Terapia de Vidas Pasadas, ¿por qué no?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2010 11:15:34
por Simone Mascarenhas - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Cuando empecé a interesarme por la Terapia de Vidas Pasadas hace muchos años, solía charlar con algunos amigos sobre ese tema y sus reacciones me causaban sorpresa. Oía siempre un “¿pero tú crees en eso?” O entonces “¿para qué andar revolviendo en esas cosas?” O bien el pomposo “Si Dios echó un velo sobre nuestro pasado, lo mejor es no quitarlo”. Tú estás loca, eso es una tontería, eso es peligroso… y por ahí va.
Loca ¿por qué? Peligroso ¿por qué? Nunca he obtenido una respuesta convincente. Si Dios hubiese querido ocultar nuestro pasado, lo hubiera encerrado bajo siete llaves en una caja, y probablemente tirado las llaves. Pero ¿un velo? Un velo es una cosa delgadita, de lo más frágil, y fácil de retirar.
Los años han pasado. La vida ha sosegado mis preguntas con estudio, trabajo, familia, correría y responsabilidades. El lado sutil de la vida, tan presente en mi infancia y adolescencia, ha caído en el olvido.
Afortunadamente, el mundo da vueltas y en algún momento el despertar se verifica. Ha sido preciso que tuviese serios problemas de salud para comprender que algo equivocado pasaba conmigo.
Nuevamente empecé a buscar respuestas, a intentar conocerme mejor y descubrí que cuando nos abrimos para el auto-conocimiento el universo conspira a nuestro favor, y nos trae las personas y circunstancias para que ese despertar se produzca. En ese período, conocí a la persona que meses más tarde se convertiría en mi terapeuta, hoy un gran amigo.
Por aquella época yo ya había despertado de una pesadilla y ya estaba en un proceso de estudio intenso y de auto-descubrimiento, pero la vida ha tenido que darme un empujoncito extra para que yo tomase la iniciativa y buscase la terapia. Ataques de pánico. Quince minutos de pavor intenso, falta de aire, dolor en el pecho, taquicardia, hormigueo en las manos y en las piernas, sin lograr moverme ni andar, llorando compulsivamente.
En más pánico aún, si cabe, estaba yo el día de mi primera sesión de TVP. La expectativa era grande y el miedo todavía mayor. ¿Qué será lo que va a ocurrir? Comprendo como nadie la ansiedad de un paciente antes de iniciar la primera sesión.
Fueron horas intensas, dolorosas, pero el problema de los ataques de pánico quedó resuelto. Y para sorpresa mía, otras dificultades también. En tan solo una sesión, logré comprender y eliminar una tonelada de carga emocional acumulada durante muchos años. En los días subsiguientes, una sensación de levedad y bienestar como nunca había sentido antes. Las crisis de pánico cesaron, pero aun así, he decidido continuar la terapia. Fueron otras muchas sesiones, pero desde aquel día en adelante he quedado fascinada por las posibilidades ofrecidas por la TVP. Se ha abierto una ventana y me ha mostrado un paisaje libre de sufrimiento. Era eso. Decidí, así, convertirme en terapeuta y empezar otra jornada, la de comprender y ayudar al otro.
La Terapia de Vidas Pasadas o de Vivencias Pasadas hace un estudio profundo de la conciencia humana y de sus manifestaciones, accediendo a porciones ocultadas en el inconsciente, responsables de comportamientos destructivos, auto-sabotaje, trastornos del humor, depresión, aparte de otras innumerables dolencias y desarmonías, pues descorre el velo que encubre nuestros problemas. Descorre el velo de un pasado que interfiere directamente en nuestra salud, en nuestro comportamiento y en nuestras relaciones.
Todos llevamos con nosotros la carga de esas sombras no resueltas, restos no digeridos, fragmentos de voces, sentimientos e impresiones que vibran en nuestro inconsciente y nos hacen sufrir. Durante la terapia, traemos esos episodios al nivel consciente, al presente, y al revivirlos podemos comprenderlos, integrarlos y así liberarnos de ellos.
Como decía Fernando Pessoa, “es tiempo de travesía, y si no osamos hacerla, habremos quedado para siempre al margen de nosotros mismos”.
Salud, serenidad, equilibrio, alegría, deseos de vivir, de aprender, de realizar. ¿Por qué no?