Tú, que crees estar positivamente activado, tanto en tu trabajo cuanto en el modo como vives tu vida, ¿te has parado a pensar si realmente tienes calidad en lo que haces diariamente? Si en este instante has parado para pensar, sigue un poco más adelante y cuestiona también hasta que punto puedes saber qué realmente quiere decir calidad de vida.
Vamos rumbo a tu auto-conciencia, y este es un canal muy importante para que tengas acceso con maestría a una vida con calidad. A partir de ahora haremos juntos una jornada de auto-conciencia dentro de un día que sería uno más en tu vida, es decir, igual a los otros. Vamos juntos a verificar la diferencia que existe en cada situación que tu existencia recorre. Entraremos por los canales donde reinan las capacidades que tenemos para llegar a la excelencia en lo que se refiere a ver, sentir, pensar y oír, y haremos un maridaje de nuestras observaciones con nuestras actuaciones. Y, como resultado, ¡podremos percibir nuestra presencia en todo! Las cuestiones aquí son casuales y ficticias, pero estamos seguros de que tú sabrás establecer los paralelos necesarios con tu vida personal.
Estamos juntos en una mañana igual a otras muchas que hemos presenciado: “¡Es hora de despertar!”
Por más suave melodía que el despertador pueda querer entonar, él toca estridentemente junto a nuestros oídos; muchas veces despertamos algunos minutos antes, sólo para no tener que oírlo. Otras veces lo colocamos para despertar algunos minutos antes, con el fin de quedarnos un ratito más en la cama…
Pero, con el horario predeterminado de trabajo, salimos rápidamente de la cama y como autómatas, vamos a la ducha, tomamos un café en la puerta al tiempo que echamos un vistazo rápido al periódico, verificamos la hora en el reloj, acción esta que nos perseguirá durante todo el día.
Mirar el reloj es más que un vicio, puede ser una búsqueda insistente de fuga para alcanzar con éxito más y más etapas de nuestros interminables días y también para continuar después hasta el próximo día, sin saber cómo descansar…
¿Qué significaría ese descanso, tan anhelado por todos?
¿Sería este descanso un lugar donde podríamos ser tan sólo nosotros mismos en nuestra esencia? Cuando entramos al trabajo, supuestamente sería la hora de ponernos nuestras máscaras y colocarnos los chalecos protectores, pero ¿será verdad que nos los quitamos al salir del trabajo?
Y pensando bien, ¿hasta qué punto es importante tener una armadura para salir a la calle e ir a trabajar? ¿No sería nuestra mayor fuerza el ser nosotros mismos? ¿No estaríamos de esa manera ocupando nuestro verdadero yo?
Muchos de vosotros podéis estar cuestionando, y con razón, cuánto podemos ser nosotros mismos en un ambiente de trabajo. Por medio de nuestras pesquisas hemos podido concluir que el hecho de tener conciencia de quién se es, por sí sólo ya genera un gran avance en las conquistas personales de cada uno, en cualquier tipo de trabajo u objetivo de vida. Por ejemplo, si sabemos escuchar, conocer al otro y percibir la situación real en que estamos inmersos y, además de todo eso, conocernos interiormente, seguramente estaremos capacitados para obtener mejor provecho en cualquier situación que se presente, pues estaremos actuando en armonía ante factores externos e internos. En este sentido estamos auto-capacitándonos para optimizar situaciones existenciales.
Pero ¿será esto todo? Hablaremos ahora de algo muy importante, que debe servir de norte a las personas que busquen salud física y emocional; hablaremos sobre la nota del placer. Durante esos procesos de idas y venidas, trabajo, casa – casa, trabajo, e incluso en las horas de recreo, vamos a estar en la nota del placer. Comenzaremos por sensibilizarnos desde las primeras horas del día.
Luego de despertar, concédete algunos minutos de silencio y respira profundamente, siente qué es estar contigo mismo, intenta recordar si has tenido algún sueño – este es siempre un excelente momento para captar informaciones poco comunes, percibe tu cuerpo desperezándose en tu cama, siente el contacto con las sábanas, para entonces, poco a poco, ir asumiendo tu nuevo día. Sabrás que tener la conciencia de estar plenamente presente en las situaciones es un factor importante al que dar prioridad en la vida de cualquier persona que está buscando más calidad y evolución personal.
De ese momento en adelante, comenzaremos una vivencia nueva en tu presente; a partir de ahora estarás haciendo un recorrido por este campo en que te encuentras. Daremos instrucciones para tu andadura y tú, tras esta experiencia, podrás establecer similitudes con tu siempre nuevo día-a-día.
Estaremos juntos aumentando tu sensibilidad:
Comienza tu camino y ve identificando dentro de ti mismo tus esquemas antiguos; interrumpe pensamientos viciados que ya no te sirven.
Experimenta andar con un paso diferente del habitual.
Descubre nuevas maneras de mover tu tronco y brazos.
Cambia los canales de percepción. Por ejemplo: Si tú eres predominantemente visual, deja espacio para percibir más aquello que oyes.
Aprovecha esa caminata para pensar en tu vida; recuerda alguna situación que ofreció algún tipo de riesgo. Encuentra tres maneras diferentes para solucionar la misma cuestión, concédete permiso para ejercer tu creatividad.
Presta atención a lo que puedas captar de una conversación, esas sutilezas que están más allá de las palabras.
Recuerda una conversación que hayas tenido con alguien recientemente, escucha interiormente el tono de voz de la persona, verifica el nivel de información que obtuviste.
Considera que no existen secretos. Nuestro subconsciente percibe, computa y guarda mucha más información que nuestro consciente.
Hoy, deja a todas las personas con las que has tratado en un estado mejor que cuando las encontraste. Dónate. (¿Qué tal hacer esto durante dos días… Y durante el resto de tu vida?)
En este paseo, siéntete como un extranjero de vacaciones en un país distante.
Míralo todo con otros ojos.
Deja de hablar durante algún tiempo y quédate en las sensaciones corporales. Detecta a tu alrededor modelos de flexibilidad, en la naturaleza, en películas, en las personas, etc.
Como final y comienzo de todo, sé flexible contigo mismo y, en consecuencia, con el otro.
Terminando tu andadura, lleva contigo ese nuevo yo, lleno de nuevas posibilidades. Da prioridad a tu bienestar sin olvidar al otro, pues por más que determinadas veces ese otro pueda incomodar, forma parte de tu medio y debe haber alguna razón especial para que él te incomode.Haz uso de tu canal perceptivo y recuerda: Sé flexible y creativo.
Antes de terminar tu paseo, aprovecha también para mentalmente percibir todo aquello que te gustaría dejar atrás y entrega esa energía al universo, siendo que aquí se puede incluir, desde pensamientos negativos y auto-destructivos, hasta malos recuerdos o maneras de ser que utilizas todavía, pero que ya están caducadas. Imagina una caja y coloca todos esos pensamientos dentro de ella.
Mentalmente, manda esa caja para lejos. Hoy, deja a un lado todo aquello que te viene incomodando. ¡¡Recomienza tu vida a partir de ahora como un nuevo y radiante sol que todo lo puede!!
¡¡¡Tú te lo mereces!!!
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
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Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos