¿Tu hijo no aprueba tu nueva relación?
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 23/01/2015 10:29:29
Traducción de Teresa - [email protected]
Cuando una persona tiene hijos de relaciones anteriores y desea invertir en un nuevo amor, no raro se depara con impedimentos como celos, irritación y chantaje emocional de los pequeños – o ya no tan pequeños.
En general, los hijos anhelan que madre y padre permanezcan juntos. Y en la imposibilidad de reconstruir ese escenario, muchos desean y se esfuerzan para que sus padres se dediquen solamente a ellos. Especialmente en lo que se refiere a atención, afecto y presencia.
Que es cierto que los padres tienen que dedicar buena dosis de todo esto a los hijos, no hay duda. Pero ¿será de veras posible que un hombre o una mujer se sientan felices y disponibles de verdad dando exclusividad a los hijos? Sobre esto sí que tengo muchas dudas.
La vida está formada por diversas áreas. Claro: unas más importantes que otras, que, a menudo, ciertamente deben tener prioridad. Pero eso es muy diferente de convertirlas en exclusivas. Hijos, salud, espiritualidad, trabajo, finanzas, amigos y relaciones amorosas son algunas de las más importantes, y merecen que se les garantice un espacio.
Y ¿sabes cuál es la mejor manera de ejercer esos derechos – el de enamorarse, reconstruir la vida amorosa, poder salir en pareja e incluso apostar por un nuevo matrimonio? ¡Estando seguro de que tú te mereces todo eso! Sí, porque hombres y mujeres que tienen mucha dificultad para mantener una relación, por los hijos (que hacen todo lo que pueden por estorbar), las más de las veces están atrapados en sentimientos de culpa e inseguridad.
Créelo: cuando te parece que estás haciendo algo que no está bien y actúas con temor, como si necesitases de la aprobación y permiso de alguien para vivir, ¡vas a tener problemas! Dejarás brecha para manipulaciones y trampas que ponen en riesgo tu paz y tus tentativas de vivir bien con quien amas.
El hecho es que los hijos son para siempre y necesitan ser amados. Y, más que eso, necesitan saber y sentir que son muy amados. ¡Que nada, ni nadie, puede amenazar el lugar que ellos tienen en tu vida! Una vez que sienten y saben esto, se relajan y dejan espacio para que sus padres sean felices.
Por tanto, lo mejor ciertamente es reevaluar cómo andas ejerciendo tu maternidad o tu paternidad. Si tus hijos ya son mayorcitos, vale una buena charla, preguntando qué es lo que sienten, cómo ven la situación actual y qué problema hay en aceptar a una nueva persona en la familia.
Si todo eso se hace con conciencia, clareza y transparencia, considerando los sentimientos de todos los implicados, es muy probable que la seguridad y la tranquilidad vuelvan a reinar en el nido. ¡A fin de cuentas, si es por amor, siempre cabe uno más!