Hace años que escribo sobre la teoría de Jung, aunque también hace tiempo que estudio la teoría de Alice Miller, lectura que considero imprescindible para quienes quieran comprender las consecuencias en el adulto de los malos tratos en la niñez, para padres que no quieren repetir en sus hijos los propios padecimientos sufridos y, principalmente, para profesionales que trabajan con salud mental.
Sobre los libros de Alice Miller pretendo escribir algunos artículos. Nacida el 12 de enero de 1923, doctora en Filosofía y Psicología. Su trabajo es notable por enfocarse en el abuso infantil. Escribió 13 libros, traducidos a 30 idiomas, y algunos de ellos también al portugués y publicados en el Brasil. Falleció el 14 de abril de 2010.
Alice Miller considera que lo que ha descubierto, pese a sus aspectos trágicos, contiene opciones realmente muy optimistas, porque abre la puerta para la consciencia de la realidad de la niñez y, por tanto, para la liberación de sus consecuencias destructivas. Ella dice: Por el conocimiento de nuestra historia y nuestros sentimientos, podemos conocer la persona que somos, y aprender a darle algo que es vital y que a menudo nunca recibimos de nuestros padres: amor y respeto.
Al nacer, cada bebé viene con una historia propia, la historia de los nueve meses entre la concepción y el nacimiento. Esto es muy importante, pues muchos padres no saben la importancia que tiene hablar con el bebé aún en la barriga. Además, los niños tienen el código genético que heredan de sus padres. Esos factores pueden ayudar a determinar qué tipo de temperamento va a tener una criatura, sus inclinaciones y predisposiciones. Pero el carácter depende, fundamentalmente, de si a un crío se le da amor, protección, cariño y comprensión o se le expone al rechazo, frialdad, indiferencia y crueldad durante los primeros años de formación. El estímulo indispensable para desarrollar la capacidad de empatía, por ejemplo, es la experiencia de cariño. En ausencia de tales cuidados, cuando un niño se ve obligado a crecer sin la debida atención, emocionalmente carente y sometido a abuso emocional, físico o sexual, va a perder esa capacidad innata. Un niño traumatizado o atendido con negligencia puede, al llegar a adulto, saber que es posible lidiar con los efectos, con los traumas de infancia.
Quiero comenzar por tres conceptos que ella menciona en sus libros:
- Pedagogía negra: educación que tiene por objetivo doblegar la voluntad del niño, convirtiéndolo en un ser sumiso y obediente, mediante el empleo explícito o velado del poder, de la manipulación y de la represión (término utilizado por la Psicología: acto de reprimir, contener, detener, impedir y punir a un individuo). ¿Cuántos de nosotros fuimos víctimas de la pedagogía negra cuando éramos niños, justificada con las palabras: es para tu propio bien? Desgraciadamente hasta hoy aquello que muchos denominan educación viene siendo practicada con humillaciones, castigos corporales y sus graves consecuencias: negación del sufrimiento y de todos los sentimientos.
- Testigo auxiliador: es una persona (tía, abuela, hermanos, vecina, asistenta, niñera, profesora) que ayuda a la criatura maltratada o desatendida, aunque de forma esporádica, ofreciéndole apoyo, amor, cariño, sin la intención de manipularla con la finalidad de educarla, confía en ella y le transmite la sensación de que no es mala y merece ser tratada con respeto. A menudo la criatura cree que se le maltrata por mala, que es suya la culpa de ser apaleada, insultada, abusada, desatendida, llevando esos sentimientos toda su vida, comprometiendo su idea de valor (autoestima), e incluso sus elecciones. Ese testigo será muy recordado en la edad adulta, descubriendo la diferencia que el amor de esa persona marcó en su historia. Muchas pautas de conducta dejan de repetirse debido a ese testigo.
En casos de una total ausencia de ese testigo, de adulta podrá emplear en sus propios hijos, subordinados, etc., la violencia con que ha sido tratada en la niñez. Alice estudió la infancia de Hitler, y no encontró ningún testigo auxiliador.
- Testigo conocedor: es una persona que conoce las consecuencias de la desatención y del abuso sufridos por el niño. En la vida adulta, el testigo conocedor puede cumplir un papel semejante al del testigo auxiliador en la niñez. Puede ayudar transmitiendo a los adultos que sufrieron algún tipo de abuso en la infancia, empatía, acogimiento, validación de los sentimientos, ayudándoles así a comprender mejor sus historias, sus sentimientos de miedo e impotencia, para que ahora de adultos puedan tener más libertad de elegir, liberándolos de las consecuencias del sufrimiento del pasado. Entre los testigos conocedores están algunos psicólogos, profesores esclarecidos, escritores.
Continuaré en el próximo artículo. Si tienes alguna duda o sugerencia, escríbeme.
Rosemeire Zago é psicóloga clínica CRP 06/36.933-0, com abordagem junguiana e especialização em Psicossomática. Estudiosa de Alice Miller e Jung, aprofundou-se no ensaio: `A Psicologia do Arquétipo da Criança Interior´ - 1940.
A base de seu trabalho no atendimento individual de adultos é o resgate da autoestima e amor-próprio, com experiência no processo de reencontrar e cuidar da criança que foi vítima de abuso físico, psicológico e/ou sexual, e ainda hoje contamina a vida do adulto com suas dores. Visite seu Site e minha Fan page no Facebook. Email: [email protected] Visite o Site do Autor
Publicado dia 9/29/2013 1:53:27 PM em STUM WORLD
