TERAPIA INICIÁTICA
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 16/10/2011 10:45:03
por Mani Álvarez - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
En los tiempos antiguos, las Iniciaciones formaban parte de un ritual religioso de entrada en un estado de conciencia superior, en el cual profundos cambios determinarían un nuevo rumbo en la vida.
Casi siempre sucedía en una Escuela de Misterios, donde los adeptos pasaban por rigurosa selección para aprender las leyes del universo, que incluían nociones de matemáticas, filosofía, metafísica, astronomía, psicología, artes, música, etc.
Pero todo ese conocimiento estaba entreverado por otro, mucho más personal y transformador: el auto-conocimiento. Así, la Iniciación era el portal para un cambio interior que llegaría a determinar la muerte de un modo inconsciente de vivir, hacia un estado consciente de una nueva forma de ser.
Por eso, todos los rituales de Iniciación versaban sobre la muerte y el renacimiento. El conocimiento proporcionaba vivencias radicales y transformadoras, y no se limitaba a un mero saber intelectual como ocurre hoy. Tampoco se restringía a aprender a lidiar con una técnica o instrumento de trabajo. Ser Iniciado significaba poner en práctica todo aquello en que se cree.
En un sentido general, pasamos por diversas iniciaciones en la existencia. Nuestros aprendizajes son nuestros maestros. Cuando de hecho aprendemos las lecciones de la vida, morimos para un modo de ser que causa sufrimiento y renacemos para otro que puede aportarnos más felicidad y realización. La auto-transformación es la meta de toda iniciación consciente.
El camino de una iniciación consciente pasa por la responsabilidad en relación al ‘yo’. Esto significa tomar conciencia del poder y de las pasiones egoicas que gobiernan nuestro comportamiento. En eso difiere sustancialmente de las iniciaciones fortuitas e inconscientes que se producen a lo largo del camino de la mayoría de las personas. El aspirante a una Terapia Iniciática es alguien que se dispone a ser preparado para realmente franquear el umbral – donde la mayoría permanece en estado de inconsciencia.
De modo general, podemos pasar por experiencias y momentos de éxtasis, de raro brillo y serenidad, pero al salir de ellos retornamos a una vida caótica y pautada en la inconsciencia.
Esa es la diferencia entre una Iniciación buscada conscientemente y las iniciaciones espontáneas en la vida. El adepto también puede haber tenido esos momentos, pero no se deja fascinar por ellos y sostiene una perspectiva más amplia de las enseñanzas y trabajos interiores de purificación.
El conocimiento de los antiguos Iniciados ha preservado las simientes de todo aquello que hoy estudiamos en las universidades – más la sabiduría de las ciencias del espíritu. Básicamente, el punto principal de esos conocimientos es liberar al Dios que hay dentro de nosotros. La comprensión de esa verdad profunda nos libera del yugo de las religiones y de las sectas particulares, y, tal como enseñaban los Maestros a los Iniciados en los Misterios, primeramente entramos en el Camino; después seguimos el Camino y finalmente nos convertimos en el Camino.
¿Cómo vivir la Iniciación hoy? Vivimos rodeados de problemas banales y triviales como el pago de los plazos o el alquiler, el desempleo, hijos, política, violencia, miedo… ya no existe el encantamiento de las escuelas de Misterios de antiguamente.
Equivocación. No importa dónde se traben nuestras batallas, siempre tenemos la oportunidad de aprender y buscar más enseñanzas sobre nosotros mismos y el universo. La vida es una gran Iniciación. Los problemas que vivenciamos son nuestros grandes maestros, a medida en que avanzamos en esta arena, enfrentando nuestros monstruos y dragones – aunque banales y triviales. Somos los mismos héroes de antiguamente, y estamos siendo Iniciados en portales sucesivos de visión interior.
La diferencia consiste en que, para el adepto, todo esto se lleva a cabo con consciencia. Es cierto, ya no hay Escuelas de Misterio, donde se enseñaban las leyes cósmicas y las ciencias del espíritu. Pero sí hay miles de libros, revistas, vídeos, películas y cursos que son vehículo para todas esas enseñanzas otrora secretas. Esta efusión se debe a la era de Acuario que estamos viviendo. Es el gran chorro del agua de la sabiduría para todos.
La Terapia Iniciática es un método psicopedagógico que tiene por objetivo orientar la jornada del Alma. Podemos afirmar que todos los males que nos afectan se deben a haber olvidado el propósito de nuestra Alma. Como dicen los Gnósticos, del olvido se produjo la ignorancia, y de ahí todos los males han nacido.
La Terapia Iniciática, inspirada en Durckeim, Houston, Leloup y Joshua, entre otros, se fundamenta en algunos principios de la psicología Sagrada y de la psicología Transpersonal.
Se apoya en los tres niveles dimensionales del ser:
El YO (dominio de la conciencia personal)
El NOSOTROS (dominio del Inconsciente colectivo y del mito)
Y el ELLO (dominio del Self y de la Supraconciencia).
Esos tres niveles deben ser atravesados por el aspirante a Terapeuta, antes de poder hacer de ellos un instrumento de curación, en su misión de sanador. Todos anhelamos alcanzar ese estado iniciático que en la antigüedad alcanzaban los Maestros tras largos años de estudio y meditación. El objetivo del método es solo rozar levemente ese misterio y apuntar hacia aguas más profundas, proporcionando reflexión y ejercicios espirituales a cuantos se sienten atraídos para seguir adelante.
