¿Somos Realmente Hermanos?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 15/01/2015 10:53:46
por Maria Cristina Tanajura
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Traducción de Teresa - [email protected]
Somos más de siete billones de seres, encarnados en este lindo planeta-escuela nuestro. Cada uno de nosotros con una visión particular del mundo, con una misión específica que cumplir, con lecciones que aprender y que enseñar. Tan próximos unos de otros, físicamente y a través de las telecomunicaciones, que para poder sobrevivir con relativa paz, es preciso ante todo que nos aceptemos y respetemos con todas nuestras diferencias.
El Ego, que se considera dueño de la verdad, y que existe, más o menos fuerte, en cada uno de nosotros, no acepta fácilmente las opiniones que le son contrarias. Le gustaría reinar absoluto y que todos se subordinasen a sus directrices y creencias. Pero sabemos muy bien que esto no es posible y está equivocado.
Justamente por ser diferentes unos de otros somos importantes, pues nos completamos. Podemos ayudarnos mutuamente, aunque jamás lleguemos a conocer toda la verdad - tan sólo lo que es posible a nuestro grado de evolución y entendimiento.
El mundo está necesitado de aprender lo que significa respetar al otro con sus diferencias. Tener libertad no significa poder afrentar y criticar las creencias de los demás, por muy equivocadas que nos parezcan. Si no somos capaces de hacer eso, lucharemos eternamente entre nosotros y llegaremos a destruir esta civilización nuestra construida con tanto esfuerzo y sacrificio de multitud de hermanos diferentes, en todas las épocas históricas por las que ha pasado la humanidad.
Una vez más Jesús, el gran Maestro, nos enseñó la humildad y la tolerancia de los unos para con los otros, el perdón de las ofensas, pero desgraciadamente muy pocos se acuerdan de vivir Su ejemplo.
Es triste lo que asistimos, cuando hermanos se matan por culpa de creencias diferentes. Esto ha venido siendo recurrente en toda nuestra historia y pienso que es urgente y necesario que pasemos esta página y aprendamos a tolerarnos con respeto.
Siendo nuestro principio creador uno solo, ¿para qué tanta intolerancia, tanta divergencia?
Si viviésemos el Amor que somos y para donde vamos, estaríamos todos mucho más felices. Sin tantos templos lujosos, sin tantos dogmas y prácticas infalibles, sólo aprendiendo a amar y perdonar.
Respetándonos por encima de todo.
¿Qué hermanos somos nosotros, a fin de cuentas? Esta es una reflexión para el comienzo de un nuevo año y que pude ser trabajada a cada instante de nuestras vidas.
¿Cómo recibo las opiniones diferentes de las mías? ¿Acepto de veras la visión nueva que traen los jóvenes que conviven conmigo? ¿Les doy la oportunidad de explicarse, de exponer aquello en lo que creen?
¿Estamos abiertos para recibir lo nuevo que nos desafía a cada instante, con variadas formas de vivir, de aprender, de pensar? ¿O vivimos rodeados de una muralla fortificada que impide el cambio, sea cual fuere?
Mientras estemos encarnados aquí en este planeta, podemos transformarnos - para mejor - y hemos de trabajar por el perfeccionamiento de nuestra vida y por consiguiente, de la de todos.
Si no podemos hablar para toda la humanidad, al menos que nuestras palabras sean de comprensión por el ser del otro, que por miríadas de razones es muy diferente de mí. Ciertamente, no debo aceptar mi error, o el de cualquier otra persona, pero eso no me da el derecho de matar a nadie, sólo porque considero que piensa diferentemente de mí y por eso me fastidia.
Momentos tristes como estos, en que hermanos trucidan a hermanos que ni siquiera han conocido, nos dejan frente a una realidad desafiadora. Es preciso que amemos más, mucho más. El prójimo es aquel que nos encuentra allí donde estemos, aunque de él no sepamos siquiera el nombre. ¿Cuesta tanto sonreír? ¿Cuesta tanto tener un pensamiento de cariño y desear sinceramente el bien del otro? En ese trabajo silencioso, iremos sembrando días mejores para una cosecha futura.
Si escuchamos a los demás con más atención ¿no encontraríamos las verdaderas razones para que tengan las creencias que tienen?
¿Será cierto que sólo a través de la violencia y de la venganza vamos a reformar el comportamiento de los demás? ¿O será que al Amor tiene mucha más fuerza que cualquier otra conocida en el Universo? Quizá el Amor sea la verdadera fuerza. El único camino. Y la esperanza de que un día vivamos en paz.
