Visitas a la tumba
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 07/08/2013 14:17:29
por Tatiana Ito Coimbra - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Será cierto que a nuestros amigos y seres queridos fallecidos les gusta que los visitemos en sus tumbas? Algunos dicen que sí, que aguardan nuestra visita con expectativa. Pero ¿qué es lo que estaremos visitando? Sus despojos carnales, que, a decir verdad, ya no son nada.
Lo que importa, el alma, ya no está allí. O, al menos, no debería estar.
Vale más un pensamiento, una vibración, una plegaria, una misa por su alma, la oración que demuestra amor, aprecio, cariño, que esclarece su situación actual, que auxilia el tránsito, que ampara, mediante el auxilio de otros seres desencarnados, por el nuevo camino, hacia el nuevo hogar.
Algunos espíritus siguen adormecidos, por la creencia vigente de que, después de la muerte no hay nada más que el sueño eterno. Y una plegaria de corazón puede, sí, encontrarlos. Los hay que están perdidos en los umbrales o infiernos, y estas plegarias sirven de alivio y consuelo para este período difícil, hasta que ellos mismos encuentren su curación, su perdón. Incluso aquellos que se hallan en el cielo de los espíritus, en los sitios más iluminados por la Luz del Padre, agradecen este acto de caridad, este recuerdo dadivoso.
Todos los seres del Universo lo sienten cuando un alma parte, aunque los más cercanos lo sienten de forma más punzante. La tumba está distante, a menudo, pero por el pensamiento es posible alcanzarlos de inmediato.
Que cada pensamiento lleve palabras de amor, dejemos atrás las palabras tristes, de ira, de resentimiento, de culpa, de desesperación, de exigencia de justicia. Las almas pueden sentir esta vibración negativa de forma amplificada, y ¿para qué aumentar algún sufrimiento en este Planeta ya tan lleno de vibraciones negativas y en un momento tan crucial para alguien? La muerte no es bien comprendida por nuestra cultura tan llena de apegos por lo material y por eso es tan difícil para los espíritus.
Aceptemos esa partida con el corazón abierto, todos saben que ese es el ciclo de la vida. Y todos nosotros nos encontraremos aunque tarde años o siglos, nos encontraremos. Con el corazón y la mente abiertos es posible, inclusive, aún sentir a nuestros amados en cualquier nivel de vibración en que estemos nosotros o ellos, depende, únicamente, de algún tiempo de entrenamiento específico y de que estemos abiertos, pues estas visitas pueden producirse en cualquier momento. Por lo regular, se verifican a través de los sueños, y pueden decirnos cómo andan nuestros amados.
Independientemente de cómo anden, no esperemos a la muerte para demostrar el amor. Y si el tránsito ya ha ocurrido, el amor nos liberta de cualquier grillete, incluso de aquellas creencias que nos tienen cautivos desde que el mundo es mundo.