en el recorrido, creación de realidad o karma. Otra escena inusitada del mismo orden ocurrió en la muerte de un chiquillo cuando la familia volvía en coche de un viaje. En la pista opuesta a aquella por la que circulaban, una rueda se desprendió de un autobús en marcha, y en una fracción de segundo salió rápidamente rebotando, pasó a la pista en que ellos estaban, cayendo sobre el techo del coche justo sobre la cabeza del niño, quien, con el impacto, fallece inmediatamente. Es interesante, nada les sucedió a los demás ocupantes del coche. Y las preguntas que restan giran en torno a si sería obra del acaso, del destino, o del karma, lo cual difícilmente llegaremos a averiguar con certeza.
Hoy estoy de acuerdo con la visión de la física cuántica, más específicamente en lo que atañe a la experiencia de la doble rendija. Explanando brevemente el fenómeno: Evidencia de que un chorro de luz (fotones) en estado de ondas, o sea, no material, puede convertirse en partícula (materia) debido a la mirada de algún observador del acontecimiento. A partir de la transformación de onda (no materia) en materia (partícula), algo que los físicos suelen llamar “colapso de la materia”, suelen aparecer rumbos y comportamientos diferentes de la lógica prevista. En el caso de la muerte en sí, sea por el dolor o por cualquier otro tipo de situación, podemos entenderla como resultado de nuestra mirada hacia nosotros mismos. Durante nuestras vidas materializamos infinitas cuestiones existenciales, incluso el modo en cómo vamos a morir.
Se dice que aquello que más temes es lo que recae sobre ti. No sabemos qué potencia tiene eso, porque tampoco sabemos acerca de los pensamientos subliminales de sobrevivencia que pueden estar en lucha contra estas imágenes fatalistas difíciles. La clave de salud, por tanto, será siempre conocerse lo mejor posible y además, adueñarse del poder personal hasta el punto de trascenderse, convirtiendo realidades emocionales indeseables en algo satisfactorio, incluso la propia muerte. Tú puedes y mereces ser mejor, a fin de cuentas, es más que sabido que los pensamientos malos y los miedos sombríos tienen la capacidad de oscurecer días luminosos que pueden estar bien delante de ti.
Habilítate para atravesar el velo de la oscuridad y haz lo necesario para reprocesar lo que no esté bien. Hay innumerables caminos para lograr este intento, a mí particularmente me encantan las técnicas de reprocesamiento y de abordajes directos al inconsciente que aplico.