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Por más difícil que sea...
por WebMaster
Autor José Luís Alves
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Traducción de Teresa
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Sólo hay una salida para este mundo, y se llama amor. Por más difícil que sea, tenemos que continuar recorriendo el camino del amor con todos los desafíos y las piedras que en él se encuentran. Cuántos acontecimientos, cuantas palabras dichas en el impulso del momento, cuántos actos que hubieran podido evitarse…
Allá en lo más hondo, sólo queremos el bien, el amor, la paz. Nada en este mundo puede ser tan sanador como el amor. El perdón pasa por el amor, y con amor somos capaces de comprender el dolor de quien nos hizo daño. Cuando comprendemos el dolor de aquel o aquellos que nos hicieron daño, comprendemos y perdonamos nuestros propios fallos, y sanamos nuestros dolores más profundos.
Todos hemos vivido ya tiempos muy difíciles y esperamos que puedan venir días mucho mejores.
El perdón se produce juntamente y en la misma medida en que somos capaces de sentir amor. El amor por la vida, por los demás, por los animales y por el planeta, es nuestra oración. Oración que une, ampara, acoge, perdona y comprende que todos estamos sólo lastimados y faltos de amor.
Yo sé, soy consciente, de que alguna vez todos nos hemos equivocado, hemos lastimado, maltratado, al igual que también hemos sido heridos y lastimados; pese a todo, llega un determinado momento en que hemos de tener el valor de mirar para estos dolores y elegir qué es lo que deseamos para nosotros, dando así un enorme paso hacia el término del sufrimiento. Esto sucede gracias a una elección consciente.
Maltratar, herir y lastimar, no contribuye en nada y sólo incentiva más la violencia.
Un día me preguntaron si yo estaba a favor o en contra de un asunto que ya no recuerdo lo que era, pero mi opinión es que ha llegado el momento de dejar de luchar contra lo que no nos gusta e inclinarnos totalmente a favor de aquello que queremos y deseamos. Claro, hay acciones prácticas con las que se contribuye al mundo. Ahora bien, si luchas contra algo, ciertamente ya te has dado cuenta de lo fatigoso que es luchar.
El verdadero cambio es interior, y en éste llega un momento en que tenemos que dejar de luchar para poder escuchar mejor nuestra voz interior. Cuando el enojo disminuye, el miedo empieza a dejar espacio a la confianza. No sabemos cuándo eso sucederá, nuestra certidumbre es continuar sembrando y esperando la cosecha.
Un mundo mejor comienza por cada uno de nosotros y por difícil que sea la jornada de sanación, nadie, absolutamente nadie está solo y desamparado.
Yo soy vegetariano, vegano, y estos son únicamente nombres para demostrar el respeto que hoy tengo por los animales. No necesitamos rótulos ni tampoco pelearnos contra quienes todavía se alimentan de animales, no. Lo que tenemos que hacer es pedir al Divino que está en nuestro interior que ese respeto crezca dentro de nosotros, y naturalmente se expanda por todo.
Mientras continúe la falta de respeto por aquellos que no piensan como nosotros, eso tiene que ser revisado. No sirve de nada dejar de comer carne y continuar haciendo daño por otros medios. Quienes todavía comen carne merecen ser respetados en sus creencias y en sus decisiones, y no deben ser criticados o juzgados.
Luchar contra aquellos que no proceden como nosotros es una enorme pérdida de tiempo y demuestra que todavía no respetamos demasiado al otro.
Si no respetamos al otro, en cualquier nivel o grado que fuese, esto demuestra que todavía no nos respetamos a nosotros mismos. Entonces, respetar el momento del otro y sus decisiones, las que fuesen, es el comienzo de una gran transformación.
Ya no necesitamos predicadores. Lo que necesitamos es que el respeto sea despertado en el ser humano como un todo. Y eso empieza por actitudes prácticas, o sea, guardar silencio puede ayudar y mucho a evitar más sufrimiento y a hacer daño a otras personas.
Tenemos, no que ser un ejemplo para el mundo, sino vehículos del amor que todo lo perdona y que comprende que aquel que respeta a los animales, un día también les ha faltado al respeto. Por tanto, recuerdo ahora que todo Buda, un día, ya fue un Zorba.
Ese es mi mensaje de hoy, que se trata no de un aprendizaje, sino de un conocimiento que reside en cada uno de nosotros y que puede ser encontrado en el silencio.
No se hace cambiar a una persona con enojo, violencia o por medios que puedan herir. Cambiamos cuando interiormente elegimos qué camino queremos y vamos a seguir. Cuando esto sucede, es lógico que barreras, desafíos y piedras dejen de crecer en el camino; pese a todo, un poco de paciencia y fuerza para levantarnos cuántas veces sea necesario, nos proporciona el estímulo para continuar la andadura.
Siéntete acogido siempre que cierres los ojos, allí estará el Divino, y sabiendo que por más difícil que sea, un día, ese tiempo de dificultades quedará totalmente superado, convirtiéndose unicamente en recuerdos de tiempos difíciles.
Por más difícil que sea, hemos de continuar adelante, con la confianza de quien ha elegido el amor como compañero inseparable y fuente de vida, y por difícil que sea, la consciencia de que la elección fue la mejor que hubiésemos podido hacer, es lo que nos motiva para seguir adelante, siempre con la confianza de quien ya es vencedor.
Con amor, José Luís Alves
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