Trastorno Bipolar: ‘La estrategia de la mente’
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 30/11/2007 15:10:17
Traducción de Teresa - [email protected]
Son millones de ideas que vienen y van de modo más rápido que cada respiración. No hay inspiración que llegue, ni mucho menos un breve tiempo para suspirar... Está todo ahí... Divinamente lúcido y cristalino. ¿Quién soporta tanto colorido, tanta vida de una sola vez? La idea de que todo puede salir bien... De que arreglaremos el mundo, de que salvaremos a los necesitados... ¡Que el universo está lleno de posibilidades, donde todo, exactamente todo puede salir bien!
En esos momentos somos reyes y reinas, somos dioses poderosos que entendemos la trama del universo y tenemos el poder para organizarlo todo, para construir cualquier cosa que se pueda imaginar...
Ideas y más ideas se acumulan, en verdad son asociaciones de pensamientos, en que uno conduce a otro cada vez más potente e interesante... lástima que, la gran mayoría de las veces, el primer objetivo pensado se pierda en esa avalancha asociativa y todo cuanto podría hacerse tienda a volverse humo disociado, con una posibilidad muy lejana de su concretización efectiva. Todo acaba perdiéndose en el aire, en la divagación que aumenta con cada nuevo pensamiento que va surgiendo.
Estas son apenas algunas de las múltiples características que hoy se conocen acerca del Trastorno Bipolar.
La otra cara de la moneda se muestra cuando la persona se siente distanciada de la realidad, cuando nada tiene sentido, cuando todo lo que ocurre fuera se parece más a una película descolorida y sin animación alguna. Por veces la sensación de desconexión es tan intensa, en el sentido negativo, que sobrevienen deseos de no existir más. Muchos se van a la cama sin coraje para vivir en un mundo al cual sienten no pertenecer.
No vamos a abordar aquí las posibilidades farmacológicas de ecualización para que este sistema de manifestación permanezca tranquilo, es decir, sin “altibajos”. No tengo nada en contra de los fármacos, hablo de ellos aquí como algo excelente y necesario para que se configuren equilibrio y calidad de vida. Tan sólo deseo en este momento avanzar en la estructura de la mente y en sus salidas, en busca de soluciones para conflictos que – no pocas veces – pueden inserir a la persona en situaciones bastante diferenciadas y con un difícil camino de vuelta (por cuenta propia) al supuesto equilibrio anterior. Pienso que los Bipolares diagnosticados necesitan de ayuda terapéutica con la finalidad de tener un soporte acogedor que les ayude en la ruptura de un patrón emocional que altera drásticamente la percepción de la realidad.
Nótese que la cuestión aquí es bastante compleja. Tengo algunos pacientes Bipolares que están en perfecta armonía y que por veces sienten cierta nostalgia de los momentos en que estaban eufóricos... Hay mucho que desarrollar dentro de este tema.
Lo que ocurre con estos pacientes, todos extremadamente inteligentes, es cuando pasan por una crisis de manía; por ejemplo, poseen una lógica perfecta que está inserta dentro de un contexto emocional personal, añadida a una visión de mundo reparadora.
En todos los casos que he atendido en mi consultorio, tras las crisis, los pacientes elaboran, observando los aspectos que les han llevado a sufrirlas. Es interesante que, aunque parezca a los que están fuera que la crisis es totalmente sin sentido, siempre existe un sentido único y muy especial que merece ser elaborado con dignidad. Pienso en esto como evolución de la consciencia, para que ésta nunca más necesite llegar a un punto de ‘descoincidencia’ con la realidad en la tentativa de elaborar cuestiones difíciles.
El proceso terapéutico en esos casos funciona a modo de soporte, para que el paciente se fortalezca hasta el punto de que pueda encarar las cuestiones difíciles sin tener que acelerar o disminuir demasiado su modo de ser y de estar en el mundo.
Todos nosotros pasamos por innumerables situaciones difíciles en el transcurso de nuestra vida aquí en la Tierra. Nuestra jornada aquí tiene esas cosas... Experiencias fuertes en la materia que constantemente nos imprimen nuevos significados en el alma.
La cuestión es poder vivenciarlas, por peores que puedan haber sido nuestras experiencias / experimentaciones – en la medida de lo posible – con el status de participante activo juntamente con el de observador. Considero que siempre podrá existir la posibilidad de surgimiento de un Yo saludable que puede lidiar con toda y cualquier vivencia por la cual pasa. Comprender ese tipo de “lección” nos habilita efectivamente para ser señores de nuestras propias historias y no apenas víctimas indefensas.
Nótese que podemos incluso sentirnos victimados por situaciones muy difíciles, pero el rescate de la mirada siempre es posible.
- Siempre.
