¿Tu matrimonio está en crisis? Quieres resolverla? ¡Empieza por ti!
por Rosemeire Zago em STUM WORLDAtualizado em 02/09/2017 08:55:48
Traducción de Teresa
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¿Cómo está la relación con tu pareja? ¿Y cómo está tu relación contigo misma? ¿Qué tiene una cosa que ver con la otra? ¡Todo! Mientras no aprendas a identificar tus necesidades emocionales que no fueron satisfechas en los primeros años de tu vida, tenderás a buscar eso en la relación. Calma… esto sucede de forma inconsciente, pero es preciso saberlo para empezar a identificarlo.
Parece que cuando amamos nos dejamos de lado y sólo vemos al ser amado. Hacemos de todo por complacerlo y aun así, parece que nunca lo conseguimos. Pero ¿el proceder así te complace a ti? ¡Probablemente no! ¡Antes de complacer al otro, tienes que saber complacerte a ti misma! ¡Conocerte más! Identificar tus propias necesidades emocionales! ¡Conocer tus creencias! ¿Cómo hacerlo? Lo más indicado es buscar un profesional de confianza y dar comienzo a un proceso de autoconocimiento.
Pero también puedes empezar tú sola. Piensa durante algunos minutos en tus recuerdos de infancia. ¿Cuáles son? Si te encontrases con tu niña ahora ¿qué te pediría ella?… piensa sobre esto y cómo suplir tus necesidades. ¿Qué has estado haciendo por ti? ¿Qué te gusta hacer? ¿Qué te está impidiendo hacer más por ti misma? Sí, ¡hay mucho para pensar!
La falta de diálogo con la pareja es una de las causas más corrientes de conflicto y el camino más directo hacia una separación. En general, las personas no tienen costumbre de mantener una conversación consigo mismas, entonces ¿cómo lograrán comunicarse con el otro? Sí, procura hablar frecuentemente contigo misma, puede ser escribiendo todo lo que sientes y reflexionando después. Te ayudará bastante a organizar tu mente y a conocerte mejor.
Otro factor que puede interferir mucho en la relación y también tiene que ver con los primeros años de vida son las repeticiones de patrón. El inconsciente tiende a repetir todo lo que ha vivido, aunque sean malos tratos. Y siendo así, puedes estar viviendo exactamente aquello que nunca más querrías vivir. Piensa en cómo era tu ambiente en tu niñez. ¿Qué era lo que prevalecía? ¿Había diálogo o violencia? ¿Paz o disputas constantes? ¿Has sufrido algún tipo de abuso? ¿Qué sentías? ¿Será eso lo que estás viviendo/sintiendo en tu relación actual?
Y aún están nuestras creencias, que pueden limitar y también son aprendidas en los primeros años de vida. Si escuchabas constantemente: “el matrimonio es para siempre, o, en nuestra familia nunca habrá divorcios”, podrías tener mucha dificultad en separarte debido a esa creencia, aprendida muy tempranamente, que ha quedado grabada en tu inconsciente y que, como ahora ya sabes, éste tenderá a repetir como verdad absoluta. ¿Cuáles eran las frases que escuchabas y que pueden estar impidiéndote proceder como deseas? Las creencias deben ser actualizadas y es necesario que sea así. ¿Cuáles son las tuyas?
Como puedes percibir, una crisis en la relación puede tener varias causas, y podría tener origen en tu historia de vida. Identificarlas requiere mucho valor para fijarte en lo que te ha estado lastimando y que por miedo a lo que pueda ser identificado haces por ignorar como si nada estuviese pasando. Resultado: escapas a la verdad trabajando más, comiendo más, durmiendo más, envolviéndote en relaciones pasajeras sin vínculos. O sea, harás de todo para evitar pensar y principalmente sentir. Y si continúas ignorando lo que sientes, los conflictos empiezan a acumularse, la crisis se instala y podrán surgir síntomas físicos. Así, vas haciéndote daño, acumulando amarguras y resentimientos, te sientes como si no fueses digna de ser amada. Pero ¿tendría que ser siempre así? ¡No, ciertamente, no!
Recuerda: “Hay tres posibilidades de cambio en la relación: el yo, el otro, la relación. ¡La única que depende exclusivamente de ti es el yo! El otro depende de él. Y la relación, de los dos”.
