Vida Terapéutica
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 07/12/2015 08:04:42
Autor: Maria Cristina Tanajura
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Traducción de Teresa - [email protected]
Estamos encarnados en este planeta azul porque tenemos mucho que aprender todavía y ciertamente la vida es nuestra mejor terapeuta, pues nos trae las experiencias que necesitamos pasar para crecer. Como todo remedio y todo estudio, no siempre es fácil encarar lo que nos llega; pero si creemos que viviendo esas situaciones estaremos mejorándonos, pienso que las soportaremos mejor.
Estar consciente del momento presente es un entrenamiento que me propongo hacer, ¡pero de acuerdo en que no es nada fácil! El pasado tira de nosotros hacia atrás y siempre nos recuerda experiencias ya vividas, que a veces no han salido bien. Siempre nos susurra que no sirve de nada intentarlo, pues el resultado fatalmente será el mismo - lo cual no es verdad. Atreverse a vivir lo que llega es muy importante, para poder renovarnos en todos los sentidos. Y el futuro siempre me hace guiños con plazos muy lejanos para ser feliz, cuando ya en este momento podría sentirme bien si no acostumbrase a crear tantas expectativas ilusorias que me hacen menospreciar lo que ya tengo.
Sabemos que nuestras situaciones de vida no tienen que ver con nadie, a no ser con nosotros mismos. Aquello que hemos plantado en algún momento es lo que estamos cosechando hoy. Si hay una ley infalible es la de acción y reacción, responsable por mantener el equilibrio del Universo. Se van limando aristas, los sentimientos son transformados, pues a menudo sólo viviendo lo que hemos hecho pasar a otros es como somos capaces de comprender cuánto nos hemos equivocado.
Es muy importante vivir al máximo en lo posible esta oportunidad de encarnación y, para ello, hemos de cuidar nuestra salud, evitando perjudicarla con excesos y desequilibrios.
Una vida larga, consciente, nos propicia muchas oportunidades de aprendizaje; y como las posibilidades que alguien tiene de reencarnarse son difíciles de obtener, han de ser valoradas al máximo.
Si somos auténticos, tratando de vivir nuestras experiencias de forma responsable, reflexionando sobre ellas y procurando aprovecharlas al máximo, estaremos siendo agradecidos para con el Padre, que nos ha dado esta nueva oportunidad de frecuentar una escuela, donde reencontramos amigos y desafectos de otras vivencias, pudiendo intentar armonizarnos con ellos.
Pienso que en vez de rebelarnos contra la experiencia que nos llega, debíamos mejor preguntarnos - ¿qué es lo que ella viene a enseñarnos? Así, pese a que continúe incomodándonos, habremos encontrado un modo más constructivo de encarar nuestra vida.
Si como dice la Biblia, ni una hoja cae de un árbol sin el consentimiento del Padre, en nuestras vidas ciertamente nada sucede sin que sea de gran necesidad, para nosotros o para aquellos con quien tenemos relación.
¿Es triste el ahora? ¿Por qué será? ¿Nos lo estamos ocultando a nosotros mismos, o nos paramos a reflexionar sobre lo que nos está pasando? Huir de ese sentimiento no servirá de nada, pues únicamente aplazaremos las enseñanzas que esta situación podría estar proporcionándonos.
En fin, viviendo todo lo que la vida nos presenta - alegrías y dolores - con más aceptación, sin negarlos, todo parecerá menos difícil y al final llegaremos a un lugar más feliz, transformados.