Reconoce tu importancia en la vida y no la niegues
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 31/07/2012 12:13:11
por Nelson Sganzerla - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Autoestima a la baja, a menudo por problemas meramente estéticos: estamos fuera de nuestro peso ideal, nos sentimos fuera de los reflectores del mundo donde se predica la belleza estética. Fuera del peso, somos mirados como personas descuidadas y sin ninguna preocupación por la salud.
Eso es lo que hay por ahí en los medios y en el día a día.
Basta poner la televisión y depararse con programas que hablan de obesidad, dietas, tanto a base de medicamentos o de alimentación natural, fórmulas milagrosas de fitoterapia, sistema de adelgazamiento por control de las calorías consumidas diariamente, teorías y teorías, pero no siempre se encajan con la realidad de una persona que está fuera de peso.
De nada sirve tratar de adoctrinar a las gentes para que sigan determinados programas de salud si no están preparadas para eso.
Esas decisiones, podéis creerlo, están en cada uno de nosotros, o sea, en cada individualidad; hay por detrás de ello problemas psicológicos que han sido somatizados a veces durante años; no será ningún programa de dieta lo que va a solucionar un problema de la mente.
Hoy vivimos de modismos, todo lo que está ahí es para el provecho lucrativo de las grandes industrias de alimentación y salud. ¿Por casualidad has visto, en la época de tus abuelos, que se hiciesen ejercicios? (que conste que el ejercicio físico lo considero muy importante) ¿O algún tipo de dieta? ¿Acaso conocían la palabra colesterol? ¿Se alimentaban de productos diet o cero grasas trans?
¿Y cuánto tiempo vivieron y disfrutaron de una buena vida con mucha salud? Obvio, nadie aquí es necio hasta el punto de llegar a altas exageraciones, hoy en día la expectativa de vida ha aumentado y por el hecho de vivir más son necesarios ciertos cuidados, que antiguamente quizá no lo fuesen.
Pero cuál es el punto: somos esclavos de esos medios, que a través de esa doctrina nos hacen tener la creencia del hermoso canon de belleza sin el cual no nos sentimos bien. Dejamos, entonces, que una baja autoestima invada y se apodere de nuestro ser y así pasamos a buscar fórmulas infalibles para estéticamente estar bien, pero no por la salud de nuestro cuerpo y de nuestra mente, sino para estar dentro del canon de belleza que nos fue inculcado en nuestra mente.
En la cultura oriental, la gran preocupación es una mente sana. En general, no vemos a ninguna mujer oriental preocuparse por la belleza de su cuerpo o de su rostro; y si nos fijamos, hay mujeres hermosas sin ningún recurso de plástica, o sea, rostros naturales y cuerpos naturales en perfecta armonía con el universo. Lo que nos falta es nuestra propia valorización, aquello que somos como personas o individuos; nos falta valorizar nuestro SER y entender definitivamente nuestro papel aquí en el Planeta Tierra.
¿Cuál sería ese papel?
Nuestro valor como persona, en la condición de padre y madre, en la condición de hijos, amigos, compañeros, maridos, esposas, novios, amantes, profesionales; todos nosotros sin excepción, poseemos relevante papel en la convivencia, con aquellos que apreciamos y en sociedad; con independencia de si somos estéticamente guapos o no, somos valorados por lo que somos y por el papel que ejercemos en la vida de cada una de las personas con las cuales convivimos.
El gran error consiste en creer que todo está fuera, es cargar la responsabilidad de todo nuestro sufrimiento sobre el mundo externo, cuando la gran responsabilidad de nuestra vida, tanto para el sufrimiento como para la felicidad, está dentro de nosotros, y somos los únicos responsables por nuestra vida.
No comprendemos el valor que tenemos en la vida de las personas que conviven con nosotros, caemos en depresión, por considerar que no tenemos ninguna importancia o que no nos dan ninguna importancia, que no somos amados por lo que somos; pero somos nosotros mismos quienes no nos damos esa debida importancia.
Estamos fuera de peso, tenemos las arrugas de la edad o nos falta aquella lozanía de la juventud; lo queramos o no, la vida está siguiendo su curso y no volveremos a tener el mismo peso de la juventud ni la misma piel; no obstante, una mujer con cierta edad tiene su belleza, basta tener ojos para ver.
Sé necesaria en el seno de tu familia y verás cuánto aportarás al bienestar de tus hijos en lo que concierne a la falta que haces en el gobierno de tu hogar.
Trata de vivir sin la presencia de la persona que amas y verás cuánta falta os haréis el uno al otro.
Aléjate de un amigo durante un determinado tiempo, y siente la falta y la importancia de la presencia de ese amigo, en todas las conversaciones íntimas que os confidenciabais el uno al otro.
Esto son factores relevantes en tu vida como persona que eres. Y nos olvidamos de esto y procuramos mejorar nuestra autoestima de un modo fabricado o industrializado, como los envases coloridos de zumo de naranja que compramos en un supermercado, todos con un mismo canon de belleza.
No niegues tu importancia ni tu belleza, entiende que si tú misma no te aceptas, el mundo no te aceptará una vez más; no está fuera sino dentro, la belleza de la mujer está en su naturalidad, en su sonrisa, en el brillo de los ojos, en la sencillez de los cabellos todas las mañanas. En su delicadeza y en su levedad al caminar. Necio es el hombre que no lo ve así.
Todos sin excepción tenemos importancia aquí en este Planeta Tierra, pues todos tenemos la bendición de nuestro Padre Celestial; y seamos ricos, pobres, fuera de peso, viejos, jóvenes, niños, tenemos la belleza que es solo nuestra.
Y no hay tratamiento de estética en el mundo que nos vaya a poner mejor. Si no viene nuestra belleza de dentro y si no la valoramos. Y lo principal, no negarla.
Piensa en ello…
