¡Una cena para ti!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 03/03/2016 11:14:44
Autor Nathalie Favaron - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Cuántos de nosotros no hemos oído la significativa frase “a mayor amor, mayor dolor”?
Quizá tú no hayas oído propiamente eso, pero sí has vivido muchos encuentros y desencuentros a lo largo de tu vida.
Y cada uno de ellos ha dejado una marca en tu historia.
Con frecuencia nos acordamos de muchas experiencias pasadas y nos sentimos hipnotizados con su argumento.
Eso mismo. Hipnotizados por la repetición de la historia y de los contenidos fijos que se hacen presentes en ellas.
Creencias, predicciones, acción y reacción, y raramente profundizamos en lo que sucedió más allá de las palabras.
En el espacio entre las palabras, en las sensaciones de tu propio cuerpo, en las memorias que han quedado grabadas durante y después de los acontecimientos significativos de tu vida.
No sólo de los eventos positivos, sino también de los registros dolorosos, tristes, abandonados allá atrás…
¿Quiénes son esas partes de ti que han quedado por los caminos?
¡Quizá sea el momento de tender la mano a esas partes y ofrecerles una increíble cena de Bienvenida!
Tú sabes cómo hacerlo…
Nosotros limpiamos la casa, ponemos en orden el desbarajuste, abrimos las ventanas para que entre el aire fresco, seleccionamos vajillas bonitas que agradan a la vista, y con alegría nos arreglamos para recibir de brazos abiertos, sonrisa en los labios, a esa amiga querida a quien tú tanto amas.
Esa es mi invitación ahora.
Abre espacio en tu corazón y en tu cuerpo para acoger a esa parte de ti que necesita una amiga para charlar.
Abre espacio en tu vida para dar amor a esa mujer que forma parte de tu historia y escucha lo que ella tiene para contarte.
Ofrécele flores, prepara una comida calentita, o llévala a tomar un helado contigo.
Pon a tocar una música que le guste y baila con ella…
Deja que tu cuerpo tome parte en este Reencuentro…
Acoge su presencia dentro de tu vida y de tu corazón.
Ella necesita de ti.
Y tú también necesitas de ella.
Ambas os complementáis, reuniendo algo que un día fue separado.
Recibe de vuelta tu alegría, tu tristeza, tu pesar, tu coraje…
Ensancha tu corazón y ofrece amor a esas partes de ti que están aguardando la invitación para esa cita.
Di a todas ellas:
- ¡Sed bienvenidas de vuelta a casa!
¡Y prueba a deleitarte con la compañía de esas mujeres increíbles que viven ahí dentro de ti!
¡Bienvenidas!
