Velocidad
por Saul Brandalise Jr. em STUM WORLDAtualizado em 21/01/2008 14:18:25
Traducción de Teresa - [email protected]
Mi padre se cansó de relatarme las dificultades que tenía para corresponderse con mi madre, en el período de noviazgo. Vivía en Videira (SC) y ella en Marcelino Ramos (RS). Las carreteras y la comunicación eran tremendamente deficientes. Ambos, entonces, se servían del “Jefe de Tren” como “paloma mensajera”. El tren era la manera confiable de hacer un viaje y también de dar velocidad a sus correspondencias.
Muchas veces, en las emergencias y también en los asuntos que requerían mayor velocidad, utilizaban los telegramas. Así los dos fueron sellando una bella relación y por fin se casaron. Nos referimos al año de 1930. Por tanto, mucho tiempo atrás.
Desde entonces la comunicación ha cambiado, ha evolucionado y hoy, en tiempo real, sabemos lo que está ocurriendo en las cuatro esquinas del mundo, sin que importe el lugar dónde ocurra. No cuesta intentar averiguar cómo se ha transformado la comunicación. Obviamente primero han sido las señales de humo, los tambores, las cartas; después, los telegramas, la radio y con ésta también los radioaficionados, el teléfono, el telex, el fax, los computadores con los e-mails, los teléfonos móviles vía satélite y hoy los móviles que hacen de todo, incluso hablan...
Tú podrías estar preguntándote: pero ¿por qué nos cuenta todo eso?
Para que nos demos cuenta y estemos avisados de que en menos de 100 años hemos evolucionado mucho en términos de comunicación, información y, lo que antes sobraba tiempo para hacer, ahora exige velocidad.
Todo es mucho más difícil de hacer, porque aquel que aplique velocidad en su vida y en sus decisiones, va a llegar el primero. Ser competitivo, en todo, exige rapidez. Es preciso hacer las cosas en positivo. Ya no hay espacio para sentirse pobrecito y mucho menos para permanecer esperando a que las cosas sucedan.
Quien es positivo realiza.
Quien realiza tiene velocidad.
Quien tiene velocidad tiene éxito.
Quien está acostumbrado a considerar que hoy es día de pensar y mañana día de realizar... está quedándose atrás y no se ha enterado.
Ante esta máxima de velocidad soberana en nuestras decisiones, es preciso cuidar la calidad de nuestros pensamientos y la manera en cómo los creamos. Es fundamental que tomemos posición siempre a favor de la energía positiva que estemos creando a nuestro alrededor, de nuestros valores, y de todo cuanto está almacenado en nuestra mente.
Antiguamente quien tenía información detentaba el poder. Hoy el poder está en las manos de quien hace.
Se ha hecho mucho más difícil y competitivo hacer, realizar, construir, crecer, evolucionar.
Sólo se logra pensar en positivo si nuestra base mental está impregnada de cosas buenas, de buenos valores, de amor, de ética, de fe y de que somos aptos para superarnos; al fin y al cabo, es esto lo que exige la velocidad de la comunicación. Que nos superemos a cada segundo de nuestra vida.
Lo que ayer era bueno, hoy ya no sirve. Alguien está creando algo mejor y de manera más económica. Que seamos nosotros, entonces, los que procedamos así. No sirve de nada quedarse sentado distribuyendo cestas básicas. Es preciso distribuir cultura, conocimiento, base verdadera. Obviamente se hará más difícil gobernar a personas sabias.
No obstante, no cuesta recordar que cualquier persona que esté sentada en la línea del Ecuador, simplemente parada, únicamente pensando, “anda” a una velocidad de 1.667,62 Km./h. Esta es tan sólo la velocidad de rotación de la Tierra.
Ser veloz no significa ser imbécil o tomar decisiones precipitadas. Ser veloz significa, sobre todo, ser eficiente y eficaz. Eficiente es todo individuo que hace lo que es preciso hacer. Eficaz es aquel que además de hacer lo que es preciso, lleva a cabo la tarea con calidad y esmero.
Sé velozmente eficaz.
Sé que nos veremos
Beso en el alma
