Relaciones abusivas y violentas, ¿cómo ayudar a quien pasa por esa situación?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 17/11/2018 08:44:30
Autor Roberto Debski
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Traducción de Teresa
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Una alumna mía, abogada, del curso de Constelaciones Familiares, hizo la siguiente pregunta que creo interesante compartir para comentar sobre las relaciones abusivas:
"Me gustaría saber cuál es la visión sistémica, sobre tener conocimiento de una agresión a mujer en ambiente familiar. Esto me está afectando demasiado. He intentado quedarme en mi posición y respetar la "elección" de la persona. Sin embargo, me siento en conflicto con la cuestión legal y hoy pensé que en ese sentido la Ley es mayor que todos los involucrados".
Mi respuesta basada en la visión sistémica:
La reacción natural cuando somos testigos de un caso de esa naturaleza es indignarnos y sentir enormes deseos de prontamente resolverle esa situación al otro, salvando a la persona que está sufriendo y quizá incluso castigando al agresor.
Vamos a reflexionar sistémicamente sobre esa dinámica de relación tipificada en su cuestión (el caso de mujeres adultas y que podrían defenderse pero no lo hacen, a diferencia del caso con personas realmente indefensas, como niños o enfermos).
Sabemos que en situaciones semejantes cuando alguien se incomoda, decide intervenir, lleva el caso ante las autoridades o anima a la mujer a hacerlo interponiendo una denuncia, tras cierto tiempo la mujer agredida retira la denuncia y vuelve a convivir con el agresor en la relación abusiva. Todo seguirá como antes, causando indignación en aquel que quiso "ayudar", quien puede incluso sentirse engañado y traicionado en su esfuerzo.
Primero, contemplemos sistémicamente a la persona que no consigue salir de una relación abusiva.
Entra en la relación con un abusador supuestamente como inocente, no obstante, ambos forman parte de una dinámica enfermiza que traen de sus familias de origen.
Arrastran enmarañamientos con los cuales se identifican, que los unen como pareja y reproducen la dinámica enfermiza.
Todo abusador fue abusado o se identifica con abusos en su sistema familiar.
La persona agresiva sufrió agresiones que originaron traumas, o pueden estar ligados a traumas heredados transgeneracionalmente.
Sólo saben relacionarse de esa manera, son al mismo tiempo agresores y víctimas, no consiguen vivir relaciones sanas, hacen sufrir y sufren en su dinámica enfermiza de relación.
Y aquellos abusados y agredidos que no salen de la relación son tan enfermos como sus compañeros agresores y abusivos, ya que en una relación existe la "Ley del 50%".
Esa ley sistémica determina que cada cual es responsable por exactamente la mitad de todo lo que sucede en la relación, tanto lo bueno como lo malo; ambos son co-responsables por la relación que han creado y mantienen.
Una relación abusiva es una relación del tipo Triángulo Dramático (TD) descrita por el terapeuta Karpman, del Análisis Transaccional.
Los tres polos de esa dinámica enfermiza son la Víctima, el Villano (o Agresor) y el Salvador.
Lo que ocurre cuando nos implicamos en esa relación tratando de obligar al otro a aceptar nuestra "ayuda", es que entramos en la triangulación, asumiendo la función de Salvador, en un primer momento; sin embargo, podemos estar seguros de que los papeles o funciones del Triángulo Dramático (TD) se turnan, como en el caso descrito, y la relación enfermiza no tiene fin.
Si somos el Salvador en nuestra familia ayudando siempre a las Víctimas, y en alguna ocasión no podemos hacerlo, nos convertimos prontamente en Villanos, y pasamos entonces a defendernos de las acusaciones que nos hacen, ahora en el papel de Víctimas de la ingratitud de aquellos a quienes siempre hemos ayudado. Y así sucesivamente. No tiene fin ese ciclo vicioso en ninguna de las funciones del TD. El Triángulo Dramático (TD) es un éxito en las novelas, canciones, reality shows y representa en arquetipo de las historietas de súper héroes. Éstos pasan todo el tiempo salvando a las pobres víctimas de los villanos, pero no tienen vida propia, no consiguen casarse o asumir un compromiso personal. ¿O ha visto alguien que saliera bien el matrimonio del Súper Hombre con Lois Lane?
Cuidado, pues si vives cerca de alguna persona que asume una posición de víctima, muy probablemente estarás invitado a asumir el papel del Salvador, o quizá del Villano.
En el caso que mencionas, de esa mujer de tu familia que sufre abuso, si cabe en este ejemplo ten cuidado de no ser tú la salvadora, mejor ofrece ayuda sistémica, en los moldes que hemos aprendido con Bert Hellinger en el libro "Órdenes de la Ayuda". Mira al otro como adulto, observa la situación sistémicamente, no te consideres mejor que ella (o que tus padres), no pienses que sabrías una mejor manera de salir de la situación, actúa con compasión sistémica. Cuando seas invitada a participar en cualquier relación en el formato de Triángulo Dramático (TD), reflexiona antes de aceptar. Sólo te impliques aportando soluciones saludables, no agravando las dinámicas enfermizas.
Además de con nuestras familias, como terapeutas, abogados o pedagogos debemos estar muy atentos para no envolvernos de esa manera en las relaciones, o las agravaremos y nos enmarañaremos junto con nuestros clientes, pacientes y alumnos.
Roberto Debski
Médico y psicólogo. Facilitador en Constelaciones Sistémicas.