Salir del hoyo – ¿Para qué sirven las palas?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 07/11/2016 11:35:12
Autor Cláudia Cruz
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Traducción de Teresa
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Cuando un cliente comparte conmigo que se está viendo en un hoyo, normalmente hago la siguiente pregunta provocadora:
“En tu opinión, ¿cuál es la primera cosa que debemos hacer cuando nos vemos en un hoyo?”
Y en la secuencia, después de una mirada sorprendida y una cara de interrogación, yo misma respondo: “¡Dejar de cavar!”.
Durante toda nuestra vida buscamos maneras y estrategias de sobrevivencia. Todas ellas bienintencionadas, queriendo siempre algo bueno para nosotros. Utilizamos varios tipos de “palas”.
Una cliente mía, por ejemplo, estaba utilizando la “pala” de corregir e indicar la imperfección en todos, inclusive en ella misma. ¿Cuál era la intención positiva en eso? En palabras de ella: ser vista y amada. Me gusta decir que nosotros (humanos) somos mucho más parecidos que diferentes… ¿Quién de nosotros no se identifica con esta necesidad?
Y entonces, en esta búsqueda, tomamos nuestra “pala” (o “palas”) para construir algo y nos ponemos a cavar, cavando y cavando con mucha energía. Sólo un detalle: sin darnos cuenta, estamos yendo cada vez más hacia abajo. Haciendo más profundo “nuestro hoyo” hasta el momento en que nos sentimos exhaustos.
¡Y ese es el momento del viraje! Podemos de manera consciente dejar de cavar y, respetando lo que la “pala” quiere para nosotros, encontramos una forma inédita de utilizarla. ¡No hace falta desechar nada! En lugar de utilizarla hacia abajo, la volvemos hacia arriba, hacia donde hay luz, donde está la salida de este hoyo. ¡Ella pasa a estar apilada sobre el montón y se convierte en una escalera! ¡Lo interesante es que podemos apilar cuantas “palas” tengamos y queramos!
En ese momento giramos el foco, del problema para la solución. La energía para apropiarnos de lo que ya tenemos y apilar estas “palas” es mucho menor que la que hace falta para cavar. ¡La vida se hace mucho más llevadera! Y nosotros podemos entonces construir, agradecidos, a partir de toda la materia prima que recibimos, optando por amarnos a nosotros mismos primero.
Hacemos así el camino de vuelta a casa, ¡a quien realmente somos! Al mismo tiempo humanos y divinos. Un camino de “palas” construyendo la PAZ, dentro y fuera de nosotros.
Y tú, ¿qué eliges hacer con tus “palas”?
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