Un foco de Luz en la oscuridad
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 17/02/2009 16:09:02
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Los grandes espíritus de la humanidad han sido y son personas sencillas y honestas para con sus sentimientos. Esta genuina transparencia del alma, que se refleja en el comportamiento ejemplar al asumir responsabilidades y compromisos frente a la vida y a la espiritualidad, establece un vínculo permanente con el amor que emana de sus corazones, haciendo brillar con más intensidad la Luz Divina, beneficiando a todos los que a ella se acercan.
La falta de la Luz significa la oscuridad, inseguridad y desorientación. Es el otro lado de la dimensión espiritual donde las tinieblas y el desamor predominan. Sin embargo, incluso en esta situación existencial caótica, existen asociaciones de espíritus afines que se unen colectivamente para, a través de intimidaciones y tácticas obsesivas junto a encarnados o desencarnados, objetivar acciones en que se sientan como se sentían cuando estaban entre nosotros: ¡fuertes y poderosos!
“¿Cuál es tu nombre?” Pregunta Jesús. Él dijo: “Legión es mi nombre, porque somos muchos. Y le suplicaba insistentemente que no le echase fuera de aquella región” (Marcos, 5:9 - 10).
El campo magnético que circunda la Tierra está compuesto por capas o esferas superpuestas, formando las divisiones vibratorias del mundo de los espíritus. A medida que se aleja del núcleo, la materia que compone los ambientes va haciéndose cada vez más sutil, y mayor será el grado evolutivo de los 24 billones de individualidades que habitan esas esferas.
Según las esclarecedoras enseñanzas del espíritu Joana de Angelis, normalmente el amor es confundido con los impulsos sexuales, raramente madurados o casi nunca portadores de objetivos constructivos. Se convierte en una mezcolanza de intereses vulgares, con predominio de sensaciones que van en perjuicio de las emociones ennoblecidas.
En la sociedad moderna el amor es un fenómeno emocional que raramente se expresa en su profunda significación, toda vez que hay variadas definiciones para ese amor que no es más que sentimientos confusos y búsquedas atormentadas, y que no significa la real conquista de la evolución del individuo.
Quizás una de las expresiones más profundas del amor que se produce entre los dos planos, sea lo que sucede en las sesiones de desobsesión de las casas espíritas, donde, en el trabajo en equipo, serio y constituido por personas preparadas para el contacto con los espíritus, se hace imprescindible la figura del coordinador o dirigente. Esta persona es la responsable de la dirección del trabajo de desobsesión, orientando hacia la Luz a las entidades que son conducidas allí por el equipo espiritual y se manifiestan a través de los médiums encarnados allí presentes.
Herminio Miranda, en su libro “Diálogo con las sombras”, acerca de la importancia del ingrediente amor en estos contactos y basándose en sus experiencias, hace una interesante descripción sobre la función del coordinador de las reuniones mediúmnicas de desobsesión: “Para el dirigente, el precepto evangélico del “amaos los unos a los otros”, y este otro “amad a vuestros enemigos”, no son tan solo frases bonitas para recitarlas a los espíritus, sino condiciones esenciales para el trabajo.
“El amor fraterno en el trabajo de orientación, tiene que ser sentido de veras, y no tan solo fingido o forzado; tiene que emerger de las profundidades del ser, como un movimiento irreprimible en el cual nos donamos integralmente, quiera el compañero aceptar o no, de momento, nuestra entrega.
“El impacto del amor sincero en el corazón de un hermano que sufre, es una de las cosas más impresionantes y conmovedoras del trabajo de orientación. Lo vemos repetirse en cada instante, siempre el mismo, y nunca nos cansamos de admirar su fuerza positiva y constructiva. Jamás he dejado de sorprenderme con el espectáculo emocionante de ese impacto, el único, en nuestra miserable existencia de seres imperfectos, que nos da realmente la sensación de que el amor es un milagro que podemos realizar en nombre del Cristo.
“Cuando Él dijo a Juan que nosotros somos dioses, creo que se refería específicamente al amor en nosotros. Al crearnos, Dios ha puesto en nosotros la chispa del amor, dicen los grandes instructores. Y frecuentemente nos olvidamos de que una chispa de lo infinito es también infinita y, por ello, son ilimitadas nuestras posibilidades de crecimiento por las sendas del amor. Parece que el Padre ha imantado con ese amor nuestras pequeñitas limaduras y, por ello, nos vemos irresistiblemente atraídos hacia Él, a través del espacio infinito y del tiempo inmemorial.”
Y, con mucha sensibilidad y visión de la responsabilidad y del significado de ese trabajo, Herminio finaliza: “Así, cuando conseguimos transmutarnos en amor ante los compañeros que sufren, estamos colocándonos en el sentido y en la dirección que sigue todo el universo. ¿Quién podrá resistir? ‘Si Dios está con nosotros’ – decía nuestro Pablo – ‘¿quién estará contra nosotros?’ Si me fuese pedido el secreto de la orientación/adoctrinamiento, diría tan solo una palabra: ¡amor!”
