Ser natural
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 26/07/2008 09:10:29
Traducción de Teresa - [email protected]
Saber si estamos procediendo de modo natural, o sea, sin artificios, artimañas o cualesquiera otros recursos, para ganarnos la simpatía del mundo, es una estupenda manera para empezar a conocer quiénes, de hechos, somos.
En cada situación de la vida, hemos de preguntarnos si aquello que estamos realizando nos proporciona alegría, levedad y paz. Si la respuesta es afirmativa ciertamente estaremos siendo naturales, es decir, vivenciando nuestra verdad interior más profunda y no tan sólo reaccionando de modo premeditado para corresponder a las expectativas ajenas.
Seguir a la propia naturaleza es un desafío y tanto, visto que la mayor parte de las personas espera de nosotros un comportamiento estándar, que no vaya contra la regla vigente.
Supongamos, por ejemplo, que un día tú amaneces sintiendo una alegría enorme, sin una razón específica, simplemente basada en el hecho de amar la vida y sentirte feliz por poder disfrutarla, y decides expresar esta felicidad sonriendo y saludando a todos en torno a ti, incluso a los que no conoces. Ciertamente te llamarán chiflado.
El caso es que a alguien extasiado se le tiene por anormal, y la felicidad molesta más que el estado de miseria. A los infelices, todos suelen darles más atención, pues este acto aporta a algunos cierta satisfacción, cierto orgullo de poder consolar a un pobre sufridor.
Los exageradamente felices son envidiados y, muchas veces, tenidos por alienados, ya que el que se ha acostumbrado a ser miserable jamás podrá comprender que la felicidad no necesita razones externas, sino que está presente todo el tiempo dentro de nosotros.
Encontrar la fuente de donde ella surge es, en síntesis, descubrir el secreto que nos hará volver a ser nuevamente espontáneos y naturales.
“La danza y la risa”
La danza y la risa son las mejores puertas, las más naturales, las más fácilmente accesibles para entrar en la no-mente. Si tú realmente danzas, el pensamiento se detiene. Si danzas sin parar, girando, girando y te conviertes en un remolino – todas las fronteras, todas las divisiones desaparecen. Tú ya no sabes dónde termina tu cuerpo y dónde empieza la existencia. Te disuelves en la existencia y la existencia se disuelve en ti.
Y si estás realmente danzando – no controlando la danza, sino permitiendo que ella te conduzca – si tú estás poseído por la danza, el pensamiento se para.
Lo mismo ocurre con la risa. Si estás poseído por la risa, el pensamiento se detiene. Y si llegas a conocer algunos momentos de no-mente, esos vislumbres han de asegurarte muchas más recompensas, que habrán de surgir.
La risa puede ser una bella introducción a un estado de no-pensamiento.
El día en que el hombre se olvide de reír, el día en que el hombre se olvide de jugar, el día en que el hombre se olvide de danzar, ya no será un hombre; habrá descendido a una especie sub-humana. El juego lo vuelve leve, el amor lo vuelve leve, la risa le da alas.
Danzando con alegría él puede tocar las estrellas más lejanas, puede conocer el propio secreto de la vida.
...¿Qué hay de malo en disfrutar de uno mismo? ¿Qué hay de malo en estar feliz? Si algo existe de equivocado, está en tu infelicidad, porque una persona infeliz crea ondulaciones de infelicidad por todo su entorno. ¡Sé feliz!
...Dice el tantra: sé real, sé auténtico contigo mismo. Tu felicidad no es mala, sino buena. ¡Ella no es pecado! Solamente la tristeza es pecado, solamente ser miserable es pecado. Ser feliz es virtud porque una persona feliz no creará infelicidad a los demás. Solamente una persona feliz puede ser un solo para la felicidad de los otros.”
OSHO: A Sudden Clash of Thunder / Zatathustra, The Laughing Prophet / El Libro de los Secretos.