Una óptica diferente para el Aborto…
por Eraldo Manfredi em STUM WORLDAtualizado em 27/04/2007 13:35:13
Traducción de Teresa - [email protected]
Legislaciones vigentes en varios países aprueban la práctica del aborto, mientras otras se oponen radicalmente, ocurriendo lo mismo con filosofías y religiones de las más variadas partes del mundo. La confusión generada es enorme y las personas en muchos casos se sienten perdidas pues los aspectos implicados son muchos, son originados por el problema de la culpa, del miedo, de la vergüenza, del dolor y del pecado, según las creencias personales.
No entraremos en detalles ya muy conocidos y tratados de maneras polarizadas para un lado u otro, y sí trataremos de verificar lo que de veras ocurre a nivel energético/espiritual.
No pretendemos crear polémica, sino solamente relatar experiencias y acontecimientos que hemos venido verificando a través de nuestro trabajo de armonización de las personas que acuden a nosotros, manifestando algún problema de difícil solución, que muchas veces tiene que ver con acontecimientos del pasado, en los cuales han sido practicantes o co-partícipes en esta práctica – o han sido abortados.
Sin querer tomar partido, nos gustaría describir con este artículo cómo un simple y relativamente común acto de voluntad puede llegar a crear situaciones complejas, dolorosas, y que permanecen impregnadas en las almas de las personas por tiempo indeterminado, hasta que algún acontecimiento providencial las encamine para finalmente ser rescatadas y concienciadas.
35 años; abogada, viuda, 1 hijo pequeño.
Vecina de Londrina
Acudió a mí por indicación de un médico ortomolecular, debido a un cuadro de depresión, tristeza y dolores en varias partes del cuerpo, principalmente en la cabeza, habiendo ya agotado las vías normales de tratamiento. Ella tenía un sueño recurrente en el cual se veía bajo un puente de madera prácticamente dentro del agua.
En la terapia de regresión directa, a través de un “retorno cronológico” la paciente comenzó a relatar la gestación actual yendo hasta la hora de la fecundación. Casi simultáneamente, sin embargo, ella se encuentra en otro proceso distinto de fecundación que comienza a narrar con detalles.
“En el primer mes está todo bien, en el segundo también, pero a mediados del tercer mes estoy viendo unos hierros muy raros que comienzan a herirme”. Dice ella que más adelante ya no consigue permanecer presa a las paredes del útero y por fin se ve resbalando dentro de una taza de excusado. En seguida, siente que está siendo llevada, pero que todo está oscuro.
Más adelante percibe una claridad y es lanzada a un arroyo.
Continúa durante cierto tiempo siendo arrastrada por la corriente y acaba parando en un remanso.
Fue cuando le pedí que mirase para arriba. En ese momento ella ha visto el puente de madera.
Al percibir que lo que estaba siendo relatado era un aborto en el tercer mes de gestación, hemos buscado rescatar su alma, que todavía se encontraba presa en ese suceso, y con ello provocaba todos los dolores que ella sentía, principalmente los de la cabeza.
Se hizo un trabajo de concienciación de que este acontecimiento había sido acordado en lo astral entre su alma y la de la madre que practicó el aborto, como un nuevo aprendizaje para evolución espiritual de ambas. Por consiguiente, no había víctimas ni culpables.
Pero la tristeza profunda continuaba presente.
Al traerla de vuelta para la vida actual, le di una instrucción para que vivenciase nuevamente la muerte de su marido.
En ese momento entró en contacto telepático con el alma del marido, que manifestaba angustia y tristeza por la complicada situación en que los había dejado, tanto a ella como al hijo pequeño.
Una vez más se hizo la concienciación para el alma del marido, de que todo había ya terminado, y que este episodio también había sido acordado en lo astral entre los tres.
Se devolvió la energía del marido que se encontraba con ella y con el hijo, pues también del niño estaba adueñándose la tristeza, y se pidió por fin al Maestro de él que finalmente rescatase su alma, llevándola de vuelta para el Todo.
Con este tratamiento, Iolanda y su hijo se liberaron de los dolores, de la depresión y de la tristeza, recordando que tuvo lugar también la liberación energética de todos los implicados.
A través de estas experiencias que envuelven abortos, extraemos humildemente la siguiente conclusión y, sobre todo sin querer ser el dueño de la verdad, de que en el plano superior no existen víctimas ni verdugos, y sí almas que están buscando nuevas experiencias para su crecimiento espiritual, o están entonces en trance de rescatar aquello que sus actos impensados acabaron provocando.
Somos Todos UNO
