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La Música y sus Matices Espirituales
por WebMaster
por Guilhermina Batista Cruz
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Traducción de Teresa
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¿A quién no le gusta la música? Muy raramente el acorde de cualquier melodía, tocada o cantada, no afecta a nuestras emociones más profundas. Hay varios tipos de gustos musicales, pero siempre habrá alguno que nos hable más al corazón, que nos toque más profundamente los sentimientos.
Todos tenemos una vibración sonora propia, que extraemos de nuestro ser a través de los acordes melodiosos de la música. La identificación y el equilibrio de esa sonoridad pueden - y actualmente ya se consigue por medio de la musicoterapia - auxiliar en la curación de muchos males, ayudando en la recuperación de personas deficientes, principalmente niños con deficiencia mental. Hay personas deficientes que sólo a través de la música consiguen, con más rapidez, la facultad de comunicarse.
La sensación de relajación y bienestar interior es uno de los efectos más inmediatos que la música puede proporcionar. La armonización psíquica, aportando paz y equilibrio espiritual es otro de sus efectos saludables.
La música se utiliza en los tratamientos espirituales como preparación y auxilio eficiente, debido a las sublimes vibraciones de amor de que puede revestirse, ya que nos conducen a un estado alterado de conciencia por el equilibrio de vibraciones, en la cual los problemas se harán sentir de una manera soportable.
Y ¿por qué la música es importante? Porque es portadora de vibraciones de amor de que todos carecemos y se constituye en una especie de oración; es como si ella fuese capaz de decir por nosotros aquello que nos gustaría expresar a Dios. Con ella, a menudo, las emociones reprimidas se desbloquean y suben en el ritmo de la vibración de sus acordes en una plegaria sincera de amor y gratitud a nuestro Creador.
Por medio de ella, hermanos que todavía presentan el orgullo y el desamor en sus corazones, logran salir de la vibración pesada en que se encuentran y penetrar en los recintos donde se procesa la ayuda.
Ella permite la expresión de sentimientos espirituales, como también reconforta a muchos corazones de hermanos que se encuentran en sufrimiento, encarnados o desencarnados.
Cuando se promueve una sesión de curación la música ayuda a disolver los miasmas mentales, como vibraciones negativas de ira, miedo, celos y otras, resultantes de sentimientos que albergamos en nuestro recóndito. Por lo regular, las corales, cuando interpretan músicas de cuño espiritualista, llevan a cabo trabajos de curación importantes, sin siquiera apercibirse de la grandeza del trabajo que realizan.
En la Institución con que colaboro tenemos el Grupo de Canto María de Nazaret, que tiene la finalidad principal de ayudar en la curación de hermanos encarnados y principalmente desencarnados, en sus más variados tipos de males aflictivos.
La música de nuestra pequeña coral se transforma, en el lado espiritual, en una coral de muchas voces, pues, perdemos la noción de la dimensión física que se extrapola a otra dimensión. La música, que a través de la armonía de sus acordes, sale al encuentro de los hermanos "sufrientes" proporcionándoles confortación y, a menudo, la sanación de que tienen necesidad.
Mientras la coral canta, se llevan a cabo tratamientos en hermanos desencarnados y encarnados, y en aquellos que, estando ausentes, tienen sus nombres colocados para tratamiento.
Quienes asisten a los trabajos realizados salen con la seguridad absoluta de la misericordia de nuestro Creador que proporciona a todos la ayuda de que carecen sus espíritus, bastando tan sólo la fe, por pequeñísima que sea - como un grano de mostaza - y el auxilio de los hermanos abnegados para que la ayuda se procese. A través de la visualización de los trabajos desarrollados, podemos aquilatar el nivel de la ayuda prestada a todos los hermanos necesitados.
Hay médicos espirituales apostados junto a equipos de hermanos socorristas, listos para rescatar a hermanos de lugares yermos, como también para ayudar a aquellos que se encuentran frágiles por el tránsito reciente, o incluso aquellos que se niegan a encarar la realidad espiritual que están vivenciando.
A través de las vibraciones armoniosas de la música los amigos espirituales consiguen, por la manipulación de fluidos, por las energías salutíferas y los pensamientos de ayuda que los encarnados presentes emiten, actuar en la curación de males físicos de encarnados y desencarnados, realizando, a menudo, cirugías importantes y la sanación de los males que afligen a muchos hermanos.
A veces, nuestros amigos espirituales no consiguen auxiliar a los espíritus desencarnados, porque muchos de ellos se encuentran "atrapados" en sus vibraciones groseras, no logrando entonces vislumbrar la ayuda espiritual de que son objeto.
A través de la música, especialmente de aquella que habla de amor y de fraternidad, los fluidos más groseros, desbaratados por las energías emitidas por los médiums, consiguen penetrar y, a menudo "despertar" a aquellos hermanos que se adentran en los recintos donde se procesará la ayuda necesaria a sus espíritus.
Es muy bonito acompañar un trabajo de sanación y de auxilio espiritual, pues somos testigos visuales de la bondad de que todos somos beneficiarios a través de los bienhechores espirituales.
Y la música, ese arte sublime, acaba siendo el puente de intercambio de vibraciones de amor y armonía entre las dos dimensiones: física y espiritual.
¡Paz y luz a todos!
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