QUÉ PUEDE ESTAR POR DETRÁS DE TU ESTRÉS
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 13/01/2022 14:17:21
por Márian - Marta Magalhães
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Traducción de Teresa
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¿Te sientes estresado?
El estrés se considera el mal de la actualidad. Se ha constatado que la mayor parte de las dolencias y desequilibrios del ser humano le prestan contribución. 'Stress' en inglés significa tensión o presión, y nosotros lo sentimos como resultado de las exigencias de nuestro trabajo, estudio, cuestiones familiares y personales, que nos agobian haciendo surgir emociones y pensamientos de baja vibración, los cuales acaban sacándonos de quicio y causándonos trastornos a todos los niveles, tanto físicos como mentales, emocionales o espirituales.
Pero sabrás que la presión puede no venir únicamente de fuera, sino estar en tu interior. Como algo sutil e insidioso. Comprende que la verdadera causa del estrés puede ser tu propia mente.
Hemos de aclarar algunas cosas para mirar el estrés desde otro ángulo. Realmente sufrimos una enorme influencia del mundo material y son nuestros cinco sentidos físicos los que tienen la función de llevar a nuestra mente las sensaciones producidas y convertirlas en ideas, dolor o placer. Lo cierto es que los sentidos serían instrumentos perfectos de aprendizaje para nuestra evolución, si su utilización por parte de la mente fuese desapegada y sabia; pero ella los emplea muy mal. Ocurre que nuestra mente, cuando todavía está inmadura y desentrenada, desvirtúa aquello que percibe debido a la intervención de su más denostada creación, el ego.
Lo que sucede es que el ego, nuestro "falso yo", al recibir las informaciones del medio, las convierte en emociones y sentimientos ligados únicamente a sus falsas creencias, deseos y aversiones, que entonces se convierten en baja autoestima, envidia, ira, arrogancia, orgullo, afán de posesión, etc.
Entonces podemos afirmar que en realidad el mayor responsable de causar estrés es el ego. Es esta parte de nosotros mismos lo que verdaderamente nos desequilibra y nos descentra. El ego contempla el trabajo, el estudio y las relaciones únicamente como juegos de poder, de posesión y de placer físico, pero en realidad deberían ser mirados como la inmensa fuente de la satisfacción interior.
De hecho, quienes trabajan, estudian y se relacionan basándose en el Amor verdadero no sufren estrés. Si las gentes fuesen más fieles a su esencia, a su corazón, y no a su ego, elegirían opciones más sensatas y evolutivas, y evitarían el estrés.
Por tanto, la mayor causa del estrés y del sufrimiento humano proviene de nuestro ego. Pero no debemos sentirnos culpables por dejarnos engañar por nuestra propia creación, pues esto es algo natural en el proceso evolutivo. Somos como niños aprendiendo a caminar, tropezando y levantándonos hasta ser capaces de seguir adelante solos.
Lo que podemos hacer entonces para anular nuestro ego y acabar con el estrés es reconectarnos con nuestro verdadero Yo, con nuestra esencia, esa que forma parte del Todo y que posee una visión clara de la vida y de los pasos que debemos dar.
Bueno, la práctica más ancestral que se conoce para ello es la Meditación, en verdad un método científico, no místico como muchos suponen, y con beneficios ya comprobados por la ciencia actual. El objetivo de la meditación es educar la mente para que ésta ejerza de forma creativa y sabia su verdadera función de mediadora entre el espíritu y la materia. El trabajo de la mente es decodificar aquello que la vida nos ofrece como experiencia, ayudándonos a discernir las mejores opciones que hemos de elegir para evolucionar y así servir con Amor al Universo.
La práctica de la Meditación, contra lo que muchos piensan, no es difícil, sólo requiere disciplina y concentración. Con el ejercicio diario de tan sólo 15 minutos por la mañana y otros 15 por la noche, es posible alcanzar el estado meditativo, el contacto con el verdadero Yo. A medida en que se progresa en los ejercicios, la persona acaba teniendo otra visión de sí misma y del mundo, encontrando la calma y la paz interior necesarias para lidiar con sus cuestiones diarias.
La vida deja de ser una fuente constante de estrés y sufrimiento y pasa a ser mirada como una gran oportunidad de comprensión, para liberarse de la ignorancia acerca de uno mismo. Con el tiempo la persona aprende a discernir entre la voz del ego y la voz del YO, hasta que la voz del ego se va haciendo cada vez más débil y la voz del YO pasa a prevalecer, indicando con clareza el camino de la paz y de la felicidad.
Al meditar, somos invitados a investigar nuestros sentimientos. siendo sobre todo imparciales. Las cuestiones surgen del fondo de nuestra alma haciéndonos reflexionar y sorprendiéndonos con sus respuestas.
Medita y Reflexiona.
Tú ¿haces lo que tu corazón te dice, o estás siempre procediendo conforme a lo que dicen otros? ¿Eres inflexible y sólo actúas de acuerdo a tus creencias, que pueden estar trasnochadas y llenas de prejuicios? ¿A qué nivel estás siendo contrariado? ¿Esperas demasiado de ti y de los demás? ¿Habías idealizado algo y esto no se está realizando? ¿No sabes aceptar las diferencias?
Acepta un consejo, sé verdadero contigo mismo y no te quedes únicamente echando la culpa a otros o a las circunstancias de la presión que sufres.
- No niegues tu real naturaleza.
- Sigue a tu esencia luminosa.
- Elige únicamente opciones basadas en el Amor y en el Bien.
Busca el silencio en la meditación para encontrar la Paz y el Equilibrio innatos en tu interior.
Asume tu Conciencia Pura y verdadera. Amable y amorosa.
Así ¡adiós estrés!
Namasté
Márian
