YO ME COMPROMETO
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 31/07/2015 10:10:58
por Carmem FARAGE - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Hola amigos,
La semana pasada estuve hablando sobre los cambios y de qué forma podemos aprovecharlos para convertirnos en personas extraordinarias. Siempre que pienso sobre eso, lo primero que me viene a la cabeza es que existe una diferencia clamorosa entre los que se comprometen y los que no.
Comprometerse con un ideal, con un objetivo, con una causa, con un movimiento es el primer paso para el éxito.
¡Todos creemos en eso la mayor parte del tiempo, pero lo que de hecho ocurre es que nos comprometemos solamente mientras las condiciones se presentan perfectas y favorables a nosotros!
Las personas corrientes sólo hacen lo que les apetece. Lo que va a distinguir a las personas corrientes de las extraordinarias es que éstas hacen lo que saben que deben hacer.
Hoy día, con los tiempos mudados, con toda la libertad de acción de que disponemos, vemos a las personas caminando en la dirección opuesta.
No se da importancia a la fidelidad a los compromisos, y la palabra dada ha pasado a tener un valor tan bajo que ya no esperamos siquiera que se cumpla. Simplemente.
Vendedores prometen cosas que no pueden cumplir sólo para efectuar la venta. Padres prometen a los hijos cosas que no logran cumplir y no sienten remordimiento alguno cuando dejan de cumplir lo prometido. Empresas y empresarios hacen promesas irreales tan sólo para conseguir clientes. Son personas corrientes.
Considera que retrasarte en una hora marcada representa la quiebra de un compromiso. Divorcios en exageración, escándalos financieros, deudas personales en exceso, una lista realmente enorme podría yo poner para demostrarte que el compromiso es la base de la confianza. Y que sin la confianza básica, estaremos aislados y solos, o infelices y no realizados.
Comprometerse es responsabilizarse por aquello que tú sabes que debes hacer. ¡Claro que no es fácil! Pero es eso precisamente lo que hace de ti una persona extraordinaria. Incluso ante los fracasos momentáneos, las dificultades y percances del día a día y pese al mundo, tú te comprometes.
Hay una lista de cosas que las personas corrientes se dicen a sí mismas para no comprometerse y a esto yo lo llamo una buena disculpa:
1. “Yo no necesito todo eso”
2. “No tengo interés en poseer un montón de cosas”
3. “Yo no quiero ser materialista”
4. “La clave de la felicidad está en no tener deseos”
5. “Dios lo quiso así”
6. “Éxito y espiritualidad no se combinan”
7. “Las personas ricas no tienen compasión”
La verdad es que si tú realmente quieres y te comprometes, si lo persigues, si estudias, si te implicas, te preparas, te dispones, te responsabilizas, sin dar disculpa alguna, habrás salido de la mediocridad y asumido el compromiso con lo que debes hacer. Podemos encontrar buenas disculpas. Podemos engañarnos a nosotros mismos. E incluso hay circunstancias en que parece cierto que no tenemos nada que hacer. Nos convertimos en esclavos de las buenas disculpas que el mundo se encarga de proporcionarnos. Esclavos del “¿qué van a pensar de mí?” y del “¿conseguiré que me acepten?”… Y así en adelante.
¡En este mundo, el más comprometido vence!
¿Piensas en una persona extraordinaria? Nelson Mandela pasó 27 años en prisión por comprometerse con aquello que él sabía que debía hacer. ¿Piensas en el nivel de comprometimiento de los terroristas que destruyeron las Torres Gemelas? ¡Su compromiso era enorme, y consiguieron lo que anhelaban!
Tranquilos, no quiero que os convirtáis en terroristas. Porque más allá del compromiso, debemos añadir dos rasgos de carácter: el de servir y el de la contribución. Ser del bien es fundamental, asimismo. De eso hablaremos en otra ocasión.
Sólo quiero mostrar que cuando nos comprometemos realmente, sin disculpas, lo conseguimos. Vencemos.
Comprométete con los cambios internos. Busca en ti mismo tus límites. Al reconocerlos, comprométete en un cambio sincero. ¡Supérate!
Hay un proverbio samurái que dice: “Cae siete veces. Levántate ocho”.
Tened todos una estupenda semana.
