Home >
STUM WORLD
EL PESO DE LAS EMOCIONES
por WebMaster
Autor Mônica Turolla
[email protected]
Traducción de Teresa
[email protected]
Nuestras emociones pesan. Pesan en los hombros, pesan en el cuerpo, pesan en las piernas, en los brazos, en la inmunidad, pesan…
Nuestro cuerpo físico es un vehículo, depende de la habilidad y destreza del conductor. Alimentos, respiración, ejercicios, son como el combustible, el aceite, el mantenimiento. Sin embargo, lo que mantiene el vehículo es la forma de conducir. Si se utiliza un buen combustible, un buen aceite, mantenimiento al día, pero el conductor no es bueno, forzando el motor, frenando bruscamente, etc., enseguida este vehículo empezará a dar problemas.
Así somo nosotros, y la forma de conducir puede compararse a nuestro modo de lidiar con las emociones.
Tendemos a alimentar y reprimir las emociones negativas, unas veces por sentirnos sin opción, otras por creer que no deben ser expresadas. Todo lo que alimentamos aumenta, todo lo que reprimimos se mantiene dentro de nosotros actuando.
Lidiar con las emociones significa primeramente reconocerlas, y a continuación adoptar una actitud. La dificultad en reconocer las emociones negativas reside en la creencia de que debemos ser perfectos. Ahora bien, ¿quién es perfecto en este mundo? ¿Cómo podemos aspirar a eso? Incluso porque si fuésemos perfectos no estaríamos aquí en esta escuela llamada vida.
Una vida sana significa digerir nuestras emociones, respetar nuestros momentos de introspección o tristeza, llorar cuando sea preciso (incluso porque llorar es un recurso de este cuerpo para aliviar la tensión), otras veces recordar que nuestro entusiasmo a veces molesta a quien no está en esa vibración.
Libera tus emociones, aligera peso, líbrate de dolores, cúrate de dolencias.
Acéptate, todo el conjunto: todo lo que eres y te enorgullece y todo lo que eres y no te enorgullece. Recuerda que cambiar es posible… y recomendable.
Percíbete sin miedo, y advierte lo que incomoda, lo que necesita un cambio, escúchate a ti mismo. Cuídate como cuidas a un amigo querido.
Las personas que han obtenido sanaciones llamadas milagrosas cambiaron algo y este algo probablemente era la causa emocional que alteraba la energía del cuerpo y mantenía el desequilibrio llamado enfermedad. No existen enfermedades, existen enfermos.
Podemos servirnos positivamente de nuestras emociones, orientándonos por ellas, empleándolas para buscar nuestro bienestar y no perderlo.
Sé amigo de ti mismo, mírate, siéntete, escúchate, acógete. Bien, ahora puedes cambiar. Estar dispuesto a hacer cambios produce los medios para obtenerlos.
Cambiar y buscar el bienestar es el camino para la felicidad.
Mônica Turolla:
link
youtube:
link
WebMaster é o Apelido que identifica os artigos traduzidos dos Associados ao Clube STUM, bem como outros textos de conteúdo relevante.
Email:
[email protected]
Visit the author's website
© Copyright Somos Todos UM
Terms of Use