¡Relación abusiva no es amor!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 20/06/2019 08:23:37
Autora Ana Carolina Pafetti -
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Traducción de Teresa -
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La relación abusiva está cada vez más presente en nuestra sociedad. Es una relación donde predomina el exceso de poder sobre el otro. Es el deseo de controlar a la pareja. Ese comportamiento se inicia de modo sutil y poco a poco rebasa todos los límites causando mucho sufrimiento.
La víctima del abuso generalmente no ve la situación o simplemente rehúsa admitir que la persona amada sea un agresor abusivo. Los principales factores de una relación abusiva son los celos y el ansia de posesión exagerados, control sobre las decisiones y actos de la pareja, violencia verbal, aislamiento de la pareja de la convivencia con amigos y familiares y, como consecuencia, la persona se vuelve frágil y se le hace más difícil salir de esa relación. Para identificar una relación abusiva, la persona debe estar atenta a las señales y excesos en lo que atañe a control, ansia de posesión, celos, agresividad; y cuestionarse si tales actitudes le han estado causando incomodidad o malestar frecuentes.
Si en los últimos tiempos te sientes criticado, tenso, triste, angustiado, rechazado, humillado, con baja autoestima, sin control sobre tu vida, aislado, culpado por todo lo que sucede, obligado a mostrarte feliz o a hacer al otro feliz para evitar una disputa, esto indica una relación abusiva.
Cortar una relación enfermiza es lo más difícil de hacer, porque hay un contacto muy cercano entre la persona y tú. Y si a eso añadimos la manipulación, se pone todavía peor. El abusador siempre intentará justificarse por todo lo que hace, ya que está convencido de estar en lo cierto. Otras dificultades para salir de una relación de ese tipo suelen ser la inseguridad, la incertidumbre, el miedo a las reacciones de la pareja, creer que ésta podrá cambiar de actitud.
El abuso emocional hace un enorme daño, y en muchos casos ese daño puede ser permanente. Por eso se dice que es más peligroso que el abuso físico. La víctima de esa violencia cambia su actitud, su estilo de vida, sus costumbres para agradar a la pareja. Si bien las dificultades estén presentes, es fundamental que la persona identifique una relación abusiva, busque ayuda y cuente con el apoyo familiar, esencial para sentirse acogida, amada, protegida y segura.
No hay dolor que dure para siempre, y esto va a pasar. La pesadilla ha terminado, tú ahora puedes recomenzar tu vida. Valora cada minuto de tu libertad, ámate a ti mismo más que a cualquier otra cosa. Que todo aquello tan malo que has vivido sirva de ejemplo a otras personas que están en la misma condición, a fin de que busquen ayuda, que toda tu valentía inspire a otras mujeres a salir de relaciones insostenibles. ¡Tú estás libre y mereces ser muy feliz!