Tú conoces más de lo que piensas
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 31/08/2010 11:47:53
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
El conocimiento y la experiencia adquiridos no mueren con el cuerpo físico. Lo que ocurre con el espíritu inmortal, en nueva jornada en la materia, es el olvido del pasado, solamente eso. El olvido, asociado a la percepción predominantemente materialista de la vida y de las sensaciones físicas que se encuadran en una mente condicionada a la rutina de lo cotidiano, hacen del individuo un alienado de su propia capacidad de conocimiento y sabiduría.
Muchas veces, encerrado en un conjunto de creencias que lo mantienen con una visión superficial de sí mismo y del mundo que le rodea, el ser inteligente “se percibe” ignorante, incapaz y completamente descreído en relación a su capacidad de crecimiento personal y consciencial.
Disminuido en su sentimiento en relación a los demás, se siente pequeño e impotente para apalancar su propio progreso. No percibe que, por más simple que sea en la jerarquía social o intelectual, arrastra consigo un currículo de muchas vidas en que procesó su aprendizaje y acumuló, de esa forma, el conocimiento.
Aunque el aspecto de la criatura que nace sea de apariencia frágil para despertar ternura y protección por parte de los responsables, ella no nace pura o completamente ignorante. El espíritu que se reencarna no inicia desde “cero” su nueva andadura. A decir verdad, él viene para una nueva prueba, pero trayendo en su equipaje rasgos de carácter y el conocimiento previamente adquirido.
Por tanto, sabemos mucho más de lo que imaginamos. Hemos desempeñado varios papeles en el escenario de la vida, desde los más sencillos a los más sofisticados. No somos un punto de interrogación en la complejidad de nuestra existencia. Todo lo contrario, somos un libro abierto lleno de registros significativos que corresponden a cada capítulo de nuestra luenga historia.
No obstante, apropiarse del conocimiento pre-adquirido no es tarea sencilla, pues exige percepción afinada, aceptación de nuestra naturaleza – y verdadera identidad – espiritual, discernimiento y la práctica del bien en el cotidiano de la vida.
La vida está continuamente informándonos acerca de las tendencias que traemos de vivencias pasadas. Sin embargo la agitación del día a día, sumada al conjunto de creencias y valores que nos acompaña, interfiere en la forma de percibirnos en la dinámica vital.
Los talentos precoces, dotados de genialidad y envueltos en un “misterio” no descifrado aún por la ciencia oficial, son conocimientos pre-adquiridos que se entremezclan con los nuevos conocimientos adquiridos en la vida actual, desencadenando, de esa forma, el fluir de la creación en las artes o en los inventos y nuevos descubrimientos de la ciencia.
Con todo, independientemente de la precocidad – o genialidad – si sabemos captar de manera extrasensorial las percepciones interiores que tenemos de vidas pasadas y las informaciones que nos llegan en sueños por medio de auto-regresiones parciales o totales, contribuiremos, significativamente, para nuestro auto conocimiento y para el fluir del conocimiento pre-adquirido. Es lo que veremos seguidamente, en la descripción de un caso de regresión.
Simone, de pequeña, se sentía atraída por las artes, especialmente la pintura. Creció, se hizo artista plástica y profesora de artes. Desde muy pronto encontró mucha facilidad para crear y proyectar en el lienzo su obra.
La mediumnidad, que con el trabajo espírita se equilibró, era el canal por donde recibía, a través de sueños y percepciones interiores, las informaciones sobre su vida pasada.
Temperamento inquieto, cuestionadora, Simone quería invertir más en su auto conocimiento. Por este motivo, asociado a que pasaba por una fase difícil en su vida, buscó auxilio en la Psicoterapia interdimensional.
Tras algunas sesiones de psicoterapia de la vida actual, fuimos a la regresión de memoria. En la experiencia regresiva, Simone enseguida accedió a su vivencia pasada, relatada con todos los detalles de su vida de joven artista plástica implicada en un movimiento político en la ciudad de Venecia, Italia.
Durante la experiencia, identifica muchos rasgos de temperamento, algunos de carácter y preferencias que todavía la acompañan en la vida actual: la inquietud, el sentido crítico, el gusto por las artes, la pasión por la creatividad, el sentido de la justicia, etc.
Percibe que el conocimiento pre-adquirido, principalmente en el ámbito de las artes, permanece con ella, sumado al conocimiento que está adquiriendo en la vida actual, o sea, que la apropiación del “saber” es una continuidad que en cada vivencia del espíritu inmortal es incorporada al conocimiento anterior. Aunque, tal como hemos dicho al principio, exista la ley del olvido, pero que no interfiere directamente en el conocimiento acumulado.
A partir del momento en que tenemos convicción de quiénes fuimos en el pasado remoto, muchas “fichas” empiezan a caer para que elaboremos un mejor nivel de auto conocimiento. La comparación de quiénes fuimos y lo que somos, sirve para evaluar lo que necesitamos modificar en términos de actitudes y responsabilidades ante la vida. Una experiencia regresiva que fluye con la intensidad ideal, vale más que muchas sesiones de psicoterapia, pues proporciona a la persona y al proceso terapéutico en sí, valiosas informaciones que difícilmente salen a flote en la psicoterapia de orientación tradicional.
La vida pasada sirve como parámetro para evaluar la vida actual y procesar internamente la gradual toma de conciencia sobre la necesidad de alterar comportamientos de tendencia repetitiva, además de informar a través de revivir situaciones específicas, que somos seres inteligentes y que sabemos más de lo que pensamos o imaginamos. En fin, en ese sentido, la experiencia regresiva sirve para concienciarnos de que no somos “totalmente limitados” como podemos pensar o parecer a los ojos del otro.
Psicoterapeuta Interdimensional.
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