Umbanda
por Acid em STUM WORLDAtualizado em 27/04/2009 12:54:56
Traducción de Teresa - [email protected]
En la batalla que se procesa en el mundo invisible, ellos son los “soldados del frente”. Son ellos los que están más cerca de nosotros en lo que a vibración se refiere, y los que pueden ser vistos más fácilmente. Son ellos los que dan un refuerzo energético a nuestra aura, nos limpian del “mal de ojo” y ponen a los obsesores en fuga. Prestan auxilio de la forma que pueden, a veces de la única manera que saben hacer (empleando cigarros, bebida, símbolos o fuego) pero con mucho más desprendimiento y buena voluntad que muchos terapeutas por ahí. Incluso los espíritus más elevados necesitan de los humildes servidores de la Umbanda para trabajar con las energías más densas, pues debido a la alta frecuencia en que están los seres más esclarecidos, no pueden actuar directamente en la materia más densa (que para nosotros aún es invisible, como las energías liberadas por trabajos de macumba, miasmas mentales, etc.) Como retribución, los espíritus de luz enseñan y orientan a los hermanos más endurecidos para que asciendan y asuman puestos de trabajo en planos más elevados, SI es que lo desean (dando la oportunidad a otro más necesitado de trabajar en las franjas inferiores).
Aprendí que la Umbanda está dividida en 7 vertientes, y que solo una de ellas (la Kimbanda) emplea sangre. Y que el Exú es la “tropa de choque” del ‘terreiro’, que cuida de la seguridad de los participantes. Muchos son todavía espíritus recién salidos del mundo animal, tanto que muchos no hablan, y por ello tienen una fuerte energía anímica que la mayoría de los médiums mal consigue controlar. Por no tener aún discernimiento, pueden acabar siendo groseros e incluso haciendo el mal, si son inducidos a eso, pero en esencia no son ruines. Los Exú que trabajan en la Kimbanda son llamados Exú de Quimbas (o Kimbas), que son los tales que dicen ser el diablo y hacer el mal.
Pero ¿para qué sirve la Umbanda en la espiritualidad? De forma ((Hay que recordar que en el lado de allá tenemos seres humanos, como nosotros, y que la historia de la vida de cada persona es única y no puede ser generalizada. Pero, a efectos de aprendizaje…)) simplista(*), voy a intentar responder, aun sin conocer mucho de la Umbanda: Siempre existirán espíritus de personas que no quieren ascender de inmediato (y quizá ni siquiera puedan). Permanecen rondando por los bares, por las calles, vampirizando, acosando, tomando una ((La del santo, que se tira al suelo, es una especie de acuerdo de caballeros entre los aguardenteros - que, bajo los efectos de la bebida, acaban entrando más fácilmente en contacto mental con esos espíritus - y los espíritus, de dar el trago de las entidades que permanecen por allí rondando, para que no tomen los fluidos del vaso, o peor, del cuerpo del borrachín)) pinga(*)… Entonces, el espíritu acaba descubriendo un ‘terreiro’ de Umbanda. Es interesante para su nivel evolutivo, pues puede ganar botellas de bebida en los ‘despachos’ de encrucijada (sin tener que mendigarla en bares), gallina (le extraen la esencia, como si la comiesen) y vela (no sé por qué, pero a muchos espíritus LES ENCANTA una vela encendida… ¿hay alguien que lo sepa?). Sin embargo, él no puede llegar e incorporarse de buenas a primeras (al fin y al cabo hay toda una directiva por el “lado de allá”, con guardias en la puerta – los Exú – y ((La Madre o Padre de Santo – en realidad se dice Santé, que es el conjunto de las experiencias, enseñanzas y vivencias de un templo o institución – no son objeto de culto en la Umbanda. Tienen la misma función que el dirigente de las reuniones espíritas. Quien dirige la sesión es la entidad superior que éstos incorporan y que comandará a todas las otras entidades). ) jerarquía(*)) Entonces, él pide a los dueños del ‘terreiro’ permiso para trabajar allí, generalmente empieza como chico de los recados, haciendo servicios sencillos, y después va adquiriendo experiencia con los espíritus que allí trabajan desde hace más tiempo. Dependiendo del tipo de entidad que preside los trabajos de los ‘terreiros’ de aquella Umbanda, puede aprender tanto trabajos buenos como malos. Aunque sea malo, eso ya es una evolución para el espíritu, que ya no permanecerá vagabundeando por la calle. Y no se detiene ahí. Con la continuidad del aprendizaje y de las experiencias por las cuales pasa en ese trabajo, el espíritu irá desarrollando el altruismo, que es el ayudar por ayudar, sin recompensas. Pasa a AMAR lo que hace, y todo lo que se hace con amor cambia a la persona. Un buen día ((Es obvio que estoy siendo nuevamente simplista. A algunos pueden llevarles cientos de años llegar a esa consciencia. Aún me asombro al ver en carteles: Fulana que echa las cartas: Hago y deshago cualquier tipo de trabajo. Es obvio que esa persona está asesorada espiritualmente por gente sin escrúpulo alguno… y más falto escrúpulos aún está quien paga por un trabajo para perjudicar a otros)) se critica(*) si lo que hace está bien. Él se va dando cuenta de que no necesita ‘despachos’ ni ofrendas para ser útil, y en esto su cuerpo espiritual va evolucionando juntamente con su mente, hasta el punto de que ya no necesita materia densificada para satisfacer sus deseos (aprende a alimentarse de luz, de las plantas, de la energía que donan espontáneamente las personas agradecidas…) Acaba aproximándose a los espíritus de ((Debido al abismo entre vibraciones que existía entre los dos, es probable que él ni siquiera supiese de la existencia de esos espíritus) ) jerarquía superior(*) que dirigen los trabajos de la Umbanda, y es recolocado para otras funciones. Ingresa en una escuela donde aprende otras formas de magia, esta vez empleando luz, elementos renovables de la naturaleza – como agua y plantas – y acaba convirtiéndose en un espíritu de ((Se emplea este término para designar espíritus comprometidos con el bien. Ello porque en la cultura popular se suele asociar las apariciones de espíritus envueltos en luz a cosas buenas. Los espíritus del bien no tienen necesariamente que estar cubiertos de luz, esto es una tontería, como creer que todos los ángeles tienen ojos claros y cabellos dorados)) luz(*), pudiendo incluso, si lo desea, dirigir otros ‘terreiros’ de Umbanda y dar a otros espíritus que han estado perdidos y errantes en la “vida tras la vida” la misma oportunidad que él ha tenido un día.
Lo que me ha hecho hablar sobre esto fue la lectura del texto del misterioso Sheik Al Kaparra (¡qué nick tan guay!) que trata precisamente de la desmitificación da AUM+BANDA (así es como él la llama), poniendo de manifiesto que la magia con que trabajan esas entidades tiene raíces en el Tíbet y en la India.