Tipos de niños desde el punto de vista reencarnacionista

Publicado dia 11/17/2014 9:51:55 AM em STUM WORLD

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por Mauro Kwitko - [email protected]

Traducción de Teresa - [email protected]

La idea de la Reencarnación aporta una comprensión, acerca de la personalidad, características y tendencias observadas en los niños, completamente diferente a la que la Psicología tradicional no-reencarnacionista plantea y utiliza. Desde el punto de vista de la Reencarnación, un niño es un Espíritu que ha reencarnado y que es, simplemente, la continuación de sí mismo de la encarnación anterior, y esta, de las anteriores. Podemos, entonces, partiendo de ese presupuesto, iniciar un estudio de los tipos de niños desde la perspectiva reencarnacionista, la cual ciertamente ensancha enormemente la comprensión acerca de la cuestión. ¿Por qué cada niño es diferente de los otros? ¿Por qué los hermanos son, a menudo, tan diferentes entre sí? La Psicología tradicional, heredera de la creencia no-reencarnacionista derivada de la decisión católica del II Concilio de Constantinopla en 553 d.C., atribuye esa circunstancia a factores genéticos, hereditarios y ambientales, cuando la explicación para eso es muy sencilla si entendemos uno de los pilares básicos de la Psicoterapia Reencarnacionista, o sea, la Personalidad Congénita, que simplemente dice que "Somos como somos pues nacimos así", y de este modo, podemos intentar comprender, hasta donde es posible, los diversos tipos de niños y sus características de personalidad. Vamos a analizar algunos tipos de niños y niñas a la luz de la Reencarnación:

1. Niños que fueron hombres en la encarnación anterior
a) Y tenían características de "macho", basadas en la fuerza física. Estos niños que nacieron del sexo masculino probablemente tuvieron ese mismo sexo en varias vidas pasadas, y traen ese hábito, es decir, la tendencia a ser autoritarios, dogmáticos, fuertes físicamente, a los deportes en que esos valores tengan importancia, aventuras, correr riesgos, competiciones egoicas, vencer a los demás, exhibicionismo, machismo hipersexualidad. Desde el punto de vista evolutivo espiritual, quizá se vengan reencarnando para conseguir minimizar esas características y hacerse más femeninos, más amables, más sensibles, más delicados, y los padres electos para esta actual encarnación pueden ayudarles a lograr ese objetivo. Dependiendo de las Leyes Divinas que rigen la aproximación entre Espíritus al reencarnar, los cuales reciben entonces los rótulos de "padre", "madre" e "hijo", las características de los elegidos como padres pueden facilitar o retardar la consecución de ese objetivo.

b) Y tenían características más intelectuales que físicas. Esos niños tienden a ser más estudiosos, compenetrados, reservados, a apreciar deportes y actividades que sean más mentales que corporales, a destacar en los estudios y a optar por actividades y, más tarde, por profesiones que den prioridad al intelecto. Quizá hayan reencarnado para liberarse un poco del yugo del intelecto sobre las emociones, y sus padres pueden colaborar en ese proyecto, dependiendo de su propia Personalidad Congénita.

c) Y tenían una vida solitaria, ensimismada, más espiritual. Esos niños tienden a aislarse, a gustar del silencio, tener pocos amigos, ser más callados, con frecuencia son respetuosos y formales. Por una sensibilidad exacerbada en relación a la vida terrena, pueden confundir paz con aislamiento; y sus padres pueden ayudarles a encontrar un punto de equilibrio, donde la paz que buscan puedan encontrarla también en la convivencia con las otras personas. Los ambientes espirituales, las prácticas meditativas, los estudios mediúmnicos, el Yoga, pueden hacer que esos niños perciban que pueden encontrar la paz interior en medio de la agitación y el ruido externos.

d) Y tenían hábitos destructivos, tales como entregarse a la depresión, tendencia suicida, alcoholismo, tabaquismo, consumo de sustancias. Como de una encarnación a otra sólo cambiamos de "cáscara", los electos padres de esos Espíritus pueden detectar esas tendencias precozmente y ayudarles a curarse de ellas. Si uno de los padres tuviese tales tendencias, su ejemplo podrá servir para hacer aflorar todavía más eso que su hijo trae consigo del pasado como tendencias negativas.

e) Y tenían hábitos excesivamente terrenos, materialistas. Esos niños, desde pequeños, demuestran que dan preferencia a los bienes materiales, a la apariencia, a la búsqueda de la comodidad o el lujo excesivo, al placer personal, a menudo actitudes deshonestas, de llevar ventaja sobre los otros niños, pudiendo demostrar incluso tendencias psicopáticas. La clase social de la familia que eligieron para reencarnar puede determinar la actitud que adoptarán para alcanzar sus objetivos egoicos.

2. Niños que fueron mujeres en la encarnación anterior
a) Y tenían características de sensibilidad, amabilidad, creatividad. Esos niños muy probablemente tendrán enorme dificultad de adaptación al sexo masculino y, desde pequeños, serán más femeninos que masculinos (según los patrones establecidos por nuestra sociedad machista), preferirán la compañía de las niñas, les gustaría ser como ellas, sufrirán acoso e incluso podrían optar, inconscientemente, por la homosexualidad, buscando un "marido macho". Sus padres, si son reencarnacionistas, podrán minimizar un probable sufrimiento de ese hijo que no logra comprender qué es lo que le pasa, porque se mira al espejo y no siente afinidad con aquel cuerpo masculino.

b) Y tenían características de rebeldía contra la discriminación y la prepotencia masculina hacia las mujeres en aquella época. Esos niños podrán optar por el mismo modelo machista que tanto condenaban cuando eran mujeres en el pasado, o bien convertirse en defensores de la causa feminista por la igualdad de derechos. Sus padres, si son reencarnacionistas, podrán ayudarles a encontrar la manera correcta de lidiar con ese cambio de sexo de la encarnación anterior para la actual, entendiendo esa dificultad como natural y debida a dicho cambio.

c) Y tenían características masculinas. Esos niños tendrán fácil adaptación al sexo masculino actual, pues eran mujeres yang en la vida anterior. Probablemente no habrá que llevarles a tratamiento psicoterápico, ya que se sentirán bien siendo niños.

3. Niñas que fueron mujeres en la encarnación anterior
a) Y tenían características femeninas de maternidad, suavidad, dulzura. Esas niñas, desde muy pequeñas, revelarán esas características, les encantará jugar con muñecas, y suspirarán al imaginarse casadas con el príncipe encantado. Si en la vida anterior fueron casadas con un hombre "príncipe encantado", anhelarán volver a encontrarlo para realizar su sueño, que puede concretizarse o no, y si esto último es lo que ocurre, pasarán toda esa encarnación notando el vacío, la frustración, la búsqueda de algo que no entienden pero que les hace sufrir y sentir melancolía y añoranza indescifrables. Si en la vida anterior fueron casadas con un hombre "sapo", nacerán tristes y amargadas, candidatas a la pena y a la depresión.

b) Y tenían características masculinas de autoritarismo y fuerza física. Casi ciertamente no se sentirán cómodas nuevamente en un cuerpo femenino y desde pequeñas van a preferir la compañía de los niños, deportes y actividades masculinas, querrán ser como ellos e incluso mejores, y no les gustará mirarse al espejo y no tener pene. Quizá opten por la homosexualidad, elijan a alguien que haya sido una mujer muy femenina en la encarnación anterior, en la cual se sentía resentida contra los hombres de aquella época.

c) Y tenían cierta tendencia a la religiosidad. Como algunas religiones confunden castidad con pureza y consideran que ésta se localiza en el himen o el pene, las niñas que fueron, por ejemplo, monjas en la vida pasada, pueden traer consigo, dentro de su Inconsciente, un conflicto respecto de eso, un bloqueo en la sexualidad, como si fuese una cosa "sucia", y quizá un sentimiento de culpa por sus pensamientos "pecaminosos" en aquella vida. Los padres reencarnacionistas, percibiendo ese conflicto que viene del pasado, pueden ayudar a su hija a encontrar la pureza en sus pensamientos y estudiar qué es lo que ha llevado a ciertas religiones a determinar lo que era castidad y la finalidad escusa de eso.

4. Niñas que fueron hombres en la encarnación anterior.
a) Y tenían características de hombre "macho". Es prácticamente el mismo caso de las niñas que fueron mujeres "masculinas", pero quizá aún más radical. Desde pequeñas quieren ser como papá, poner sus ropas, jugar al fútbol, eructar, beber cerveza, enfrentarse a las costumbres machistas de nuestra sociedad, despreciar a su madre; inconscientemente desearían seguir siendo como aquel hombre, pero han venido mujeres. Los padres reencarnacionistas pueden comprender el carácter de transición de la actual encarnación y ayudar a esas niñas a adaptarse gradualmente a esa nueva realidad, aunque no será fácil. Con cierta frecuencia pueden optar por el lesbianismo y buscar una esposa dócil y sumisa.

b) Y tenían características femeninas. El cambio de sexo será bastante más fácil pues ya vienen siendo femeninas, y probablemente se sentirán bastante más cómodas en ese papel de mujer que en la vida anterior en que fueron hombres. Si fueron un hombre "femenino" que se consideraba menos que los otros, tendrán que lidiar con ciertas características tales como la sensación de inferioridad, la dificultad de imponerse, la sumisión, etc.

c) Y tenían tendencia al aislamiento, a la soledad. Esas niñas, aparte de la dificultad inherente al cambio de sexo de la encarnación anterior para esta, habrán de lidiar con esa tendencia, lo cual será perjudicado por el ensimismamiento, la introversión, el reservar sus cosas tan sólo para sí. Necesitarán aprender a abrirse y, concomitantemente a eso, a adaptarse al sexo femenino, lo cual no será fácil.
Evidentemente, un estudio sobre esto tal como lo proponemos aquí, desde la perspectiva reencarnacionista, ha de ser mucho más profundo que una mera tentativa de clasificar algunos tipos de niños en algunas opciones y sub-opciones. Cada niño y cada niña tiene una historia kármica propia, vidas pasadas enteramente diversas unos de otros, traumas, dolores psíquicos, sufrimientos, alegrías, placeres, victorias, derrotas, conquistas, pérdidas, absolutamente individuales, que yacen adormecidas, o no, dentro de su Inconsciente, y que la originalidad de algunos investigadores del pasado, el Dr. Freud como el más conocido de entre ellos aquí en Occidente, anteveía cómo un material de pesquisa y búsqueda de comprensión, de lo más importante respecto de las características demostradas por los niños, incluida la sexualidad infantil. Esos estudiosos que por limitaciones propias redujeron su campo de pesquisa a la creencia religiosa vigente en su época, no-reencarnacionista, llegaron a conclusiones superficiales, a menudo travestidas de una aparente profundidad, basadas en la genética, en hipotéticas causas inconscientes, tales como el "Complejo de Edipo" y el "Complejo de Electra" y frecuentemente, lo cual continúa hasta los días de hoy, atribuyendo la responsabilidad o la "culpa" de ello a los padres y otros coadyuvantes de la infancia de niños con características difíciles de entender, según el punto de vista psicológico oficial no-reencarnacionista.

La gran colaboración que la idea de la Reencarnación aporta a la comprensión de esos niños y, principalmente, su brazo psicoterapéutico, la Psicoterapia Reencarnacionista y la recordación de vidas pasadas, llamada por fuerza de la costumbre, "regresión" a vidas pasadas, es la posibilidad, accediendo al registro de algunas encarnaciones anteriores de esos niños, como si fuese el Telón en el período entre-vidas, de tener la posibilidad, nosotros y sus padres, de comprender lo que yace sepultado en un baúl cerrado dentro del subsuelo de su Conciencia, a fin de con ello poder lidiar mucho mejor con esa cuestión, en el sentido de establecer una orientación en relación a esos niños, sin prejuicios, sin crítica, sin condenación, sin ninguna postura o procedimiento que infrinjan la Ética del Amor y del Respeto.

Este pequeño esbozo aquí presentado es una indicación de algo mucho mayor, un campo infinito de pesquisa, entendimiento y ayuda. Pero para que esa investigación sea coherente con la Ética espiritual y no infrinja la Ley Divina del Olvido, es forzoso que esté dirigida y comandada por Seres superiores, siguiendo la orientación de Kardec en el "Libro de los Espíritus", en su cuestión 399 sobre el olvido del pasado. Solamente así tendremos la garantía de que el acceso al pasado de esos niños les será de utilidad evolutiva y un beneficio para ellos, así como, a menudo, también para sus padres; y solamente así el terapeuta tendrá la garantía de que su buena intención no será un factor de agravamiento para sí propio, que quede registrado en el Gran Libro del Karma, plasmado en el Universo, y que atiende fielmente a la Ley del Retorno para quienes maculan sus páginas.
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