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¿Existe otro dentro de ti?
por WebMaster
Autor Wilson Francisco
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Traducción de Teresa
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En algún momento de la vida es posible que hayas dicho: "¿Dije yo eso? Olvídalo. Yo no estaba en mí".
¿Puede ser que existas tú y alguien más? Si no fuiste tú, ¿quién fue, entonces?
Hay casos en que un Espíritu habla como si fuese la propia persona. ¡En un momento de descontrol emocional, un Espíritu inferior puede entrar en sintonía contigo y hablar como si fueses tú!
Bueno será eso en caso de que seas instrumento de sabios y maestros, ¿no es cierto?
He estado investigando sobre Fragmentación, o sea, cuando la persona elabora múltiples personalidades para sobrevivir, tras una situación traumática.
El psiquiatra David Shainberg es rector asociado del Programa Psicoanalítico de Posgrado en el Instituto de Psiquiatría Alanson White, en Nueva York.
Él considera que los pensamientos son como vórtices en un río y explica por qué nuestras actitudes y creencias algunas veces se vuelven fijas y resistentes al cambio.
Ciertos estudios han demostrado que los vórtices son a menudo extremadamente estables. Shainberg considera que la tendencia a la estabilidad es lo que hace que ciertos vórtices de pensamiento, nuestras ideas y opiniones se vuelvan de vez en cuando no mentados en nuestra consciencia.
Él dice que la permanencia virtual de ciertos vórtices es a menudo perjudicial para nuestro crecimiento como seres humanos.
Un vórtice especialmente poderoso puede dominar nuestro comportamiento e inhibir nuestra capacidad de asimilar nuevas ideas e informaciones.
Puede hacer que nos volvamos repetitivos y crear bloqueos en el flujo creativo de nuestra consciencia. Y hasta impedirnos ver la totalidad de nosotros mismos y hacernos sentir desligados de nuestra especie.
Shainberg cree que nuestra consciencia está constantemente desabrochándose a partir de la orden implícita.
Ese desabrocharse mencionado por el científico tiene que ver con flujo constante del Espíritu que se produce sin cesar, sin estancamiento.
Cuando permitimos a los mismos vórtices tomar forma repetidamente, él considera que estamos erigiendo una barrera entre nosotros mismos y las infinitas interacciones nuevas y positivas que podríamos tener con esta fuente infinita de todos los seres.
¿Qué es esa fuente infinita de todos los Seres a que se refiere ese científico?
Es el Espíritu, el foco de luz estudiado por Kardec cuando buscó y encontró el factor inteligente que se comunicaba con el mundo terreno, en torno a 1855.
Ese científico dice que para tener un vislumbre de lo que nos estamos perdiendo, contemplemos a un niño.
Los niños aún no han tenido tiempo de formar vórtices y esto se refleja en su modo abierto y flexible de interaccionar con el mundo.
La vivacidad brillante de un niño expresa la verdadera esencia de la naturaleza de la consciencia cuando está libre de obstáculos.
Otra persona, que no era científico, dijo que "los pequeñines heredarán la Tierra", por su sencillez y pureza. ¿Quién dijo eso? Jesucristo.
Los impedimentos, vórtices, surgen a partir del momento en que el Ser sale del estado de inocencia, desplazándose a las acciones racionales, medrosas.
Entonces, se crean las barreras, surgen las repeticiones y el desabrochar del Espíritu deja de producirse.
La personalidad se adueña del Ser y su condición de divinidad se apaga.
Otro fenómeno psicológico que hace recordar la orden implícita es la dolencia de la múltiple personalidad, o DMP.
La DMP es un síndrome raro en el cual dos o más personalidades distintas habitan un único cuerpo.
Las víctimas de esa enfermedad, o "múltiples", a menudo no tiene consciencia de su condición. Ellas no comprenden que el control de su cuerpo está siendo pasado atrás y adelante entre diferentes personalidades y, en vez de eso, sienten que están padeciendo alguna especie de amnesia, confusión u obscurecimiento del habla.
Una de las estadísticas más divulgadas acerca de las múltiples es que el 97% de ellas tuvieron una historia de trauma infantil severo, a menudo en forma de monstruoso abuso sexual, físico y psicológico.
Esto llevó a muchos investigadores a concluir que convertirse en una personalidad múltiple es el modo psíquico de hacer frente al extraordinario dolor y dilaceración del alma. Al dividirse en dos o más personalidades, la psique es capaz de parcelar abiertamente el dolor, en cierto modo, y tener varias personalidades hace soportar lo que sería demasiado para que una sola personalidad lo resistiese.
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