¿Quieres mejorar el Mundo?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 04/12/2012 13:51:20
por Renato Mayol - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Querer actuar de una forma correcta, digna y ética parece fácil, pero cuán frustrante es sorprendernos, con frecuencia, fallando en nuestros buenos propósitos. Cuando no oímos la voz interior, acabamos convirtiéndonos en instrumentos de ofensa, de discordia, de desesperación, de tristeza, de guerra y de muerte.
Si, en vez de solo oír, nos decidiésemos a escuchar con el corazón aquello que los demás intentan expresar en cuanto a lo que sienten y piensan, la conciliación y la unidad harían el milagro, pues todos juntos y alineados seríamos capaces de mejorar este mundo.
Si, en vez de solo mirar, nos decidiésemos a ver con el corazón los niños, los enfermos y los que sufren, pondríamos más en práctica el amar a los demás como nos gustaría ser amados, porque el ser humano frágil causa emoción. Una emoción que hace brotar lágrimas y palpitar fuertemente el corazón que entonces se abre al amor. Un amor especial, indescriptible e ilimitado que se extiende a todos los seres y a todo el Universo. Un amor que sirve de combustible para otros niveles de conciencia. Un amor que abre las puertas a la Libertad.
Y para quien desee ser agraciado con tal amor incondicional y mejorar el mundo, los Maestros de Sabiduría han legado enseñanzas preciosas, tales como:
La intolerancia es la madre de todos los problemas.
Mira tu prójimo y contempla en él tu propio reflejo. Cada uno a tu alrededor refleja algo de ti mismo. Presta atención a quien te desagrada, pues con gran probabilidad estará reflejando cosas desagradables de ti, que no eres capaz de ver en ti mismo.
Siempre que estés atravesando una situación difícil, pregúntate cuál es la lección que te está siendo enseñada. Cuando encuentres la respuesta proveniente de tu introspección, los caminos te serán más suaves.
Practica el sentimiento de la compasión compartiendo los dolores y el sufrimiento de aquel que sufre desgracia, sin hacer juicio alguno acerca de esa situación.
Ama al prójimo como a ti mismo y haz a los demás lo que te gustaría que te hiciesen a ti, pero sin esperar nada a cambio, pues si esperas retribución o gratitud por tus acciones, serás víctima del grillete del apego.
Lo que quiera que hagas, no sea para ser admirado y envidiado por los demás. Tan solo agradece a quien te propicie ocasión de prestar servicio.
El ser humano más necesita amor cuando menos hace por merecerlo.
La amistad más importante es la tuya contigo mismo. Es ser tú mismo tu mejor amigo. Mientras no sea así, estarás dividido, estarás contrariándote y no oyendo tu voz interior.
No rumies pensamientos sobre ofensas recibidas.
No juzgues a otros y tampoco te juzgues a ti mismo. Perdona a los demás y perdónate a ti.
No rehúyas el sexo, la ambición, el poder, el dinero. Acéptalos y sé plenamente consciente de ellos. Así podrás percibir lo insignificantes que son y podrás trascenderlos.
Intenta estar plenamente consciente de lo que dices, de lo que piensas y de cualquiera de tus actos. Si lo consigues, tu consciencia ya no será la misma y tendrás una percepción expandida.
No te apegues demasiado al cuerpo ni a la vida, sino no tendrás coraje suficiente para alzar el vuelo y liberarte de la atracción que te prende a la Tierra.
Con estas enseñanzas y por la meditación es posible mejorar el mundo. Todo depende de un sincero, dedicado y continuo trabajo de cada uno consigo mismo. Por tanto, si realmente deseas mejorar el mundo, empieza por mejorarte a ti. Para ello, presta atención a todo cuanto haces. Obsérvate, analiza, y, sin intentar justificar tus errores, reconoce tus fallos cuando te equivoques. Si eres sincero contigo mismo, percibirás lo mucho que tienes aún que empeñarte para llegar a ser tan solo un poquito mejor. Pero no te desanimes, pues los esfuerzos individuales, por pequeños que puedan parecer, nunca serán desperdiciados porque la suma de los esfuerzos origina un campo de fuerza capaz de provocar repentinas y grandes mutaciones. Esfuérzate sin preocuparte por los resultados, pues ellos serán una consecuencia natural. ¡Y con la suma de tus esfuerzos, ciertamente estarás ayudando a la construcción de un mundo bastante mejor!