Venga acá y déme un abrazo!
por Izabel Telles em STUM WORLDAtualizado em 15/04/2005 13:56:48
Traducido por Melissa Park [email protected]
Acabo de leer el artículo que Saul Brandalise Jr. escribió para nosotros y que fue publicado en la página principal de este Site cuyo título habla de un Abrazo no dado
Saul cuenta que estaba en Europa haciendo la matrícula de su hija en una escuela cuando alguien le pide a él que atienda el teléfono.
Del otro lado de la línea alguien le comunica el fallecimiento de su padre.
En el artículo él nos cuenta de su impacto frente a esta muerte y del abrazo que quedó por dar porque, en aquella época, ellos estaban “enojados” por cuestiones “materiales”.
Quedé muy emocionada al leer el artículo y comprendí lo que Saul estaba queriéndonos decir, que la vida es cada minuto y que lo mejor es vivir cada sentimiento de forma clara y amorosa. No da para quedarse guardando rencor o desafecto en el corazón. El tiempo es implacable y puede tomarnos por sorpresa en cualquier momento.
Este artículo tan verdadero, real y cargado de sentimientos, me remitió a muchas clientas mías que tienen – en sus mentes - rosas mustias en los jardines, corazones atrapados en alambres retorcidos, ventanas cerradas, barcos hundidos, ríos brotando de los ojos... y mucho más.
Invariablemente estas mujeres que presentan estas imágenes fueron dejadas por sus hombres. Unas, sin al menos una explicación. Ellos salieron y nunca más regresaron. Y cuando ellas intentaron contactar a estos hombres la respuesta fue invariablemente un frío y seco “terminó” o “no siento más afinidad” o “no consigo más vivir esta relación” y así por delante. Quedó faltando el abrazo de la despedida. El abrazo que reconforta el corazón y transmite calor humano, afecto, perdón y compasión. El abrazo que reafirma la estima y la consideración. El abrazo que fortalece el período de luto y dolor que vendrá a seguir de la separación.
Cuantos jóvenes salen de casa para ir a bailar o para el trabajo y no regresan nunca más. Mueren en accidentes de carros, o sus vidas son robadas por una bala perdida o una pelea violenta. Cuando los padres reciben la noticia, la primera reacción es el desespero de no poder más hablar con aquel muchacho o muchacha todo lo que siempre estuvo guardado en el corazón, cosas como: “hijo, yo te amo”, “hija, gracias por existir en mi vida”. Expresiones de comunicación de la energía amorosa que todos sentimos unos por los otros. Por eso el artículo de Saul caló en mi alma como un alerta profundo sobre como es importante que esta comunicación amorosa exista cada segundo de nuestra vida. Siendo expresada y sentida en cada momento.
Pero, a veces, es tarde para el abrazo. La persona se fue y el contacto quedo suelto en el aire a la espera del próximo encuentro. Si usted siente así, creo que ejercicios con imágenes mentales pueden ser la solución para que la mente pare de sentir vacío y dolor.
Siempre al despertar y antes de dormir, siéntese confortablemente en una silla, repose los brazos sobre las piernas con las palmas de las manos hacia abajo, cierre los ojos, respire lentamente tres veces y lleve su atención para la intención de este ejercicio que va a durar apenas algunos segundos. Hágalo por 21 días seguidos, como mínimo.
Ejercicio del gran encuentro
Vea, sienta, imagine, o haga de cuenta que está en un jardín muy bien cuidado. Sienta el perfume de las flores, la brisa del viento fresco en su rostro, respire este aire leve y puro e imagine que ve a su lado derecho (si fuese zurdo, a su lado izquierdo) un enorme naranjo cargado de flores blancas. Sienta, imagine o vea salir de atrás de este árbol a la persona que usted precisa abrazar. Corra en la dirección de ella y dele este abrazo. Sea también abrazado por ella.
Hable todo lo que precisa hablar para esta persona y sienta que una lluvia de flores blancas del naranjo cae sobre ustedes bendiciendo en nombre del Gran Espíritu este encuentro eterno. Entonces, sintiendo un enorme alivio, respire y abra los ojos.