Rex, un perro que volvió del mundo espiritual
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:25
por Wilson Francisco
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Traducción de Teresa
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"Cierta vez durante un trabajo espiritual, fui a atender a un amigo, también médium, que parecía estar muy triste", dice mi amigo Baltazar. "¡Así que entré en contacto con su energía, pude percibir mediante la clarividencia, que el perrito que fue su mascota estaba sentado a su lado! El perro había muerto hacía unos días, con mucha edad y ya muy debilitado.
Dije a mi amigo, que también estaba viendo el espíritu de su perro:
-César, ¿percibes a Rex ahí a tu lado?
-Sí - contestó.
-¿Ves como él está bien? ¿Y feliz?
-Sí - repitió.
-Entonces, por qué estás tú tan triste?
-Porque... (llorando) Porque lo echo mucho de menos, era mi gran amigo, mi compañero. Todos los días, cuando llegaba a casa, me sentaba en el sofá y él venía y se tendía sobre mis pies... Estaba conmigo hasta el momento de irme a dormir. Yo lo bañaba, le daba de comer, era mi verdadero amigo.
Yo me había fijado en que un hilo muy tenue, que recordaba un hilo de una telaraña, ligaba el Chakra cardíaco de ambos. Insistí, entonces:
-César, con ese sentimiento tuyo de apego, tú no estás permitiendo que él se marche. Él ha venido a despedirse. Dios te ha permitido verlo para que te sientas mejor y lo dejes recorrer su camino en el mundo espiritual.
-¡Pero no lo consigo! - repetía él.
En ese momento ocurrió algo extraño, algo que yo nunca había presenciado. Una energía sutil me envolvió. No había sentido nunca ese tipo de energía, todo parecía diferente. Fue cuando, mentalmente, Rex empezó a establecer contacto conmigo. Él me transmitía impulsos que eran traducidos por mí como palabras. ¿Sabes aquellos momentos en que las emociones se adueñan de nosotros y hablamos con el corazón?
Él expresaba gran felicidad porque César lo había cuidado con tanto amor y dedicación. Daba las gracias a César por haberlo aceptado, pues se lo había regalado otra familia, que no estaba en condiciones de cuidar de él.
En ese instante César se puso a llorar y a sollozar. Rex continuaba en paz y alegría y "dijo" que ellos volverían a encontrarse en el futuro. Ahora tenía que marchar, todavía le quedaba una jornada...
"Costándole mucho y con mucho llanto, César logró liberar a Rex de las ataduras emocionales que prendían el uno al otro".
Este encuentro puede ser un nuevo ejemplo que nos sugiere la continuidad de la vida después de la muerte, tanto para los humanos como para los animales.
El amor y la gratitud deben continuar, ya no en forma de apego, sino como Amor incondicional y gratitud sin límites. Esos sentimientos libertan. ¡La felicidad del otro es imprescindible!
Por otra parte, podemos ver que la mediumnidad, en esa experiencia, surge como una dádiva divina para el médium, que se convierte en un puente de luz para que Rex, el fiel escudero, realice su transición, mientras su amigo/tutor César tenga merecimiento para transformar lágrimas de saudade en energía del Bien, ¡que crea la posibilidad de unir espiritualmente y desapegar emocionalmente!
A título de investigación psíquica, destaco la percepción del médium, en lo que atañe a una energía diferente que permitió al perro "hablar". ¡Es posible que en el futuro el ser humano común también llegue a aprender el lenguaje del corazón!
Me acuerdo de tía Luisa, directora de un pequeño grupo vocal en la FEESP, que se le entendía perfectamente lo que ella "decía" con las manos, pues el amor es una energía de alta frecuencia vibracional y también puede ser transmitido incluso por la "mirada".
La humanidad está evolucionando con el cambio de las costumbres; criamos al perro como a una persona y el animal responde con actitudes emocionales, inteligentes y espirituales. Este y otros muchos ejemplos son lindos misterios que la espiritualidad manifiesta para ampararnos, confortarnos y esclarecernos en este momento de transición.
Nota: La ilustración es la manifestación del acontecimiento y la hizo el propio médium Baltazar.
