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Matrimonio en Crisis. Cómo PUEDE ayudar la Ley de Atracción
por WebMaster
Autora Rayra Kalidan
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Traducción de Teresa
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"Mi marido no me ayuda en nada, me siento constantemente exhausta y abusada, como si yo fuese la criada de la casa. ¡Me siento poco respetada! Trabajo 10 horas al día y estudio en la facultad por la noche. No me parece justo que yo tenga que hacer todo yo sola. Ya hice el ho'oponopono, EFT, gravoboi, mentalizaciones, afirmaciones y nada puso remedio..."
Respondí:
Te encuentras mentalmente muy cansada. Como si no aguantaras más. Y quizá por eso no sepas qué más hacer. El pueblo ya conoce mi "delicadeza" y sabe que la paciencia nunca ha sido mi fuerte; he trabajado años en empresas grandes y la vida corporativa se combinó con esa manera mía "blanda" de ser, todo era bien entendido, hecho con rapidez y agilidad, no se admitían pinchazos.
Yo no tendría la menor paciencia con un marido de esos, ni se acercaría a mí siquiera, además porque la responsabilidad de que él se arrimase a ti es única y exclusivamente TUYA y no importa si la madre de él no le enseñó NADA, porque si durante CINCO años tú lo hiciste todo callada, ¿cómo ahora pretendes que él se rasque? Tú hiciste exactamente como la madre que le permite al crío hacer lo que quiere mientras es pequeño, y luego en la adolescencia al hijo no le falta más que darle a ella en la cara ¿y es en ese momento cuando la burra madre quiere protestar? Noooo.
Tú hiciste lo mismo. Pero eso te ha cansado y tienes dos opciones: o le explicas "bien explicado" que tú no eres su criada con derecho a piernitas abiertas por la noche o lo mandas a paseo: con su maleta, su escudilla y su vasito en la mano.
Porque, si bien él ha sido mal acostumbrado por ti, no es preciso que las cosas sigan así de "miérdicas".
Luego dices que no quieres separarte. Yo todavía estoy intentando encontrar una razón para que desees continuar con ESO a tu lado, pero ciertamente tú las tienes y no seré yo quien contradiga tu deseo. SÓLO NO TE QUEJES DE LO QUE PERMITES.
No hay quejicas. ¡Hay ACTITUDES!
Posiciónate, sin hacer la loca que chilla, grita y se desmelena. Los hombres no dan crédito a todo eso y hacerse la pelma tampoco funciona. Ellos desarrollan una sordera inmediata en relación a comunicaciones ineficaces de ese tipo.
Es preciso que cambies tanto tu postura mental como tus actitudes en relación a tu marido.
Mentalmente, tú debes RESPETARTE. Él no te respeta y tú no tienes moral con él porque te has puesto el traje de la "resignada que estalla por dentro" y, vía llave-cerradura, él te pisa porque tú te pones de alfombra. Fin.
Las mentes se comunican, por eso, te sugiero que le escribas todo cuanto te desagrada y lo quemes en la llama de una vela azul.
Después, calma, FRÍA y plácida, te sientes en tu cuarto y -DUEÑA DE LA SITUACIÓN- mantengas una conversación mentalmente con él.
Permanece quieta y observa.
CUANDO te sientas en el Poder, entonces sí, apaga la puñetera televisión DE ÉL, siéntate CON ÉL y dile que es la última vez que vas a tener esa conversación CON ÉL, meramente pon en su conocimiento cuáles son tus tareas y cuáles son LAS DE ÉL. La casa es de los dos y es responsabilidad de los dos SÍ cuidar de ella, tú no vives en la Edad Media y si él no colabora, de dos una: o tú sales, o quien sale es él. Quiero verlo quedarse en casa hecho un gilipollas haciendo la limpieza y todo enredado porque no sabe lavar unos calzoncillos.
Termina la conversación sin darle mucho tiempo a hablar, márchate, no digas a dónde vas y déjalo pensando.
Entiéndelo: tú no debes estar con esa cara de cansada, sufrida y cuitada. Tú debes estar LINDA, peripuesta, aupada y FRÍA, absolutamente calculista, sabedora de lo que quieres para tu vida, y él debe darse cuenta de que si no está en plan de colaborar, estará fuera y tú no te vas a morir por eso.
Entiéndelo, querida, él desconsidera tus sentimientos, invalida lo que tú dices y no te pasa ni una. Entonces el problema NO-LO-TIENE-ÉL: lo tienes tú, que permites la continuidad de esa defraudación emocional, tú estás siendo abusada emocionalmente y conforme a tus actitudes, estás pidiendo más.
Y mira, cuando yo te digo que cambies la postura, no hablo de cerrar las piernas, no; esto, tal como algunas se lo ponen en bandeja, él lo encuentra fácil-fácil en la calle. Estoy hablando de respetarte y sentar esa realidad para ti misma y sólo después para él.
Bien, ese es mi parecer.
Me lo has pedido, te lo he dado.
Un besote y permanece en tu mejor vibración siempre, la mayor parte del día, ningún macho que no te respeta merece tu malestar, tampoco tu marido.
Rayra
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