Una vida, una etapa
por Saul Brandalise Jr. em STUM WORLDAtualizado em 13/01/2012 15:14:32
Traducción de Teresa - [email protected]
Una expresiva mayoría de la gente cree que viviremos una única vida. Es obvio que esto viene de la formación religiosa y del medio en que viven en esta encarnación.
Nada es una casualidad, si no, veamos:
Pensemos en aquel monje que vive en clausura, solo orando. Pasa su vida de esa manera.
Pensemos en aquella hija a quien su padre vende o cambia por bienes materiales – incluso por camellos.
Pensemos en aquella persona que nace sin miembros.
Pensemos en la persona que nace con problemas de voz, o de sordera, o incluso de vista.
Todos ellos viviendo así, tan perjudicados ¿una única vez?
¿Has oído hablar del karma?
Pues bien, todos estos casos son karmas. Rescates de actitudes pasadas, que necesitan ser superados.
Son reflejo de actitudes tomadas por esas personas en otras vidas, que no consiguieron, en aquel entonces, pagar la deuda contraída.
¿Has oído hablar de la Ley de Causa y Efecto?
Pues bien. Ella es la que rige el karma.
Vamos a examinar un poco uno de los casos que hemos puesto antes como ejemplo, ese en que el padre ha vendido a la hija. ¿Qué habrá hecho esta mujer con su cuerpo en vidas pasadas?
¿Eh? ¿Ha caído la ficha?
Y el monje ¿por qué permanece aislado, sin comunicarse? ¿Qué habrá hecho con su palabra, con su comunicación en alguna vida pasada?
No estamos juzgando, solo poniendo ejemplos, porque no nos referimos a nadie en especial.
Cada actitud origina un efecto.
Cuando esta actitud perjudica a otras personas de forma intencionada, el débito aumenta.
Así, es vital que sepamos cómo construimos nuestras verdades.
Por tanto, es importante que todos nosotros tengamos la debida conciencia de que nuestras relaciones son la clave de nuestros rescates y además, por otra parte, de nuestra siembra.
No se vive una única vida.
De este modo es fácil llegar a la conclusión de que no hay Signo mejor o peor. Vamos a tener que vivir y pasar por todo el Zodíaco. Cada uno de ellos tiene sus particularidades, su aprendizaje y su enseñanza.
Iremos viviendo de Aries a Piscis. Este es el camino que el ser humano tendrá que recorrer mientras esté en la esfera del útero del Universo, la Tierra.
Aquí se encuentra el comienzo de todo. Aquí se inicia la hermosa andadura.
Cuánto más lúcida sea ésta, tanto mejor para la evolución de la esencia.
Entonces, es bueno que sepamos que la Tierra siempre será un planeta de desigualdades y que cada país tiene, en su interior, lo que la persona necesita aprender en aquella vida. No se vive en Portugal por casualidad. No se nace en el Perú por casualidad. No se tiene el color que se tiene por casualidad.
Cada ciudad, a su vez, también tiene su contribución efectiva para el rescate kármico.
¿O te parece que las personas se mudan de ciudad, de estado y de país por casualidad?
Ahora bien, la mayor parte de las veces se debe a que el ciclo del aprendizaje en aquel lugar se ha cumplido.
Y lo importante en todo esto es tener conciencia de que las personas que puedan llegar hasta nosotros… NUNCA HABRÁN LLEGADO POR CASUALIDAD.
Siempre hay algo escondido en cada encuentro, en cada relación.
Siempre hay algo que debe ser descubierto con la energía que producimos a nuestro alrededor. Saber pensar, y así interpretar de modo adecuado los acontecimientos, marca toda la diferencia en nuestras cosechas y en nuestros rescates.
Hasta hoy nadie ha logrado medir la fuerza de un pensamiento. Éste es PURA ENERGÍA.
Por más que los manipuladores de mentes quieran negarlo, una vida es solo una etapa.
Cuánto antes lo admitamos como verdadero, mejor será para nuestra evolución, más perfecto para nuestra andadura.
El verdadero sabio es aquel que descubre las verdades en su interior y por sus propias actitudes.
El gran secreto es saber identificar lo que es correcto aceptar como verdadero en nuestra mente. Lo que es efectivamente aceptado empieza a formar parte de nuestros valores, y siendo así, de nuestro YO.
Por tanto, una vida es solo una etapa.
Soy aquello que PIENSO ser.
Sé que nos veremos. Pronto.
Beso en el alma