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Cuando culpamos a los demás por lo que nos hace daño, potenciamos la sensación negativa en nosotros
por WebMaster
Autor JOÃO LUIZ SPOSITO
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Traducción de Teresa
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Cuando culpamos a los demás por lo que nos hace daño, potenciamos la sensación negativa en nosotros
Es tal como se afirma en el título, siempre que echamos a otros la culpa por lo que nos hizo daño, potenciamos la sensación negativa ya actuante en nosotros mismos.
Y eso ocurre porque cuando echamos a otros la culpa de lo que nos hizo daño, estamos haciendo dejación de nuestro poder de resolver la situación positivamente, porque admitimos nuestra opción por la incapacidad, admitimos cierto estado de debilidad y descontrol que hemos elegido sentir y, entonces, la sensación negativa se potencia hasta hacerse agobiante.
A decir verdad, optar por echar a otros la culpa de lo que nos hizo daño es una tentativa de escapar a nuestras propias responsabilidades, nuestras propias creaciones, y esa forma de comportarnos sólo causará más sensaciones de incapacidad, descontrol y malestar en nuestra vida.
Sólo nosotros podemos ser responsables por lo que nos afecta, porque la paz empieza en nosotros mismos. Cuando alguien está en paz desde su corazón, nada puede perturbar la sólida energía y certeza pacífica originada y mantenida en sí mismo.
Culpar a los otros es un síntoma que puede demostrar un estado de descontrol, incapacidad y fuga de las propias responsabilidades.
Todos nosotros, sin excepción, somos responsables por lo que nos hace daño e igualmente por lo que nos hace bien.
Nosotros somos responsables, no sólo por nosotros mismos, sino para con el todo en que vivimos, porque nuestros pensamientos, palabras, gestos, actos, sentimientos y emociones son de nuestra única responsabilidad y tienen influencia sobre nuestra realidad; por tanto, es preciso asumir que somos los creadores de nuestra felicidad pero también de las infelicidades.
Considerar que otra persona puede hacerte feliz o infeliz es negar la sabiduría que tenemos dentro de nosotros, es una ilusión de este mundo para crear dependencia y embazar la visión de la verdad.
Lo cierto es que sólo tú mismo eres responsable por tu felicidad o infelicidad, ninguna persona en este mundo tiene esa capacidad, a no ser que tú mismo otorgues a otra u otras personas ese poder; por tanto, si tenemos que culpar a alguien, la mejor forma de tomar conciencia sería buscar un espejo y mirar a los ojos al culpable.
Sed felices en la consciencia de que vosotros mismos sois los únicos responsables por vuestra vida, vuestras elecciones y sus resultados.
João Luiz Spósito - Brasilia DF
Mayo 2018
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