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Brasil, ¿qué País es este?
por WebMaster
Traducción de Teresa
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Autor Wilson Francisco
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Durante un viaje a Abadiánia, Priscila leyó el libro “JK – Caminos del Brasil”, (por Woyne Figner Sacchetin – médium/Juscelino Kubitschek – espíritu) que relata la construcción de Brasilia confirmando la profecía de 1870 hecha por San Juan Bosco, que predecía: “Entre los paralelos 15º y 20º había un lecho muy extenso que partía de un punto donde se formaba un lago. Entonces, una voz dijo repetidamente: cuando excaven las minas escondidas en medio de estos montes, aparecerá aquí la gran civilización, la Tierra Prometida, donde manará leche y miel. Será una riqueza inconcebible”.
Personalidades espirituales importantes acompañaron esta construcción. Tiradentes, D. Pedro e ingenieros responsables por la construcción en Egipto estaban, e inspiraron constantemente a los encargados de la construcción de Brasilia. Otra parte del libro muestra a los “retirantes” que construyeron Brasilia en este plano. La saga de estas familias emigrantes que huyen de la sequía. Muestra también la construcción de la autovía Brasilia-Belém.
Dice mi cliente que Juscelino quiso registrar en ese libro la importancia -en este país bendecido- de hacer política pensando en las personas, en los brasileños, queriendo el bien y el progreso de la población del Brasil. Humberto de Campos, a través de Chico Xavier, escribió “Brasil, Corazón del Mundo, Patria del Evangelio”, un libro delicioso que traza el perfil de un país inteligente y generoso.
En la actualidad, algunos administradores sociales confunden inteligencia con astucia y generosidad con permisividad. José Luiz hace el proceso Mutación y le puse como tarea para casa el tema: corrupción ¿por qué ocurre? Le indiqué el libro “El Cielo y el Infierno”, de Allan Kardec, para pesquisa.
Dice él que en el mundo actual estamos viviendo un momento de transición en que las conductas infelices se hacen más visibles, como el comportamiento egoísta de la corrupción.
En el Brasil tiene un agravante, las leyes son suaves y la impunidad afecta a lo político, empresarial, social y religioso. Una forma de combatir la corrupción es la educación, no la formal, sino la educación espiritual, que puede y debe ser aplicada por la familia y por la religión.
En la familia, con indicaciones sencillas que se inician con la orientación de que es importante ser honorable, en los juegos de la escuela, cuando se recibe la vuelta equivocada, etc. Y en la religión, la lealtad a los principios básicos, como no tomar el nombre de Dios en vano y no robar.
En “El Cielo y el Infierno”, Allan Kardec se reporta a Espíritus que renacen comprometidos con el error, el vicio, el crimen, la falta de honradez. Si les faltase ambiente y orientación podrían enredarse en actitudes delictivas. Y otros describen, en manifestaciones mediúmnicas, sus tormentos morales, alquitrán hirviente en sus conciencias, reunidos, por afinidad, en correspondencia a la naturaleza de sus delitos, en tenebrosos valles de sufrimiento.
Yo pregunto: ¿será cierto que el aviso de que los delitos pueden llevar a un infierno consciencial o incluso concreto, como el descrito por Yvonne Pereira, en el libro “Memorias de un Suicida”, va a asustar a esas criaturas?
Divaldo Franco aclara que: “Los Espíritus interfieren en los actos humanos a través de las afinidades, costumbres y resonancia”. O sea, hay una unión de fuerzas energéticas interaccionando entre los Espíritus y los seres humanos. Pregunté a José Luiz cómo él o cualquier médium puede intervenir en ese proceso de corrupción moral que asola el Brasil. Él dijo: orar y trabajar en la fe. ¿Parece sencillo? Es lo que él aprende en el Centro Espírita Perseverancia, de São Paulo. Eso mismo, la religión puede colaborar bastante. Cabe aquí un llamamiento a los Maestros de la Espiritualidad: ¡Vengan a socorrer, a este país lindo y próspero, de una derrocada moral!
He sugerido siempre en las actividades espirituales, que médiums y dirigentes convoquen a grandes políticos, eximios maestros, inteligentes científicos sociales que están en el mundo espiritual aguardando el momento de reencarnar, para que vengan a interaccionar en el mundo físico. E invito inclusive a aquellos que cometieron errores cuando estaban encarnados, para que aprovechen la oportunidad para ensayar actitudes honorables, antes del retorno al cuerpo.
Inspírense en JK, para la reconstrucción de un Brasil digno. Y que en esa reconstrucción puedan surgir políticos nuevos. Y todos los que tengan corazón abierto serán instruidos por la espiritualidad y por todos los que aman y respetan este país.
Pensamiento:
El bien y el amor caminan juntos en la evolución del ser humano. El amor es el sentimiento que nos hace crecer, en cambio el bien es la acción que nos hace crecer.
Wilson Francisco, en colaboración con José Luiz Montenegro
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