Sensibilidad + Amor = Mujer
por Rosemeire Zago em STUM WORLDAtualizado em 07/03/2009 08:41:31
Traducción de Teresa - [email protected]
Este mes se celebra el Día Internacional de la Mujer. Conmemoraciones, fiestas, homenajes, pero ¿será que eso representa lo que sucede dentro de cada mujer? ¡Mi experiencia en el consultorio dice que no! Son mujeres guapas, inteligentes, algunas realizadas profesionalmente, pero en su interior, infelices, insatisfechas, decepcionadas, lastimadas, tristes, emocionalmente enfermas, pero todas en busca de la esencia que hay en todas: fuerza, coraje, garra, lucha y, principalmente, la sensibilidad y la capacidad de entregar amor, ¡pese a que no todas son conscientes de ello todavía!
En la otra parte, tenemos a los hombres y, desgraciadamente, aún hay muchos contaminados por la educación machista, según la cual no deben llorar ni demostrar sus sentimientos y, así, niegan cada vez más lo que sienten y con miedo, inconsciente claro, huyen. Huyen de la entrega, del amor. Y con esto, hombres y mujeres pierden. Pierden la oportunidad de crecer y, más todavía, de amar y ser amados. Cuestiono el por qué de tantos desencuentros, tristezas y lágrimas. Y percibo que las emociones siempre son el origen de los conflictos, de las disputas, de la infelicidad. Es más que cierto que realización profesional y conquistas materiales no son suficientes para hacer feliz a alguien. La emoción se sobrepone a todas las demás conquistas. Aún buscamos una relación saludable, un compañero con quien compartir cada momento de la vida, alguien con quien intercambiar, por encima de todo, amor.
Algunas mujeres pueden decir que esto no les pasa a ellas, son realizadas, han tenido, o no, a sus hijos, un buen empleo, o un negocio propio, pero ¿serán felices en su relación afectiva? ¿Son correspondidas en su amor? ¿Están satisfechas de cómo están conduciendo sus vidas? Debemos recordar que muchas veces la imagen de alguien independiente, libre, puede ser apenas superficial para proteger un lado emocional debilitado y lastimado. Muchas mujeres se contentan con el confort material que sus compañeros ofrecen, pero porque en realidad quizá sepan que ellos son incapaces de dar el amor que, en realidad, desean.
¿Cuántas mujeres desean el divorcio, pero no tienen el coraje de pedirlo? ¿Cuántas son las que aman y no se sienten amadas? ¿Cuántas se sienten solas incluso estando acompañadas? ¿Cuántas están solas y buscan a alguien que las ame? ¿O bien, mujeres amas de casa, que han abierto mano de su propia vida para cuidar de la casa, de los hijos, de los padres, del marido, y no son siquiera reconocidas? ¿Cuántas no buscan una actividad profesional por sentirse incapaces? Parece que somos capaces de cuidar de todo, pero en ese todo, parece que nos olvidamos muchas veces, de cuidar de nosotras mismas. ¿Por qué huir del desafío de cuidar de sí misma? Sí, cuidar de sí misma para muchas es un verdadero desafío.
A decir verdad, lo que explica muchos de los conflictos y se refleja directamente en las relaciones, es la búsqueda de simplemente desear ser cuidada, protegida, aunque inconscientemente. Alguien puede decir: ¡yo no! ¡Tú sí! ¿Qué error hay en desear una relación basada en compañerismo, amistad, complicidad, reciprocidad y por encima de todo, basada en el amor? ¿Qué error hay en desear a alguien que se preocupe por ti tanto como te preocupas tú? ¿Que te dé atención, cariño, afecto? ¿A quién no le gusta poder contar con un abrazo, un cobijo, después de un día difícil? No hay mal alguno en ello, sea hombre o mujer. Lo que necesitamos es ser coherentes con aquello que sentimos y demostramos, de lo contrario viviremos en conflicto, no solo con el otro, sino con nosotras mismas.
Lo que lleva a la verdadera independencia no es solamente ser capaz de mantenerse financieramente, sino principalmente, ser capaz de enfrentar los temores, los deseos, de ser consciente de lo que se siente y creer que es posible encontrar a alguien que valore todo aquello que entregas sin que te sea pedido. Alguien que sepa reconocer que, más allá de un rostro bonito, existe un ser humano con sentimientos, que llora, reclama, pide, espera, pero también acoge, cuida, anima, y desea por encima de todo, reciprocidad. Al fin y al cabo, somos capaces de dejar lo que sea y acordarnos de hacer una llamada de teléfono, solo para que el otro se sienta importante. Somos capaces de, incluso cansadas, acordarnos de dar un abrazo y preguntar cómo ha sido el día, aunque el propio haya sido pésimo. Sí, somos capaces por encima de todo, de amar y continuar amando, incluso lastimadas.
Por esto y mucho más, tenemos que seguir demostrando lo que sentimos, sin negaciones, fugas o culpas. ¡Tenemos que valorar cada vez más lo muy especiales y únicas que somos, para que así, aun no siendo reconocidas por quien amamos, nosotras mismas lograremos aprobarnos y reconocer nuestro propio valor! Cuando nos demos crédito a nosotras mismas, ya no permitiremos sueños vacíos, relaciones enfermizas, falta de respeto y amor, ni mendigaremos migajas, pues en ese momento seremos capaces de amarnos y estaremos finalmente libres para amar, ser amadas ¡y en fin, ser felices, con quien realmente nos valora! Un día, quién sabe tú te liberarás de la necesidad de que alguien perciba y valore la sencillez de tus deseos, el don innato de entregar y amar incondicionalmente. ¡Ten la seguridad de que nuestro ser es único! ¡Y enhorabuena por nuestro día!