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Ansiedad, ansiolíticos y hombre moderno
por WebMaster
Autor António Fernandes
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Traducción de Teresa
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Escribo este artículo con el corazón oprimido y triste por el sentimiento de impotencia debido a las decenas de peticiones afligidas de socorro que diariamente me llegan, a mí y a mi equipo. La ansiedad, o miedo sin objeto, viene hurtando vida a ⅓ de la población mundial. La mayoría se queja del sentimiento de inutilidad, mentira, derrota y vacío existencial. Ese malestar es el reflejo de una sociedad limitada por la filosofía material y religiosa que obliga, a través del miedo económico, a la competitividad, haciendo a otros lo que no deseamos que nos hagan. En otras palabras, a ser simultáneamente agresor y víctima en una constante lucha por la supervivencia.
La paradoja…
Pese al dolor del vacuo existencial, lleno del sentimiento de inutilidad, ilusión, derrota, común a todos los intervinientes, se sigue luchando día tras día contra ese miedo (ilusorio) sin objeto. Y lo que es peor, para aliviar o no sentir el vacío existencial, al que pomposamente llaman ansiedad, se buscan drogas duras sedantes, en vez de salir de esa lucha por la sobrevivencia, que no tiene sentido, en la cual nadie puede ganar.
¿Qué es la ansiedad?
Ansiedad es el miedo sin objeto (razón de ser).
¿Por qué aumentan de forma vertiginosa los ansiosos en el mundo?
La mayor causa de aumento de la ansiedad resulta de la inmadurez originada por una educación limitada a la filosofía materialista/dualista. El mundo ya ha cambiado, ya se vive la era tecnológica, y los conceptos de la era industrial todavía usados en la educación y la formación, ya están caducos para las necesidades y los retos de hoy. En otras palabras, los principios y valores que nosotros mismos hemos elegido como correctos y que otrora (en un pasado reciente) funcionaban bien… hoy ya no funcionan. Es urgente cambiar…
¿Cambiar qué?
¡Es urgente que el hombre y la mujer modernos cambien el paradigma! Que pasen del paradigma materialista/dualista de la era industrial con que fueron formateados, al nuevo paradigma abarcador de la consciencia de la era tecnológica o IN-Formación.
¿Qué hacer cuando se entra en un estado de ansiedad?
Antes de saber qué hacer, es importante hablar del ansioso. La ansiedad no cae del cielo a golpes sobre alguien que tiene un mal día. La ansiedad, como todo, obedece a un conjunto de reflejos personales originados en las más diversas situaciones cotidianas de cada individuo. Si la persona ya está de veras en estado de ansiedad, es preciso socorrerla prontamente con alguno de los varios métodos disponibles. Si ninguno diese resultado, siempre se puede optar por drogar al ansioso para socorrerle (pese a que no es un acto muy digno para un ser humano). Pero tras drogar al ansioso, lo más urgente es alterar la causa de ese sufrimiento. Buscar un buen programa de recuperación (vida), para salir de la ignorancia materialista de la competición y entrar en la consciencia abarcadora de la creación. Afortunadamente hoy existen muchos programas eficaces de transformación personal, accesibles para cualquier bolsillo. Sólo quien no quiere cambiar y ser feliz no encuentra una solución perfecta.
¿Cómo hace aquel que está preso en la dependencia de “ansiolíticos”, drogas sedantes?
No podemos hablar de dependencia de benzodiazepinas sin hablar de drogodependencia y aclarar que a pesar de que se dice que la toxicomanía es la peste de la era moderna, más del 90% de los toxicómanos resultan serlo de drogas legales, recetadas por agentes de la industria química y adquiridas con receta médica en farmacias. A decir verdad, la mayoría de las peticiones de ayuda vienen de personas desesperadas (adictos a drogas legales de ambos sexos).
¿Cómo hace el que desea vivir libre (sin droga)?
A pesar de que existen muchas drogas lícitas e ilegales en el mercado, aquí estamos refiriéndonos a las benzodiazepinas, con el nombre vulgar de calmantes o pomposamente ansiolíticos. Sea cual fuere el nombre dado a esta droga recetada por el agente de la industria química, es preciso saber que las benzodiazepinas no tienen ningún efecto terapéutico. Su único y exclusivo efecto es sedar (dopar, drogar), en otras palabras, quitar la capacidad de sentir y actuar.
Quienes las toman, poco a poco van perdiendo el contacto con la vida. Estas drogas, a pesar de tener un gran poder dopante, también vuelven rápidamente dependientes a la mayoría de sus consumidores.
¿Qué hacer?
El que quiera la vida de vuelta, debe plantear al agente (médico), que le recetó la droga, la pretensión de querer la vida de nuevo. Como profesional honesto y responsable, alabará el deseo de vivir y ayudará a desintoxicar la droga rápidamente. En esta fase de desintoxicación, se aprovecha para cambiar el paradigma, si no, lo que debería ser un regreso a la vida, se convierte en regreso al infierno que lo condujo a los ansiolíticos.
LO QUE EL DEPENDIENTE DE UNA DROGA NUNCA DEBE HACER
Cuando se es dependiente nunca se debe intentar la desintoxicación mediante un destete. El destete es para los becerros y cabritos en una fase de transición de alimento líquido para alimento sólido. Pese a no saber de dónde surgió esa idea, ella demuestra total ignorancia en relación al funcionamiento de una dependencia. El destete sólo puede resultar en quien no es dependiente. Si se es dependiente existe una compulsión física y una obsesión mental.
Estos dos componentes son lo que define si una persona es o no dependiente de una droga u otra cosa que le provoca alteración de humor.
¿Cuál es la diferencia entre vicio y dependencia?
Vicio es un mal hábito. Los hábitos buenos o malos rápidamente se adquieren y rápidamente se pierden. La dependencia, en cambio, trae manifestaciones físicas, que en el caso del alcohol pueden llevar a la muerte.
¿Por qué nunca se debe destetar de una droga?
En este caso la droga se llama benzodiazepina, pero podría llamarse heroína, alcohol u otra cualquiera. La benzodiazepina, con el vulgar nombre de calmante, es sin duda la más poderosa de todas las drogas hechas por el hombre, nada ni nadie tiene a tanta gente sometida a dependencia. Me interesa especialmente por el poder y habilidad con que ha dominado al mundo moderno.
Creada hace seis décadas, destinada a vivir encerrada en el cofre de las urgencias de los hospitales psiquiátricos, hoy su crecimiento, uso y abuso ha perdido el control. Con más de mil nombres comerciales también se puede encontrar disimulada en casi todas las formas farmacéuticas. Desde el jarabe para la tos, vendido en cualquier supermercado, hasta analgésicos de venta libre. Me pongo especialmente triste cuando me deparo con la ignorancia de intentar hacer brazo de hierro con el responsable por la mayor legión de zombis ya vista en el planeta Tierra.
Con esta rápida visión del poder de esta droga, vamos a percibir por qué el destete es agresivo para el organismo y a menudo con lesiones irreversibles. Un organismo dependiente se reconoce por la compulsión física.
¿Qué es compulsión física?
Compulsión física son manifestaciones físicas reclamando por la falta de algo de que el organismo es dependiente. En ciertos casos puede llevar a la muerte.
¿Cómo actúa la compulsión?
Sólo un ejemplo. Atención: lo que voy a declarar aquí se refiere a la primera tentativa de desintoxicación de una benzodiazepina. No me responsabilizo si se utiliza esta información para hacer una desintoxicación de esta poderosa droga. Quien intente hacerlo sin ayuda no tiene idea de lo que se ha transmitido aquí.
Cuando la droga pierde su acción se empieza a entrar en un estado de ansiedad (sin peligro de vida). La ansiedad aumenta gradualmente con algunas oscilaciones hasta las 72 horas después de terminado el efecto de la última toma. Cuando la benzodiazepina tiene una duración prolongada, se puede sustituir por otra de acción rápida y corta duración, durante tres días antes de hacer la desintoxicación. Tras las 72 horas, el organismo continúa reclamando la droga, cada vez con menos intensidad hasta que al cabo de algunos días la compulsión desaparece definitivamente.
Normalmente en el 15º día ya no hay manifestación alguna.
Ahora veamos qué sucede cuando se hace un destete.
En quien hace un destete, aparte de los muchos riesgos que corre, algunas lesiones pueden ser irreversibles y en caso de recaída la vida se convierte en un tormento.
Como en el caso de falta de droga, la compulsión se manifiesta con su pico máximo a las 72 horas. Cada vez que se reduzca el consumo se iniciará un nuevo ciclo de compulsión encima de uno que ya empezó hace 24 horas, para tener su pico máximo de ansiedad a las 72 horas.
Como con ansiedad o no el usuario sigue bajando la dosis, nuevos síntomas aparecen para que sea repuesta la droga. Y así se crea un infierno totalmente descontrolado. Si el cuerpo es joven y fuerte, aunque muy debilitado, puede recuperar casi totalmente la vitalidad, pero en la mayoría de los casos quedan abiertas las condiciones para varias dolencias graves.
¿Qué hacer si empiezo equivocadamente un destete y no soy capaz de soportar más la compulsión física? ¿Vuelvo a la dosis inicial?
Desgraciadamente muchas son las veces en que esto sucede, lo ideal sería fijar esa dosis de droga, pero en muchos casos es imposible. Ciertamente, sólo a la vista de cada caso se pueden analizar los estragos. Si retomas la dosis inicial y el organismo se halla muy deteriorado, puedes entrar en estado zombi.
Resumiendo, si no duermes, no caigas en la estupidez de buscar una droga para ser sedado.
Analiza con cuidado lo que está sucediendo en tu vida. Las más de las veces basta no oír más noticias para dormir bien. Yo no veo los telediarios hace más de 20 años y no por eso dejo de estar informado. Tomar una droga no resuelve el problema. Si estás ansioso, enhorabuena, ¡ha llegado la hora de brillar! No busques drogas para no sentir la vida. Además de aplazar la vida, sin saber si estarás por aquí mañana, el tiempo no vivido jamás será recuperado. Busca ayuda honesta y responsable, cambia el paradigma y conviértete en un alegre y feliz surfista de la vida. Tu destino es surfear.
António Fernandes
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