Ten en mente ser próspero
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 19/12/2011 12:10:27
por Bernardino Nilton Nascimento - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Es preciso vivir siempre verdaderamente atentos a nuestra fuerza interior, pues, aunque aparentemente no apreciemos diferencia, ella hace que nuestra realidad actúe siempre según elevados estímulos.
Nuestros pensamientos deben ser elevados a las más altas esferas, y ligados permanentemente al poder infinito que tenemos en nosotros. Si procedemos así, iluminadas ideas llegadas con el viento vendrán a clarear nuestra mente, ayudándonos a servirnos de nuestro pensamiento para alcanzar el triunfo.
El secreto de la suprema fuerza está simplemente en la unión entre los agentes exteriores y el poder que opera dentro de nosotros.
Aquel que alimenta ideas de pobreza, pobre será. Procura alimentarte siempre de pensamientos de prosperidad. Sea cual fuere la situación en que te encuentres en este momento, tienes el poder, tienes la fuerza para cambiarlo todo y prosperar.
Así como toda verdad subsiste por sí y solo espera a que la percibamos, todas las cosas indispensables para la satisfacción de nuestras necesidades existen también por sí, aguardando a que nos apoderemos de ellas.
Para quienes sepan hacer un prudente uso de sus fuerzas y convertirlas en energía para la evolución, para el bien, la naturaleza tendrá siempre abiertas las arcas donde se hallan sus tesoros. La gracia es siempre concedida conforme a lo que se pide, pero siempre que se pida con prudencia y justicia. Cuando llegamos a la realización de estas altas leyes, nos liberamos del miedo, de la miseria y de la pobreza. Es cierto que la mayor pobreza es la de la ignorancia. Con ella, tu prosperidad estará siempre en riesgo, haciéndote vivir con un temor constante a todo.
Si de repente pierdes tu empleo, no te dejes dominar por el temor de no encontrar otro, pues tu pensamiento te guiará y te ayudará para el éxito de pronto estar bien y satisfactoriamente empleado. Haz vibrar tu fuerza interior siempre que sufras cualquier perjuicio. Esa energía positiva tuya será como un imán, que atraerá hacia ti una buena colocación, y bastante mejor que la perdida.
Fija tu pensamiento en la idea de que la colocación apropiada llegará en tiempo oportuno. Tu pensamiento, la fuerza del alma y la fuerza del universo, poseen juntos un poder oculto de energías incalculables, siempre que sean empleados con rectitud y prudencia. Has de saber que todos nosotros, por medio de la fe y de la seguridad, tenemos el poder de atraer la prosperidad. Afirma toda tu fuerza y espera, y pronto serás atendido.
No es bueno dejarse llevar por las quejas y las lamentaciones inútiles. Éstas van a interferir en tu fuerza y menguar tu energía. No te amedrentes con las malas sugerencias que te llegarán. Trata de expulsar todas las crueldades con energías vitalizadas por tu fuerza de voluntad, que hará que el mal se revista de formas positivas y sensibles.
Jamás dejes de pensar positivamente. La prosperidad viene a través de los buenos y positivos pensamientos. Quien vive así sabe franquear las barreras con facilidad. Los vientos que vienen de lejos soplan a favor o en contra. Mantener el pensamiento en la prosperidad es atraer buenos y poderosos vientos provenientes del universo.
Si deseas alguna cosa buena y necesaria para ti, algo que pueda mejorar tu vida o aportar una nueva utilidad para con el prójimo, mantén sencillamente en acción el pensamiento constante en esos deseos, porque, en tiempo oportuno, por medios naturales y en las debidas condiciones, entrarás por la puerta del éxito para nunca más salir.
Todo lo que llamamos fruto de la imaginación son realidades y fuerzas de los elementos invisibles. Si pensamos y deseamos ser grandes, pronto lo seremos. Entonces, disfruta la realización de aquello que deseas de verdad, desde las primeras horas del día hasta el momento de tu descanso nocturno. Pronto vas a percibir que algo está cambiando, o mejor, tu vida está cambiando, y para mejor. No hagas planes de empezar el año que viene, empieza ahora a ser próspero, y comienza el año con una nueva misión para tu vida. Sé más humano, más amoroso, más educado, más bondadoso y más próspero.
Los riesgos existen, pero si no conseguimos eliminarlos, hemos de aprender a esquivarlos con sabiduría.
Así es mi vida, fortificada de fe, de certidumbre y de bondad. Una práctica que viene desde la infancia, y por entonces me llamaban soñador. No esperes a tener suerte, sé la suerte y piensa en próspero.
BNN