Tener una mente sana!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 16/07/2018 12:24:33
Autor Paulo Salvio Antolini
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Traducción de Teresa
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Somos bombardeados constantemente sobre los cuidados con nuestra salud física. Cómo debemos proceder con un plan de ejercicios diarios, alimentación equilibrada e higiene también perfecta.
Los ejercicios fortalecen nuestros músculos, la alimentación nos da los nutrientes para un adecuado metabolismo y origina una fisiología (funcionamiento de los sistemas y órganos de los seres vivos) perfecta. La higiene impide las contaminaciones y consiguientes infecciones que de ellas pueden surgir.
Las escuelas, desde los primeros años, estimulan las actividades físicas. También estimulan las intelectuales, el desarrollo de nuestra capacidad de raciocinio. Sin embargo no hay ningún plan de desarrollo de nuestra capacidad de fortalecimiento interior, o sea, de nuestra capacidad de interiorizarnos y con ello incrementar el autoconocimiento y el autocontrol.
El "yo no lo consigo", "yo no soy capaz"; "es que yo soy así" son productos de mentes deseducadas. La mente está deseducada cuando la propia persona no consigue tener el dominio de sus pensamientos. Es una forma menos inelegante de decir que la persona no es dueña de sí misma. No tiene voluntad propia.
Por estar viviendo fuertes expectativas en relación a un viaje, he estado despertándome en las madrugadas, pasando horas con los ojos abiertos. La segunda noche en que esto ocurrió, me propuse aprovechar el estar despierto para meditar. Recordemos algunos significados de esa palabra: "Concentrarse en prolongadas y profundas reflexiones; reflexionar. Someter algo al estudio del pensamiento; ponderar. Hacer un plano cuidadoso de algo; proyectar. Hacer meditación a fin de establecer una relación con elementos divinos".
Por tanto, meditar es mucho más sencillo de lo que se imagina. El silencio de la madrugada facilita la quietud mental. El reflexionar sobre las situaciones de mi vida se ha hecho más fácil e intenso, haciendo posible enorme bienestar.
Al pensar con profundidad sobre las cosas, identificamos causas y factores que están intrínsecamente relacionados con nosotros mismos, favoreciendo así el poder de la transformación y el equilibrio.
Se suele dedicar entre cuarenta minutos y una hora, a menudo diariamente, al ejercicio físico en un gimnasio. ¿Qué tal si instituimos al menos veinte minutos de "gimnasio mental" todos los días? He aquí una receta sencilla y sin costes adicionales:
1. Elige un sitio tranquilo y silencioso (si lo deseas, pon una música suave y baja).
2. Cierra los ojos y respira hondo algunas veces, prestando atención a tu respiración.
2. Deja suelto to pensamiento y acompáñalo, o sea, reflexiona sin recriminaciones y con apertura, identificando tus emociones y deseos despertados por el asunto.
3. Cuando percibas que es suficiente por el momento, haz un resumen de tus pensamientos, respira hondo y abre los ojos.
4. Toma en consideración tus reflexiones para tu forma de proceder.
Lo importante es que tengas en mente que tú eres mucho más que tus pensamientos, tu conciencia supera en mucho el pensamiento corriente, y es en esta conciencia donde se hallan las fuerzas motrices de Voluntad, Disciplina y Persistencia.