Tienes miedo ¿de qué?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 10/03/2013 12:14:38
por Carmem FARAGE - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
El miedo es uno de los grandes obstáculos que impiden el flujo de la vida. De los obstáculos que encontramos a lo largo de la vida, este es el más serio. El miedo paraliza, oscurece la mente, anula los esfuerzos y quita la confianza interior que lleva al hombre a la acción. Sobreponerse al miedo es una tarea de gigante. Algunos de nosotros ya hicimos ese trabajo en vidas pasadas y, en la vida presente, ya no tenemos que realizarlo. No obstante, lo más común es que quienes desean evolucionar espiritualmente se enfrenten con la lucha para vencer el miedo muchas y muchas veces, hasta salir victoriosos.
El miedo nace de la falta de conocimientos, de la ilusión y del deseo, aliados al apego a la materia. Vencidos estos primeros obstáculos, el miedo existente ya se queda sin muchas de sus formas de alimentación. A partir del estudio, del entrenamiento para el desapego y de la comprensión de la ilusión, el miedo aún remanente puede ser percibido con mayor claridad.
El miedo del cual hablamos no es aquel que siente nuestro cuerpo animal cuando reacciona físicamente a las presiones del ambiente. El miedo que buscamos eliminar es el oriundo de las modificaciones nocivas de la mente, que usa la memoria y la imaginación, aliadas a la facultad de proyectar situaciones, anticipándolas y visualizándolas tan fuertemente que se envuelve por completo con el miedo a lo negativo que ha creado.
Hay algunas verdades de las cuales tenemos que acordarnos siempre cuando el miedo nos ronda o cuando queremos escapar a su influencia:
1. El miedo es una ilusión de la mente.
2. Aquello que más hemos de temer está siempre a nuestro lado y ni siquiera nos damos cuenta.
3. Nuestra mente, tal como ha creado, puede anular el miedo.
4. Nunca estamos solos ante el peligro.
5. La lucha contra el miedo no debe sobrepasar los límites de la capacidad física.
6. Nuestro miedo sólo es fuerte cuando lo alimentamos.
El mayor de los obstáculos a las modificaciones, su eliminación depende del nivel de ilusión en que vivimos y de los apegos que mantenemos, más allá de la capacidad para la lucha que aún exista en el alma, pues, si se le deja a su aire durante mucho tiempo para actuar, puede haber abatido el espíritu.
El hombre cuyo espíritu ha sido abatido por el miedo, que ha renunciado a conocerlo, será incapaz de reaccionar, adoptando posturas de debilidad y comportamientos inseguros. Esa persona se refugia en la rutina, temiendo intentar cambiar.
Los factores básicos más comunes del miedo son:
1. El temor a la sumisión al karma en sus aspectos negativos;
2. El miedo a lo desconocido;
3. Las dudas acerca de las razones kármicas del sufrimiento;
4. La tristeza y la soledad;
5. Antiguas reacciones inconscientes a situaciones pasadas en otras vidas;
6. Apego a la vida en la materia;
7. Conceptos mal asimilados sobre karma y muerte.
El miedo está presente en nuestro espíritu a diversos niveles. Todos los miedos son proyectados por el pensamiento, que crea un estado de ansiedad frente al cual la persona pasa a reaccionar. Pensamos en el futuro, en el presente, incluso en el pasado con tensión e inseguridad, y eso puede originar miedo. Al experimentar sensaciones que nos asustan, como la tristeza o la pobreza, eso también causa miedo.
Ya que el miedo se aloja en la mente, de ésta habremos de partir, entendiendo que la presencia del miedo es un estado mental y no una realidad concreta.
Como la comprensión del miedo requiere autoconocimiento, sugerimos que se analice en la estructura personal lo que representan la autoridad, el deseo de felicidad y el ansia de poder, pues estos factores también son causa de miedo. Nadie es más miedoso que aquel que siente su autoridad o poder amenazados, tal como es tremendamente miedoso el que teme perder la ilusoria felicidad conquistada.
Liberarse del miedo no significa usar un puntal para sentir seguridad, y sí, ante todo, conocerlo sin pasión, empleando la plenitud de la inteligencia. Y después de conocer el miedo, en su íntegro contenido, se verifica que él poco tiene de real y es otra más de las ilusiones creadas por la mente.
Tened todos una estupenda semana.
