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El Jabonete y el Perfume del Amor
por WebMaster
Autor Wilson Francisco -
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Traducción de Teresa
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Si has renunciado a la esperanza de ser feliz un día, alégrate. Jamás pierdas la esperanza. Tu alma, reflejo del Espíritu eternamente lleno de alegría, es, en esencia, la propia felicidad.
Paramahansa Yogananda
Yo hacía un proceso para Clélia y familia en su apartamento, cuando hubo una llamada de la madre que vive en Río de Janeiro, diciendo que la amiga Janete había dejado el cuerpo, en un accidente de automóvil. Y pedía calma y aceptación por parte de la hija. Mi cliente explicó que siempre le tuvo mucho cariño a Janete y recibía de ella en la misma proporción, apoyo y amistad. Janete, años atrás, estuvo ingresada en un hospital y no tenía allí sábanas ni higiene adecuadas. Clélia intercedió y consiguió el traslado de su amiga a un hospital mejor.
Mientras ella lo contaba, me vino a la mente la imagen de ella con un grupo de personas bien paramentadas, todos preparados para un Culto Africano en el mundo espiritual, y la palabra "jabonete".
Mi actitud, en cuanto a la intuición, es siempre la de informar y descifrar en la misma frecuencia, sin incluir "pareceres". Le dije la imagen y la palabra, completando que significaba simbólicamente el perfume en ella, resultante de marchar del hospital sucio para el otro limpio. Ella se rio. A continuación, la madre vuelve a telefonear, para cerciorarse de que la hija estaba bien, pese a la noticia. Clélia le contó mi intuición y la madre dio una sabrosa carcajada.
-Sí, hija mía, eso es cierto, ayer descubrí aquí en la cómoda un jabonete oscuro que Janete me regaló el mes pasado para un baño de limpieza. Me había olvidado. Nos emocionamos todos y quedamos muy agradecidos por el "hecho espiritual". Y por la acogida que sus "amigos espirituales del lado de allá" le estaban haciendo.
Importante, ella participaba en un terreiro y cuando llega al mundo espiritual, es acogida por los Guías, que organizaron un evento festivo para recibir a la colaboradora. Esa acogida de Amigos Espirituales señala un estado de buena disposición. O sea, ¡estamos listos!
Mi mujer, María, está enferma, una cliente lo supo y me pidió autorización para inscribirla en el Sitio de la Fundación Yogananda; claro que lo permití y agradecí mucho el ofrecimiento. María tiene gran afinidad con los Espíritus y es médium vidente. Con la línea esotérica u oriental, no tiene la menor relación. Por eso ni siquiera lo comenté con ella, sólo informé a su alma. Al cabo de dos días, en una reunión espiritual que realizamos en casa, Solange me dijo: hay un Maestro al lado de María. No comprendo bien su nombre, parece Yogananda. Yo lo confirmé, y María también confirmó que oía ese nombre. Al día siguiente, le envié una foto y ella me confirmó que era el mismo que estuvo en los trabajos, irradiando luces y colores hacia el cuerpo de María.
Observad que ni Solange ni mi mujer lo conocían, y que Vilma sólo inscribió el nombre de ella en el Sitio. Y a pesar de que ella no tiene afinidad con los Maestros, Yogananda estaba allí, preparado, sirviendo y amando. A cuenta de esa experiencia, yo que ya conozco y admiro la performance de ese Maestro, lo incluí en mi lista de Seres Espirituales a los que apelo, para ayudar a todas las criaturas que a mí acuden.
Y de nuevo, él se hace presente. Rosevania, cliente, una semana más tarde soñó que yo y Yogananda estábamos con ella, dando orientaciones y apoyo. Hace años leyó algunas páginas de su libro biográfico, sin haber tenido afinidad con su vida espiritual. ¡Te cuento todo esto para que entiendas y tengas esperanzas! Los Seres del Bien, de cualquier raza, credo o religión, están al servicio de la Luz y atienden a las apelaciones. Ahora bien, si el apoyo de ellos va a resultar en paz, salud y prosperidad, depende de una ley: merecimiento. Una voz aquí al lado, indaga: ¿cómo funciona esa ley, Wilson? Confieso que no lo sé. En más de cuarenta años lidiando con la espiritualidad y con el empleo de la intuición, como herramienta fundamental para dar respuestas, yo indico un camino que considero bueno y verdadero.
Di siempre: YO SOY UN SER DIVINO y estoy lista(o) y disponible.
Ese proceso viene dando resultados. Haz la prueba y que Dios nos bendiga.
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