Vida con Contenido
por Saul Brandalise Jr. em STUM WORLDAtualizado em 30/12/2007 15:53:33
Traducción de Teresa - [email protected]
Todas las personas poseen conocimiento. Está constatado y nadie puede dudar de esa afirmación. Obviamente unos tienen más, otros menos. Pero el gran desafío de una encarnación, de una vida, es el qué haremos con el conocimiento que ya poseemos.
Conocimiento es lo que sabemos. Contenido es lo que sabemos y ya aplicamos con éxito, o incluso con equivocaciones.
Así, la gran "jugada" es que dejemos de ser alguien con mucho conocimiento para efectivamente pasar a vivir una vida de contenido.
Una persona con mucho conocimiento puede dejarse fácilmente atraer por la vanidad y con ello volverse incluso arrogante. Sabe demasiado. Esta postura de arrogancia no le permite aplicar correctamente lo que sabe. Salir de la sencillez para un pedestal es posible que ocurra, incluso de forma acelerada. El arrogante no tiene contenido.
La gran dificultad que siento es probablemente la misma que sientes tú. ¿Cómo aplicar adecuadamente lo que sé y hacer de ello contenido en mi vida?
En mi caso, mis emociones son el mayor villano; ya voy mucho mejor, pero aún distante de lo que pretendo. Lo importante es que reconozco que las cosas son así, que es preciso dominio y que los sentimientos ruines solamente nos estorban y nos hacen enfermar. Que he de vigilarme y así utilizar mi conocimiento sin que cualquier sentimiento negativo - o incluso positivo - lo contamine.
Otro punto importante es saber cuál es realmente el conocimiento correcto en nuestra mente, y cuál es la deducción "forzada" por métodos sociales, religiosos y familiares. Sin duda, este es un problema serio. Muchas veces "creemos" que sabemos, pero nos han llevado a deducir que aquello es lo cierto. Las religiones tienen mucha culpa en esto.
Hice una verdadera limpieza general en mi vida y hoy me atreve a pensar que estos tres centros de poder - sociedad, religión y familia - poco o nada interfieren en mi vida. Obviamente no se trata de una limpieza fácil y sencilla. Pero era necesaria.
He tardado, pero he descubierto que lo que los demás piensan de mí, es su problema. Yo soy el que tiene que saber lo que pienso de mí. Eso marca toda la diferencia en nuestra vida.
Conozco a algunas personas que se han convertido en víctimas de los juicios de otros. Sufren por eso, pero nada hacen para cambiar la situación. Continúan siendo rehenes de este estado de cosas. Viven como actores que procuran ser lo que otros pretenden que sean. ¿Son felices? Obviamente, no.
En el escenario de nuestra vida lo fundamental es representar un único personaje: nosotros mismos, en toda la identidad de nuestra alma, de nuestra esencia.
Otro punto terrible: convivir en sociedad con personas falsas. No importa si hay o no dinero de por medio. Jamás convivas con alguien en quien no confías. Te estás poniendo a su nivel. No hay dinero que justifique una noche mal dormida. No hay dinero que justifique una traición. Para mí estos puntos son vitales a fin de que la aplicación de nuestro conocimiento sea exenta de cualquier contaminación, y que todo cuanto sabemos pase a ser, efectivamente, contenido.
Saber nada más, tener conocimiento, es cosa de profetas. El verdadero sabio tiene contenido. Sabe exactamente qué hacer y cómo aplicar su conocimiento. Por eso es sabio. Por eso se calla, y habla poco.
Sé que nos veremos.
Beso en el alma.
